CEBAMDER denuncia: Gobierno congela fondos para construir cementerio y funeraria en Manzanillo
Por Frank Valenzuela
Manzanillo, Montecristi, 6 diciembre – El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) denunció que, en un giro inesperado y decepcionante, el gobierno dominicano ha congelado los fondos asignados para la construcción de un cementerio y una funeraria en Manzanillo, decisión que ha generado un estado de incertidumbre en la comunidad, que lleva años demandando estas infraestructuras críticas.
Frank Valenzuela, presidente de la organización ciudadana, aseguró que Manzanillo se enfrenta a una crisis debido a la insuficiencia de su actual cementerio, que, tras más de 60 años en uso, ya no puede satisfacer las necesidades de la comunidad en crecimiento, afirmando que la construcción de un nuevo cementerio no es solo una demanda local, sino también una necesidad reconocida en el Plan de Desarrollo del Municipio Pepillo Salcedo.
Valenzuela reveló que el presidente Luis Abinader, en una reunión en julio del pasado año 2022 con el Consejo de Desarrollo del Municipio Pepillo Salcedo, había mostrado comprensión y apoyo a estas necesidades vitales. De igual manera, los proyectos fueron presentados y discutidos con el Ministro de la Presidencia este año, lo que parecía reafirmar el compromiso del gobierno con las iniciativas.
Afirmó que inicialmente, la respuesta del gobierno fue positiva. La Oficina de Presupuesto envió una carta al gobierno local de Pepillo Salcedo, asegurando que los fondos necesarios para la construcción estaban garantizados en el presupuesto del año en curso. Sin embargo, a pesar de estas promesas y compromisos, los fondos para la construcción han sido inesperadamente congelados y el año concluye.
El presidente del Centro CEBAMDER lamentó que ese revés no solo es decepcionante, sino que también amenaza la viabilidad de esos proyectos esenciales para la comunidad, por lo que entiende que es crucial recordar que las apropiaciones presupuestarias son autorizaciones de gasto que expiran al final del año fiscal, añadiendo una capa de urgencia a la ya crítica situación.
Para Valenzuela, lo lamentable es que ya el Municipio de Pepillo Salcedo ha cumplido con su parte al presentar los proyectos y planos necesarios para la construcción, por lo que la comunidad espera que el gobierno haga lo propio.
Agregó que, actualmente, la comunidad de Manzanillo enfrenta una situación desesperada, sin un lugar adecuado para despedir y sepultar a sus seres queridos, asegurando que esa circunstancia no solo agrava el dolor en momentos de pérdida, sino que también subraya un descuido aparente hacia las necesidades básicas de la población.
Bajo esa situación, considera que es inaceptable que la comunidad entre en otro ciclo electoral lleno de promesas sin ver cumplidas las ya hechas. La situación actual en Manzanillo es un claro ejemplo de cómo se han priorizado las necesidades de las grandes empresas sobre las de los ciudadanos, contradiciendo el espíritu de colaboración y compromiso establecido en el Plan de Desarrollo.
Dijo que la comunidad de Manzanillo y los ciudadanos de Pepillo Salcedo hacen un llamado urgente al presidente y al gobierno para actuar con la seriedad y la rapidez que esta situación demanda. Es imperativo que las promesas hechas se traduzcan en acciones concretas que reflejen un verdadero interés en el bienestar de nuestras comunidades.
La falta de acción y la postergación en la construcción de estas infraestructuras esenciales no solo afectan profundamente a la comunidad, sino que también envían un mensaje de olvido y marginación. La situación en Manzanillo es un llamado a la acción inmediata, un recordatorio de la importancia de priorizar las necesidades y el bienestar de los ciudadanos sobre los intereses políticos o empresariales.
Finalmente, aseguró que la comunidad de Manzanillo espera con urgencia una respuesta y medidas efectivas por parte del gobierno, ya que la realización de esos proyectos no solo aliviará la angustia de una comunidad en espera, sino que también reforzará la confianza en la capacidad del gobierno para atender y responder a las necesidades de sus ciudadanos.