Comunidad del Tamarindo clama por ayuda tras una semana de la devastadora lluvias»
Santo Domingo, 26 de noviembre – Siete días después de las intensas lluvias que azotaron el territorio, la comunidad de Tamarindo Adentro, ubicada a orillas del río Ozama en Santo Domingo Este, enfrenta una situación desesperada, con alrededor de 67 casas en condiciones deplorables y sus habitantes clamando por ayuda.
Las secuelas de las inundaciones han dejado a los residentes de Tamarindo Adentro sumidos en la desolación. Ropa, camas, estufas, neveras, lavadoras y otros enseres del hogar se han vuelto inservibles para aquellos que viven en esta zona afectada por el fenómeno climático que azotó todo el país el fin de semana pasado.
Angelina Zapata, una de las voceras de la comunidad, lamentó la situación, manifestando la falta de presencia de las autoridades a pesar de ser reconocidos como una zona vulnerable. «Nosotros somos una comunidad olvidada. Hemos intentado conseguir ayuda por nuestros propios medios, tratando de obtener al menos comida para aquellos que han perdido todo», expresó Zapata, representando a las decenas de familias afectadas.
Este sábado, una semana después de las lluvias, los afectados han comenzado a evaluar los estragos en sus hogares. Muchos de ellos han perdido prácticamente todo en la inundación, dejando a las familias en una situación de desamparo.
«Se perdió absolutamente todo», lamentaron los habitantes del Tamarindo al describir los estragos causados por las aguas del río Ozama que cubrieron sus viviendas. Durante un recorrido por la zona, cada persona entrevistada compartió historias similares de pérdida y desesperación.
Esteban Ostinvarde, residente del lugar, contó la dificultad que enfrentó al intentar salvar algunos enseres. «Logramos subir la lavadora, pero después no se pudo salvar más nada porque preferimos quedarnos allá al ver lo rápido que estaba subiendo el río, que bajar y arriesgarnos a tener un accidente y perder la vida», relató Ostinvarde, quien vive con su esposa y dos niñas menores de edad.
La comunidad del Tamarindo clama por ayuda, especialmente para los niños que llevan una semana sin asistir a la escuela debido a la pérdida de sus pertenencias. Solicitan el apoyo del gobierno para poder recuperarse de esta devastadora situación. Las familias afectadas esperan la asistencia y atención necesaria para reconstruir sus vidas después de esta tragedia.
