Caramba PLD, caramba FP, caramba Miguel
Por Charlie Núñez
Desde que tengo uso de razón, ningún proyecto político o candidato alguno había generado tanta expectativa a la población como la generó el PRM y Luis Abinader.
Es justo reconocer que quien se dejó engañar fue porque quiso, pues las ofertas de campaña hechas por ellos, eran ilógicas, demagógicas, irrealizables, y sobre todo, originadas en gentes que nunca han presentado logros y sí, muchos fracasos.
A pesar de dar la sensación de que lo han destruido todo en estos tres años, la verdad es que siempre encontramos nuevos aportes sobre cuestiones que si lo hubiesen planificado para fallar, no les hubiese quedado tan perfectamente bien sus fallidos emprendimientos.
A pesar del horrible desempeño de su gobierno, comprando conciencia, manipulando la mente de los electores y chantaje judicial, el actual mandatario sigue siendo una seria amenaza a seguir en el cargo.
La única salida, y lo sabe todo el mundo, es una acuerdo de las fuerzas opositoras.
En una ocasión, el ingeniero Hamlet Hermann, me reflexionó algo muy aleccionador: “no hay cosa que divida más a la familia dominicana que hablar de unidad”; qué pena que Hamlet haya tenido tanta razón.
Para algo que beneficia al país que todos decimos defender, fueron muchos los obstáculos a vencer para dar el primer paso: sentarse en una mesa del diálogo.
Advertimos muchos meses atrás, que armar una carpintería de alrededor de cuatro mil candidaturas no sería fácil, pero con la decisión de dialogar y un protocolo establecido, los obstáculos innecesarios están sobrando en la mesa y esos, aunque el gobierno los está disfrutando, somos nosotros quienes los estamos poniendo.
Da la sensación, de que el objetivo es una la lucha entre
Opositores por quedar arriba desde el segundo lugar hacia abajo, sin importar perder las elecciones en primera vuelta.
Ego personal, complejo de superioridad, orgullo, triunfalismo, oportunismo, protagonismo, intención y acción de pisarnos la manguera, son barreras que si no nos detienen, nos hacen más lento el avance.
Otro factor que nos detiene es la apetencia de muchos que se creen predestinados a ocupar posiciones, estos dificultan la toma de decisiones que garanticen el éxito.
Uno de los artículos en los que abordó el tema de las alianzas, lo título: Danilo, Leonel…vamos al mambo, repito la expresión y planteo que ambos líderes deben ponerse a la altura de las circunstancias y brindarle a este pueblo tan necesario entendimiento sin más pérdida de tiempo, en el futuro no habrá espacio para explicaciones ni arrepentimientos.
No es con una alcaldía más, una alcaldía menos, ni una senaduría más o una menos, se trata de deponer actitudes, aportar cuotas de sacrificio y poner el interés general por encima del particular.
No es éste el momento de estar jugando a la democracia, permitiendo que algunos por aspiraciones individuales, pongan en riesgo un gran acuerdo nacional.
El país espera y no nos perdonara le fallemos. Para la oposición, ganar las elecciones del 2024, debe depender de algo más que el salmo 23.