Campesinos marchan contra Barrick Gold exigiendo pago justo y rechazando nueva presa de colas
Cotuí, 23 de enero. “El pueblo unido jamás será vencido” fue el lema que resonó en la carretera Maimón-Cotuí, donde decenas de campesinos realizaron un viacrucis de protesta contra la construcción de una nueva presa de colas por parte de la empresa minera Barrick Gold Pueblo Viejo. La marcha también exigió el pago justo por terrenos y cosechas afectadas por las operaciones de la multinacional en Sánchez Ramírez.
Desde las primeras horas de la madrugada, comunitarios se congregaron con pancartas y cánticos para recorrer alrededor de 31 kilómetros. Un grupo inició su recorrido en Maimón, mientras otro partió desde Cotuí a las 5:00 de la mañana, confluyendo finalmente frente a las instalaciones de Barrick Gold. La manifestación, que paralizó el tránsito vehicular en la vía hasta pasada la 1:00 de la tarde, se desarrolló de forma pacífica.
Los manifestantes dirigieron sus críticas tanto a Barrick Gold como al gobierno dominicano, al que calificaron de “entreguista”. En sus cantos y consignas, pidieron la intervención del presidente Luis Abinader para resolver la situación.
Martín Guzmán, miembro de la comisión mediadora del diálogo entre la comunidad y la empresa, denunció que Barrick Gold está incumpliendo los reglamentos establecidos y amenazando con declarar los terrenos de utilidad pública para forzar la venta. “La empresa no tiene principios, y el Estado ha permitido abusos y violaciones a la ley. Pido al país que evitemos esto”, expresó Guzmán.
Uno de los principales reclamos es la exclusión de algunos residentes del censo realizado para identificar a los afectados por la construcción de la presa. Según los manifestantes, muchos moradores no estaban en sus hogares el día del registro y quedaron fuera del proceso.
Fernando Peña, miembro del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), enfatizó que la marcha busca garantizar una reubicación justa, con compensación adecuada y medios de vida sostenibles. “No se trata de meterlos en casuchas sin clínicas ni escuelas, sino de resarcir los daños que esta empresa ha causado durante años”, señaló Peña.
Otro punto de preocupación es la construcción de un puente sobre el río El Naranjo, único afluente que abastece de agua potable a Cotuí. Los residentes temen que esta obra afecte el suministro de agua y agrave los problemas ambientales en la zona.
A pesar de contar con representación en el Congreso Nacional, los comunitarios criticaron la falta de apoyo de sus legisladores. “Nuestros representantes en las cámaras, como Ricardo de los Santos y Sadoky Duarte, parecen defensores de Barrick Gold, no del pueblo dominicano. Nos están dejando sin vida, sin agua y sin producción agrícola”, declaró Leonacia Ramos, líder comunitaria.
Respuesta de Barrick Gold y apoyo externo
En un comunicado, Barrick Pueblo Viejo aseguró que está comprometida con un diálogo transparente entre entidades gubernamentales, la iglesia y representantes comunitarios. Sin embargo, acusó a un grupo de personas de obstaculizar el proceso mediante bloqueos ilegales y tácticas de intimidación, perjudicando a los miembros de la comunidad que podrían beneficiarse del proyecto.
“La mayoría de la comunidad está dispuesta al diálogo. Estas acciones solo buscan el beneficio particular de unos pocos”, afirmó la empresa, señalando que su intervención ha contribuido al acceso a la educación y la electricidad en la región.
La protesta recibió el respaldo de diversas figuras públicas, como el padre Rogelio Cruz, conocido activista ambiental, y los excandidatos presidenciales Virginia Antares, de Opción Democrática, y Roque Espaillat (El Cobrador), del Partido Esperanza Democrática (PED). Ambos expresaron su rechazo a la presa de colas debido a los graves efectos ambientales que esta podría generar.
La marcha pacífica reunió a personas de diversas comunidades y sectores sociales, incluidas figuras religiosas que se unieron para apoyar la causa. Los manifestantes enfatizaron que su lucha no es solo por una compensación justa, sino por la preservación del medio ambiente y la calidad de vida en Sánchez Ramírez.