Celso Marranzini desconoce destino de US$10.8 millones de USAID para reforma energética en República Dominicana
Santo Domingo, 10 de febrero – El presidente del Consejo Unificado de Empresas de Electricidad (CUED), Celso Marranzini, aseguró que desconoce el paradero del millonario proyecto que había impulsado el Gobierno de los Estados Unidos, a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), para la reforma del sector energético de la República Dominicana.
Marranzini afirmó que no ha visto documentación sobre los US$10.8 millones que supuestamente se habían destinado para fortalecer y modernizar el sistema eléctrico del país.
«No sé dónde está ese préstamo», declaró. «En el tiempo que tengo como titular de la entidad, ni lo he visto en los papeles ni me ha visitado la USAID», reiteró al referirse a la inversión que, según informes previos, habría sido anunciada por el organismo estadounidense.
El empresario de 73 años expresó su sorpresa al enterarse del financiamiento de USAID y comentó en tono irónico que espera la reapertura de la agencia para dirigirse personalmente a solicitar explicaciones sobre esos fondos.
«Me sorprendí cuando vi que la USAID tenía un financiamiento de más de diez millones. Espero que vuelvan a reabrir la USAID, para ir el primer día a decirles: ‘¿Dónde están los diez millones?’», dijo. «Nosotros no sabemos nada de eso», concluyó.
Este proyecto de USAID formaba parte de un programa regional que involucraba a 13 naciones del Caribe, con República Dominicana como uno de los países líderes. El objetivo principal era mejorar la eficiencia del sector eléctrico a través de capacitaciones en ciberseguridad, actualización de estudios de resiliencia energética, y asesoramiento a instituciones financieras en inversiones sostenibles.
En abril de 2023, el entonces subdirector interino de USAID, Javier Castano, explicó que la agencia buscaba colaborar con el país para fortalecer su independencia energética y diversificar su economía, incrementando la capacidad de respuesta ante fenómenos naturales y fluctuaciones del mercado.
La incertidumbre sobre el destino de estos fondos ha reavivado el debate sobre el papel de USAID en República Dominicana, especialmente tras la reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de congelar gran parte de la ayuda exterior mientras se lleva a cabo una revisión de 90 días sobre su impacto y uso.
Marranzini abordó este polémico tema durante el ‘Desayuno Listín Diario’ del pasado 7 de febrero, en presencia del director del medio, Miguel Franjul, el subdirector Fabio Cabral, y el especialista en energía del Banco Mundial, José Andrés Detomasi. En la reunión, también se discutieron los avances y desafíos en la mejora del sistema eléctrico nacional.
Para corregir las deficiencias del sector, el Gobierno ha recurrido a organismos financieros internacionales, obteniendo fondos de US$650 millones a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), el Banco Mundial, el Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional (OFID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
El BID, por ejemplo, financia la construcción de 12 subestaciones eléctricas para la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur, con una inversión de US$155 millones, de las cuales tres ya están en ejecución.
Además, BID y JICA han destinado US$75 millones para la adquisición de 250,000 luminarias destinadas al alumbrado público con un sistema de telegestión. Por otro lado, el OFID ha desembolsado US$120 millones para la construcción de 14 subestaciones eléctricas en el Este y Norte del país, proyecto que ya fue aprobado por el Congreso Nacional.
El Banco Mundial ha aportado US$225 millones para rehabilitar redes eléctricas de media y baja tensión en el Este, y el CAF ha comprometido US$75 millones para mejorar el sistema eléctrico de esa misma región, aunque este último financiamiento aún está pendiente de ratificación por parte del Congreso.
En cuanto a los transformadores de potencia y medidores eléctricos, Marranzini destacó que el Gobierno ha invertido alrededor de US$2,000 millones en la compra e instalación de estos equipos.
Explicó que, al asumir su cargo, se encontró con una escasez crítica de transformadores de distribución, lo que generaba constantes quejas de la población. «En 2024 nos encontramos que no había transformadores de distribución. Todas las quejas de la gente eran reales», afirmó. Esta situación fue corregida entre agosto y septiembre de ese mismo año.
Otro de los problemas identificados fue la falta de medidores eléctricos, debido a un proceso judicial que retrasó su adquisición. Marranzini explicó que una empresa que alegaba tener un contrato exclusivo para el suministro de estos dispositivos complicó el proceso de compra, generando demoras significativas. «Se perdió un tiempo precioso, no porque no hubiera dinero para comprarlos, sino porque había una disputa legal en curso», detalló.
Finalmente, en 2023, la licencia de exclusividad fue cancelada y se logró adquirir los medidores directamente del fabricante, sin intermediarios. Esto permitió que en 2024 se acelerara la instalación de los dispositivos. Marranzini informó que el CUED colocó una orden de compra parcial de US$600,000 en equipos, lo que permitió conectar 373,000 nuevos clientes al servicio eléctrico durante el año.
En los últimos 10 años, USAID ha asistido al país con más de US$697 millones en diversas áreas estratégicas, incluyendo el sector energético, según datos de U.S. Foreign Assistance. Su programa en República Dominicana estaba enfocado en fortalecer la resiliencia energética, incrementar la independencia en la generación de electricidad y fomentar economías productivas y sostenibles.
Un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo resaltó que la cooperación de USAID buscaba crear las condiciones necesarias para que el país redujera su dependencia energética y desarrollara soluciones innovadoras ante el cambio climático y los desafíos del mercado.
Sin embargo, la congelación de los fondos y la falta de claridad sobre la ejecución de proyectos han dejado muchas interrogantes sobre el impacto real de estos programas en el sector eléctrico dominicano.
El misterio sobre los US$10.8 millones sigue sin resolverse y, ante la incertidumbre sobre la continuidad de USAID en el país, Marranzini insiste en la necesidad de esclarecer el destino de estos fondos.