CONEP y Asonahores expresan preocupaciones sobre la reforma fiscal: piden preservar incentivos y estabilidad económica
Santo Domingo, 8 de octubre – La reciente propuesta de reforma fiscal presentada por el Gobierno ha generado una ola de reacciones entre los principales sectores económicos del país. Tanto la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) como el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) han expresado su preocupación por los efectos que la iniciativa, conocida como “Ley de Modernización Fiscal”, podría tener sobre la economía dominicana, especialmente en el sector turístico y el clima de inversión general.
Asonahores, que representa al sector turístico del país, advirtió que la eliminación de los incentivos fiscales para el turismo propuesta en la reforma fiscal podría tener consecuencias devastadoras para una de las principales industrias generadoras de divisas en República Dominicana.
David Llibre, presidente de Asonahores, explicó que, aunque apoyan la idea de modificar la Ley de Fomento al Desarrollo Turístico (Confotur), el enfoque del Gobierno podría desincentivar la inversión extranjera en proyectos hoteleros y turísticos, afectando la competitividad del país en la región.
“Para atraer inversión extranjera y crear nuevos hoteles, es fundamental mantener un régimen fiscal competitivo como el que tenemos actualmente”, sostuvo Llibre. “Si no se reconsidera esta reforma, las cadenas hoteleras podrían alejarse de la República Dominicana debido a la falta de competitividad frente a otros países de la región”.
Llibre recordó que la Ley Confotur ha sido crucial para el desarrollo de zonas turísticas como Punta Cana y otros destinos emergentes como Miches y Punta Bergantín. El empresario señaló que, en lugar de eliminarla, se debería mejorar, elevando los estándares para acceder a los beneficios de la ley. Según Asonahores, esto permitiría mantener las inversiones que generan empleos y desarrollo sostenible en las comunidades.
“Si el sector no sigue creciendo, y con una reforma así definitivamente no lo hará, el Gobierno acabará recaudando menos dinero a largo plazo”, afirmó Llibre. Destacó que, aunque se eliminarían exenciones, también desaparecería el crecimiento en empleo, comercio, divisas y encadenamientos productivos, lo que afectaría la compra de productos locales como plátanos, huevos, frutas, vegetales, y otros alimentos.
El sector turístico, según Asonahores, genera 3 de cada 10 dólares en divisas para la economía dominicana y representa un 18 % de los empleos totales del país, con más de 700,000 empleos directos e indirectos.
Además, solo en 2022, el sector hotelero realizó compras locales por un valor de más de 2,500 millones de dólares y generó ingresos fiscales superiores a los 150 mil millones de pesos.
“Si se hizo un análisis de costo-beneficio respecto de cada ley de incentivos, debió tomarse en cuenta que el turismo genera 12 veces el gasto tributario del sector en ingresos fiscales y en inversión extranjera”, concluyó Llibre.
CONEP: Preservar la estabilidad y mejorar la eficiencia recaudatoria
De su parte, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) pidió que la reforma fiscal sea analizada con prudencia, destacando que cualquier cambio debe preservar los pilares de estabilidad económica y política que han permitido el crecimiento sostenido del país.
César Dargam, vicepresidente ejecutivo del CONEP, reconoció que República Dominicana se ha consolidado como un “paraíso” en la región gracias a su estabilidad política, crecimiento económico y paz social. Sin embargo, advirtió que las medidas fiscales deben ser implementadas de manera que no comprometan estos logros.
“Una reforma fiscal no debe ser motivo de preocupación, pero sí es necesario ponderar cada medida en su justa dimensión”, afirmó Dargam. En su opinión, es fundamental que el Gobierno considere los efectos que cada aspecto de la reforma puede tener en la economía, especialmente en términos de inversión y competitividad.
El proyecto de ley de modernización fiscal, presentado ante la Cámara de Diputados, propone nuevas cargas impositivas sobre bienes y servicios, así como medidas para combatir la evasión fiscal.
Aunque Dargam reconoció la importancia de mejorar la recaudación, subrayó la necesidad de que la reforma sea acompañada de una mayor eficiencia en el gasto público y en la transparencia del uso de los recursos.
“De cada peso que se podría recaudar en República Dominicana, hoy solo se están recaudando 34 centavos. Esta realidad evidencia la necesidad de implementar medidas administrativas que optimicen la eficiencia recaudatoria”, indicó Dargam, sugiriendo que, antes de aumentar los impuestos o eliminar incentivos, se debería mejorar la capacidad del Estado para cobrar lo que ya está establecido en el sistema tributario.
Un llamado conjunto a reconsiderar la reforma
Tanto Asonahores como el CONEP coinciden en que, aunque una reforma fiscal es necesaria para el desarrollo a largo plazo del país, debe realizarse de manera que no desincentive la inversión ni afecte negativamente sectores clave como el turismo.
Además, resaltan que el crecimiento económico del país depende en gran medida de la estabilidad en las reglas del juego, la transparencia en la gestión pública y un régimen fiscal que promueva la competitividad.
Asonahores ha propuesto que la Ley Confotur no sea eliminada, sino modificada para aumentar los estándares de calidad y sostenibilidad en los proyectos turísticos, asegurando así que las inversiones sigan fluyendo y que el sector continúe siendo uno de los principales motores económicos del país.
Al mismo tiempo, el CONEP ha pedido un enfoque más equilibrado en la reforma fiscal, que se centre tanto en la recaudación como en la eficiencia del gasto público, evitando que se afecte el clima de negocios y el desarrollo económico.
Ambas instituciones se mantienen abiertas al diálogo con el Gobierno y han manifestado su disposición para trabajar en conjunto en la construcción de una reforma que beneficie a todos los sectores del país.