Cara y cruz de una rendición de cuentas

Edgar Lantigua

Al comparecer a la reunión conjunta de las cámaras legislativas para la rendición de cuentas de su gestión, el presidente Luis Abinader ha hecho un amplio recorrido por cada uno de los temas fundamentales de su administración y por las principales preocupaciones de la población.

Como siempre, el ejercicio democrático de exponer, logros, planes y retos, desde la perspectiva del Poder Ejecutivo, genera todo tipo de opiniones, a favor y en contra.

En el de este año, como en todos, habrá cosas positivas y cosas negativas.

No creo que haya dudas sobre el empeño del mandatario en la tarea de gobernar.

El gobierno puede exhibir logros importantes, la recuperación del turismo es uno de ellos, pero como en las monedas siempre hay cara y cruz, anverso y reverso, ese positivo hecho tiene en su lado negativo y es que todo el crecimiento de 2022, se concentra en los grandes destinos, los aeropuertos que reflejan un incremento de más de 400 mil turistas son los de Punta Cana y Las Americas y, en menor medida, el de Santiago, por el contrario, Puerto Plata, La Romana y Samaná bajan 30, 42 y 62% respectivamente con relación a 2019.

La estabilidad y el crecimiento económico son aspectos ponderables, pero lo hemos logrado en las últimas décadas de modo consistente, lo que nos convierten en una de las más sólidas democracias de la región.

El presidente ha destacado logros en el desarrollo de infraestructuras, en asistencia social y educación y en la salud, pero como para que no olvidemos lo de la cara y cruz, sigue sin resolverse el conflicto del Colegio Médico con las ARS que lleva meses.

El planteamiento que más consenso puede generar, el más positivo, es la propuesta de un pacto nacional para consensuar la política nacional con relación a la grave crisis institucional que vive Haití, todo el liderazgo nacional parece estar claro en la defensa del interés nacional, ante una crisis que se torna cada vez más delicada.

Pero como en todo hay su “periquito”, en este, el más evidente es el afán del canciller de persistir en una defensa acérrima a la ley de trata, que el Gobierno se vió precisado a retirar del congreso, una posición que no promueve el consenso que se busca..

El aspecto más controvertido del discurso del jefe del Estado, como se evidencia en las reacciones en las redes sociales, es el intento de demostrar, utilizando el “Index pollo”, la versión criolla del “Mac index”, quyhace unas décadas puso de moda, The Economist, como comparar las economías y la inflación en base el precio de la hamburguesa Big Mac de Macdonal.

Allí el mandatario pareció dando una vuelta peligrosa, como cuando un bebé se envuelve en el cordón umbilical, a veces sin mayores consecuencias, pero que puede terminar con consecuencias negativas.

Siendo el costo de la vida, una de las variables que más preocupan a la población, la comparación no parece ser la más feliz, la gente, sencillamente percibe su situación peor que la de antes. Ni qué decir de la “delincuente percepción”, que sigue haciendo que la gente sienta más inseguridad en las calles, aunque los números oficiales digan otra cosa. No pocos han comparado la visión oficial a presentarnos como viviendo en el paraíso. “Figúrensen, imaginensen”.

En un año preelectoral y con los motores del proyecto de reelección encendidos, el presidente estaba obligado a presentar un panorama casi idílico de su gestión

No sé, si lo habrá logrado.

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