CATALEJO: Pseudología fantástica
Por ANULFO MATEO PEREZ
2 de 3
La pseudología fantástica, mitomanía o mentira patológica se caracteriza por la continua fabricación de falsedades desproporcionadas y compensatorias en términos psicológicos, en relación a cualquier ventaja que pudiera obtener el que la padece, llegando a constituir un complejo engañoso organizado.
A diferencia de la mentira ordinaria, se origina en motivaciones patológicas y mecanismos psicopatológicos complejos. Se considera que el 40% de los casos tiene una alteración previa del Sistema Nervioso Central.
Hasta ahora, se le relaciona con epilepsia, hallazgos patológicos en el Electroencefalograma (EEG), antecedentes traumáticos o de infección. Se sugiere que ciertas personas tienen “predisposición a la mentira”.
Un estudio de imágenes demostró que en estos pacientes se observa mayor proporción de sustancia blanca prefrontal, así como disfunción hemitalámica derecha, sugiriendo que pueden jugar una función en su origen.
Este proceso patológico se atribuye a factores psicopáticos, personalidad límite, narcisista o histriónica. No existe tratamiento específico, aunque el abordaje con psicoterapia puede ayudar al mitómano.
El paciente cuenta una historia personal pero más llamativa, por lo que sus mentiras pueden estar originadas en algún hecho real, pero distorsionadas para construir una historia más vistosa y extravagante.
Así, el sujeto miente de forma compulsiva sobre detalles de su vida con mucha naturalidad. Esta conducta de mentir le proporciona recompensas inmediatas como atención o admiración de los demás.
Para el paciente, las mentiras no persiguen ningún fin doloso o utilitario. Suelen estar motivadas por su baja autoestima. Así, la mentira se presenta como una forma de obtener la admiración que necesitan.