Canciller haitiana pide respeto a los derechos humanos tras anuncio de repatriaciones masivas en República Dominicana

Puerto Príncipe, Haití, 3 de octubre – La canciller de Haití, Dominique Dupuy, solicitó a las autoridades dominicanas que respeten los «derechos inalienables de cada niño, cada mujer y cada hombre» que se verá afectado por la reciente decisión del gobierno de la República Dominicana de repatriar hasta 10,000 haitianos en situación irregular por semana. Esta medida fue anunciada por el gobierno dominicano el pasado 2 de octubre como parte de sus esfuerzos para controlar la inmigración y proteger la soberanía nacional.

En un mensaje publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Dupuy expresó su preocupación por las consecuencias humanitarias de estas deportaciones masivas y subrayó la importancia de garantizar el respeto de los derechos humanos durante el proceso.

“El Ministerio de los Haitianos Residentes en el Exterior se reunirá en los próximos días con organizaciones de la sociedad civil y agencias internacionales que operan en la zona fronteriza para definir una estrategia de apoyo a las personas afectadas”, declaró Dupuy.

Además, la canciller informó que el gobierno haitiano está trabajando para fortalecer las capacidades de su misión diplomática y de sus oficinas consulares en la República Dominicana con el fin de ofrecer una mejor atención a los ciudadanos haitianos que serán repatriados.

«Aceleraremos el fortalecimiento de las capacidades de nuestra Misión Diplomática y de nuestras Oficinas Consulares para atender adecuadamente a nuestros conciudadanos en República Dominicana», señaló.

El anuncio del gobierno dominicano se produjo tras una reunión del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, liderada por el presidente Luis Abinader. En esta reunión se acordó la implementación inmediata de un plan para repatriar a miles de haitianos en estado irregular como parte de un esfuerzo por reducir la inmigración ilegal y reforzar la seguridad en la frontera.

Entre las acciones acordadas se incluyen el desmantelamiento de redes de tráfico humano, la identificación y asistencia en el retorno de migrantes irregulares, y la mejora de la vigilancia fronteriza mediante el uso de tecnología avanzada.

Estas medidas forman parte de una respuesta más amplia del gobierno dominicano para abordar lo que considera una creciente presión migratoria desde Haití, exacerbada por la inestabilidad política, económica y social en el vecino país caribeño.

La crisis en Haití, marcada por la violencia de las pandillas, el colapso de las instituciones estatales y una profunda crisis económica, ha empujado a miles de haitianos a buscar refugio en la República Dominicana, lo que ha creado tensiones entre ambos países.

Dupuy subrayó que el gobierno haitiano está coordinando esfuerzos con diversas organizaciones para asegurar que las personas deportadas reciban apoyo adecuado durante el proceso de repatriación. Sin embargo, la repatriación masiva representa un desafío significativo, dado que Haití ya enfrenta dificultades extremas para proporcionar servicios básicos a su población.

Organizaciones de derechos humanos han advertido sobre el riesgo de violaciones de los derechos fundamentales en este tipo de operativos, especialmente en un contexto donde la infraestructura humanitaria en Haití está desbordada y el país lucha por responder a las necesidades de los desplazados internos y migrantes retornados.

El gobierno dominicano, por su parte, ha defendido la necesidad de las deportaciones argumentando que la seguridad y la soberanía del país están en juego. Las autoridades dominicanas han destacado que el control de la inmigración es fundamental para evitar el desbordamiento de los servicios sociales y proteger los derechos de los ciudadanos dominicanos.