CREES advierte sobre crecimiento desproporcionado del gasto público frente a ingresos fiscales en RD
Por Manuel Jiménez
Santo Domingo, 30 de marzo. Entre 1990 y 2024, el gasto del Gobierno central de la República Dominicana ha crecido a un ritmo superior al de sus ingresos fiscales, lo que ha generado déficits persistentes en las finanzas públicas.
Así lo revela un análisis del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), el cual señala que mientras los ingresos fiscales aumentaron en un 2,528% —equivalente a 26 veces más—, el gasto público se multiplicó por 29 en el mismo período.
Para cubrir esa diferencia, el Gobierno ha recurrido de forma constante al endeudamiento. Sin embargo, CREES advierte que el problema no radica únicamente en cuánto se gasta, sino en cómo se distribuye ese gasto.
Según la entidad, el crecimiento ha estado fuertemente impulsado por el gasto corriente, que incluye nómina, subsidios, compra de bienes y servicios, y el pago de intereses de la deuda.
En cifras, el gasto corriente pasó de US$415.2 millones en 1990 a US$21,150 millones en 2024, un incremento del 4,993%, mientras que el gasto de capital, destinado a inversiones en infraestructuras y equipos, creció un 657%, pasando de US$413.9 millones a US$3,133.7 millones, de acuerdo con los datos presentados por CREES.
Esta tendencia implica que una proporción significativa de la deuda ha sido utilizada para financiar consumo inmediato, lo que —según el centro de estudios— no representa una política financiera sostenible.
Desde la perspectiva de CREES, este enfoque incrementa la presión fiscal futura al traducirse en más impuestos para hogares y empresas, afectando su capacidad de ahorro, inversión y generación de riqueza.
El organismo señala que este patrón reduce el espacio fiscal necesario para impulsar proyectos de infraestructura que puedan dinamizar el desarrollo económico. En lugar de continuar utilizando deuda para mantener el aparato burocrático estatal, CREES recomienda implementar medidas que busquen reducir el gasto, evaluarlo y mejorar su calidad.
Finalmente, el centro sugiere que la inversión en capital no debe depender exclusivamente del Estado. Propone que se fomente la participación del sector privado bajo esquemas de licitaciones transparentes, especialmente en áreas como educación, salud pública y el sector eléctrico, donde —según su análisis— el control estatal no siempre garantiza servicios de calidad ni menores costos. El objetivo, concluye CREES, debe ser lograr mejores servicios e infraestructura con una menor carga fiscal para los ciudadanos.

CREES: RD lidera en América Latina en carga tributaria basada exclusivamente en impuestos
La República Dominicana es el país de América Latina donde el peso de los impuestos representa el mayor componente dentro de su presión tributaria, según un análisis del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) basado en datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
A diferencia de otros países de la región, donde los ingresos tributarios incluyen aportes a la seguridad social e incluso beneficios provenientes de actividades extractivas como la minería o los hidrocarburos, en República Dominicana el 98.2% de la presión tributaria proviene directamente del cobro de impuestos, señala CREES. Este porcentaje supera ampliamente el promedio regional, donde solo el 77.9% corresponde a impuestos, y el resto a ingresos no impositivos.
El informe de CREES destaca que en países como Brasil, Uruguay y Costa Rica, más del 25% de la presión tributaria se compone de ingresos derivados de la seguridad social. Aunque estos aportes son obligatorios, no tienen la misma función ni estructura que los impuestos tradicionales, ya que suelen estar dirigidos a fines específicos como pensiones y servicios médicos.
En contraste, República Dominicana opera bajo un sistema de capitalización individual para la seguridad social, lo cual representa —según CREES— un avance respecto a los esquemas de reparto que aún predominan en gran parte de la región. En este modelo, los aportes de los trabajadores no ingresan al presupuesto del Estado ni se computan como ingresos fiscales, sino que son gestionados por entidades privadas, conservando su rol de protección social sin convertirse en una carga directa sobre el fisco.
Esta característica explica por qué, aunque en las comparaciones internacionales la presión tributaria dominicana puede parecer baja, el peso real de los impuestos sobre los contribuyentes es significativamente mayor de lo que indican los datos agregados sin distinción, advierte CREES.
El centro de estudios económicos subraya que para evaluar correctamente los sistemas fiscales no basta con medir cuánto se recauda, sino también cómo se recauda. Distinguir entre impuestos puros e ingresos parafiscales o no impositivos es esencial para evitar errores en el diagnóstico y para diseñar políticas fiscales que realmente contribuyan al desarrollo económico sostenible.
