Contradicciones en torno a las 9.8 toneladas de cocaína decomisadas en Caucedo: ¿De dónde proviene realmente la droga?

Santo Domingo, 30 de diciembre.- La incautación de 9.8 toneladas de cocaína en el Puerto Multimodal Caucedo a principios de diciembre ha sido un tema de controversia, con una serie de contradicciones en torno a su origen.

La situación ha generado confusión tanto a nivel local como internacional, involucrando a varios países, incluidos Colombia, Guatemala y Honduras. Mientras las autoridades dominicanas no ofrecen una versión clara, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha sido el único líder que ha hecho una afirmación directa sobre la procedencia del cargamento.

El 6 de diciembre, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) decomisó dos contenedores que contenían una gran cantidad de sustancias ilícitas. Los narcóticos estaban distribuidos en 320 sacos y 9,587 paquetes.

Según las autoridades locales, los contenedores habían llegado al país procedentes de Guatemala, con destino final en Bélgica. Sin embargo, a pesar de la magnitud del decomiso, ninguno de los países involucrados había asumido formalmente la responsabilidad.

La confusión aumentó el 29 de diciembre, cuando el presidente de Colombia, Gustavo Petro, señaló públicamente que la droga había sido enviada desde su país, específicamente desde las regiones controladas por los grupos armados del Catatumbo.

Esto no solo contradice las primeras declaraciones de las autoridades dominicanas, sino que también ha generado interrogantes sobre la seguridad en las rutas de tráfico y la posible implicación de actores gubernamentales en el proceso.

Por su parte, tanto Guatemala como Honduras han rechazado cualquier vínculo con el cargamento de cocaína. Las autoridades de ambos países sugirieron que los contenedores podrían haber sido manipulados en la República Dominicana, lo que abre la posibilidad de que el narcotráfico se haya facilitado a través de complicidades locales.

A pesar de estas versiones contradictorias, las autoridades dominicanas no han ofrecido detalles adicionales sobre la trazabilidad del cargamento, lo que deja abiertas muchas preguntas sin respuesta y subraya las dificultades en el seguimiento de las rutas del narcotráfico.

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