Crece escándalo por reunión secreta de cancilleres israelí y libio
JERUSALÉN, 29 agosto — El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ordenó el martes que toda reunión diplomática secreta sea aprobada de antemano por su oficina, dijo su vocero, cuando el gobierno busca contener el escándalo provocado por la revelación de un encuentro del canciller israelí con su contraparte libia.
La revelación por parte de Israel del primer encuentro conocido entre los cancilleres de ambos países provocó manifestaciones furiosas en las calles de varias ciudades libias, y la ministra del Exterior libia Najla Mangoush debió huir a Turquía por su seguridad. El primer ministro libio Abdul Hamid Dbeibah, jefe de uno de los dos gobiernos rivales del país, dijo que suspendía a Mangoush al difundirse la noticia del encuentro. Libia tiene una trayectoria de hostilidad implacable hacia Israel.
La orden de Netanyahu a todos los ministerios dice que deben solicitar la aprobación de su oficina antes de mantener conversaciones políticas encubiertas. También exige que Netanyahu dé personalmente su visto bueno a la publicación de noticias relativas a reuniones tan delicadas. Un colaborador del primer ministro, Topaz Luk, dijo que se dio la orden debido a las consecuencias del escándalo con Libia. No se sabe si Netanyahu estaba enterado de antemano del encuentro entre Eli Cohen y Mangoush.
El ministerio del Exterior israelí informó que Cohen y Mangoush se reunieron la semana pasada en Roma en lo que calificó de paso “histórico” hacia la normalización de las relaciones bilaterales. Habiendo celebrado relaciones diplomáticas con los reinos árabes del Golfo Pérsico, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin durante el gobierno estadounidense de Donald Trump, el gobierno de Netanyahu quiere hacer lo mismo con Arabia Saudí y otros Estados árabes para cambiar su estatus en un vecindario que siempre le ha sido hostil y poner fin al aislamiento regional.
Pero la reacción adversa fue un recordatorio flagrante de que, a pesar de la mejoría de las relaciones con los gobiernos árabes, muchos ciudadanos comunes de la región aún se oponen a estrechar los lazos con Israel.
A pocas horas de a revelación, Mangoush volaba a Turquía, Dbeibah anunciaba su suspensión y la oposición en Israel aprovechaba la oportunidad para criticar al ministro y su falta de discreción.