Congreso de EE. UU. cita a Bill y Hillary Clinton en el marco de la investigación sobre Jeffrey Epstein

Washington, D.C., 5 de agosto de 2025. – El Congreso de los Estados Unidos, bajo control de la mayoría republicana, ha emitido este martes citaciones formales al expresidente Bill Clinton y a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, en el contexto de una investigación legislativa sobre los vínculos de figuras públicas con el fallecido financista y delincuente sexual Jeffrey Epstein.

Las citaciones, presentadas por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, requieren la comparecencia de Hillary Clinton el próximo 9 de octubre, y de Bill Clinton el 14 de octubre.

El presidente del comité, el congresista James Comer, informó que la medida forma parte de un esfuerzo por esclarecer la magnitud de las relaciones personales y políticas que algunos exmandatarios y funcionarios de alto nivel mantuvieron con Epstein antes de su muerte en 2019, cuando esperaba juicio por cargos de tráfico sexual de menores.

Antecedentes de la relación Clinton-Epstein

El nombre de Bill Clinton ha figurado con regularidad en los registros de vuelo del jet privado de Jeffrey Epstein, particularmente durante los años 2002 y 2003, en viajes vinculados a actividades filantrópicas de la Clinton Global Initiative.

Asimismo, se ha documentado que Epstein visitó la Casa Blanca en al menos una decena de ocasiones durante la presidencia de Clinton. A pesar de ello, el entorno del expresidente ha sostenido reiteradamente que desconocía las actividades criminales del financista.

La investigación legislativa busca determinar si existió algún tipo de encubrimiento, omisión o tolerancia de comportamientos irregulares por parte de funcionarios o exfuncionarios del gobierno de los Estados Unidos que, de confirmarse, podrían constituir faltas éticas o incluso delitos federales.

Investigación paralela: exfuncionarios de Obama en la mira

Estas acciones del Congreso se desarrollan en un contexto político más amplio en el que también han comenzado a abrirse líneas de investigación hacia miembros de la administración del expresidente Barack Obama.

A raíz de nuevas declaraciones desclasificadas por la actual directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, se ha planteado la posibilidad de que altos funcionarios de la administración Obama hayan utilizado información de inteligencia para influir políticamente en la percepción pública de las elecciones presidenciales de 2016, en las que resultó ganador Donald Trump.

Los documentos divulgados por Gabbard han motivado la apertura de una investigación federal. El Departamento de Justicia, bajo la dirección de la fiscal general Pam Bondi, ha constituido un gran jurado que ya revisa posibles delitos relacionados con el uso indebido de agencias de inteligencia. Figuras como James Comey, John Brennan y James Clapper han sido mencionadas en el marco de esta pesquisa.

Aunque investigaciones anteriores, incluyendo el informe del fiscal especial Robert Mueller, concluyeron que hubo interferencia rusa en las elecciones de 2016 sin evidencia concluyente de colusión por parte del equipo de campaña de Trump, las actuales indagatorias apuntan a dilucidar si se manipuló deliberadamente esa narrativa con fines políticos durante la administración saliente de Obama.

Un entorno político tenso

La citación a los Clinton y el nuevo impulso de investigaciones sobre exfuncionarios demócratas forman parte de un entorno político cada vez más polarizado en Washington. Desde sectores del Partido Republicano se sostiene que estas acciones son necesarias para restaurar la transparencia y la confianza institucional.

Por el contrario, voces dentro del Partido Demócrata y organizaciones defensoras del Estado de derecho advierten sobre el riesgo de una instrumentalización de las instituciones judiciales con fines políticos.

De momento, ni Bill ni Hillary Clinton han emitido declaraciones oficiales en respuesta a las citaciones. El curso de sus comparecencias ante el Congreso podría marcar un punto de inflexión tanto en el caso Epstein como en la percepción pública del manejo político de la justicia en Estados Unidos.

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