Corte en París condena a Nicolas Sarkozy a 5 años de prisión por conspiración criminal

PARÍS, 25 sept. — Un tribunal de París condenó el jueves al expresidente francés Nicolas Sarkozy a 5 años de prisión tras declararlo culpable de asociación delictiva en una presunta trama para financiar su campaña de 2007 con fondos de Libia.

En una decisión sorprendente, la corte dictaminó que Sarkozy entrará en prisión aunque recurra la sentencia. Pero también señaló que la fecha del ingreso se decidirá más tarde, ahorrándole al veterano político, de 70 años, la humillación de salir de la sala de vistas esposado.

El tribunal encontró a Sarkozy culpable de asociación delictiva en un entramado entre 2005 y 2007 para financiar su campaña con fondos libios a cambio de favores diplomáticos. Sin embargo, lo absolvió de otros tres cargos: corrupción pasiva, financiamiento ilegal de campaña y encubrimiento de malversación de fondos públicos.

Sarkozy criticó el fallo y dijo que era víctima de una injusticia escandalosa y que apelaría.

“Esta injusticia es un escándalo”, dijo.

“Pido al pueblo francés, haya votado por mí o no, me apoye o no, que comprenda lo que acaba de suceder. El odio realmente no conoce límites”, declaró.

Afirmó que si termina entre rejas, lo hará “con la cabeza alta”.

Los jueces también declararon culpables del mismo delito a dos de los colaboradores más cercanos de Sarkozy durante su mandato, los exministros Claude Gueant y Brice Hortefeux, pero también fueron absueltos de otros cargos.

En general, los veredictos parecían sugerir que el tribunal creía que los hombres conspiraron juntos para buscar financiamiento libio para la campaña de Sarkozy en 2007, pero que los jueces no estaban convencidos de que el líder conservador fuera culpable de poner en marcha el plan o de que algún dinero libio terminara en su exitosa campaña.

En su lectura del extenso veredicto, la jueza principal del tribunal dijo que Sarkozy permitió que sus colaboradores más próximos se acercaran a las autoridades libias “para obtener o intentar obtener apoyo financiero en Libia con el propósito de asegurar el financiamiento de la campaña”. Él expolítico permaneció de pie mientras la magistrada leía el fallo.

Pero el tribunal dijo también que no podía determinar con certeza que el dinero libio terminase financiando la campaña de Sarkozy. Aun así, según la ley francesa, una trama de corrupción puede seguir siendo delito aunque no se haya abonado el dinero o no pueda probarse, explicó.

Sarkozy, acompañado por su esposa, la cantante y modelo Carla Bruni-Sarkozy, estuvo presente en la sala, que estaba llena de reporteros y de particulares. El exmandatario se sentó en la primera fila de la banca de los acusados. Sus tres hijos mayores de edad también estuvieron presentes.

Sarkozy, quien fue elegido en 2007 pero no logró revalidar su mandato en 2012, negó haber cometido delito alguno durante un juicio que duró tres meses a principios de año. Otras 11 personas, incluidos tres exministros, estaban acusadas.

A pesar de los múltiples escándalos legales que han empañado su legado presidencial, Sarkozy sigue siendo una figura influyente en la derecha francesa y en el mundo del entretenimiento, gracias a su matrimonio con Bruni-Sarkozy.

Presunto financiamiento libio

Las acusaciones se remontan a 2011, cuando una agencia noticiosa libia y el propio Gadhafi dijeron que su país había canalizado en secreto millones de euros a la campaña de Sarkozy en 2007.

En 2012, el medio de investigación francés Mediapart publicó lo que dijo era un memorando de inteligencia libio que hacía referencia a un acuerdo de financiamiento de 50 millones de euros. Sarkozy calificó el documento de falsificación y presentó una demanda por difamación. El tribunal dictaminó el jueves que “ahora parece más probable que este documento sea una falsificación”.

Los investigadores también examinaron una serie de viajes a Libia de personas cercanas a Sarkozy cuando fungió como ministro del Interior, entre 2005 y 2007, incluido su jefe de gabinete.

En 2016, el empresario franco-libanés Ziad Takieddine dijo a Mediapart que había entregado maletas llenas de dinero en efectivo desde Trípoli al Ministerio del Interior francés de Sarkozy. Más tarde se retractó de su declaración.

Esa rectificación es ahora objeto de una investigación independiente sobre posible manipulación de testigos. Tanto Sarkozy como su esposa fueron acusados de forma preliminar por su participación en presuntos esfuerzos para presionar a Takieddine. Ese caso aún no ha llegado a juicio.

Takieddine, que era uno de los coacusados, murió el martes en Beirut. Tenía 75 años. Había huido a Líbano en 2020 y no asistió al juicio.

La fiscalía alegó que Sarkozy se había beneficiado conscientemente de lo que describió como un “pacto de corrupción” con el gobierno de Gadhafi.

El dictador libio fue derrocado y asesinado en un levantamiento en 2011, que puso fin a su gobierno de cuatro décadas en el país del norte de África.

Sarkozy denunció un “complot”

El juicio arrojó luz sobre las conversaciones secretas entre Francia y Libia en la década de 2000, cuando Gadhafi buscaba restablecer los lazos diplomáticos con Occidente. Hasta entonces, Libia era considerada un estado paria.

Sarkozy ha desestimado las acusaciones por considerarlas políticamente motivadas y basadas en pruebas falsas. Durante el juicio, denunció un “complot” que, según él, fue orquestado por “mentirosos y estafadores”, incluido el “clan Gadhafi”.

El exmandatario sugirió que las acusaciones de financiamiento electoral ilegal eran una represalia por su llamado, como presidente de Francia, a la destitución de Gadhafi.

Sarkozy fue uno de los primeros líderes occidentales en abogar por una intervención militar en Libia en 2011, cuando las protestas prodemocráticas de la Primavera Árabe se extendieron por el mundo árabe.

“¿Qué credibilidad se puede dar a tales declaraciones marcadas por el sello de la venganza?”, preguntó Sarkozy en comentarios durante el juicio.

Despojado de la Legión de Honor

En junio, Sarkozy fue despojado de su medalla de la Legión de Honor, la más alta distinción de Francia, tras su condena en otro caso.

Anteriormente, fue declarado culpable de corrupción y tráfico de influencias por intentar sobornar a un magistrado en 2014 a cambio de información sobre un caso en el que estaba implicado.

Fue condenado a llevar un brazalete de monitoreo electrónico durante un año. Se le concedió la libertad condicional en mayo debido a su edad, lo que le permitió quitarse el dispositivo electrónico después de poco más de tres meses.

En otro proceso en su contra, Sarkozy fue condenado el año pasado por financiamiento electoral ilegal en su fallido intento de reelección en 2012. Fue acusado de gastar casi el doble del máximo permitido por la ley y fue sentenciado a un año de prisión, de los cuales seis meses fueron suspendidos.

Sarkozy ha negado las acusaciones. Recurrió ese fallo ante el Tribunal de Casación y la apelación está pendiente de resolución. AP

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