CREES: Exenciones fiscales reflejan un sistema tributario distorsionado, no son el verdadero problema
Por Manuel Jiménez
Santo Domingo, 5 diciembre. – Las exenciones fiscales otorgadas a través de leyes especiales en la República Dominicana no deben ser vistas como el problema principal del sistema tributario, sino como el síntoma de fallas estructurales más profundas.
Así lo sostiene el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) en un análisis publicado en su portal digital, donde enfatiza la necesidad de replantear el enfoque con el que se discuten y aplican estos incentivos.
Según el CREES, el tratamiento legislativo a las leyes que otorgan exenciones debería partir del análisis de por qué los agentes económicos que operan o desean invertir en el país sienten la necesidad de acogerse a estos beneficios.
En palabras del centro, “sin rodeos, es necesario preguntarse: ¿qué falla en el sistema que hace que, sin los beneficios de las llamadas leyes de incentivo, prefieran llevarse sus capitales a otras economías o no traer las inversiones a República Dominicana?” .
El centro de pensamiento económico considera que la proliferación de privilegios fiscales a través de leyes especiales es evidencia clara de distorsiones en el orden institucional, ya que tales medidas tienden a favorecer a ciertos sectores en detrimento de otros.
Sin embargo, subraya que, más allá de ese debate, lo fundamental es reconocer que estas exenciones son una confirmación de que el régimen tributario dominicano es “altamente penalizador”, lo que obliga a ofrecer una especie de “salvavidas tributario” para viabilizar inversiones de gran escala .
En su análisis, el CREES también advierte que la demanda de exenciones está estrechamente vinculada con los altos costos provocados por mercados distorsionados.
Cita como ejemplos el mercado laboral, el eléctrico, el de hidrocarburos y el transporte de carga, todos afectados por regulaciones que encarecen significativamente el costo de vida y de hacer negocios en el país.
A esto se suman las ineficiencias institucionales, como los altos costos de transacción derivados de trámites, permisos y la lentitud del sistema judicial.
“La demanda de exenciones, en resumen, refleja los costos y las distorsiones que imponen leyes y regulaciones”, apunta el centro, reiterando que estas prácticas no son una anomalía aislada, sino una respuesta racional a un entorno económico que penaliza la inversión y la producción formal.
Para el CREES, cualquier revisión futura al régimen fiscal debe ser cuidadosamente diseñada. El enfoque debe ir más allá de la eliminación de exenciones y centrarse en una verdadera reforma estructural que simplifique el sistema tributario, reduzca tasas impositivas, elimine impuestos distorsionadores y de baja recaudación, y facilite el cumplimiento tributario tanto para los contribuyentes como para la administración.
“El sistema tributario dominicano genera informalidad, incentiva la evasión y la elusión, y motiva la existencia de leyes y contratos especiales que otorgan exenciones”, señala la entidad.
En consecuencia, concluye que el sistema “no funciona”, y en vez de seguir aplicando parches, es necesario rediseñarlo por completo para que sea un verdadero instrumento de competitividad y desarrollo económico.
En su reflexión final, el CREES sostiene que un sistema institucional eficiente, que promueva la cooperación voluntaria y la coordinación en los mercados, es clave para lograr crecimiento económico sostenido.
Resalta que las relaciones libres y voluntarias fortalecen la cohesión social y que la verdadera “paz social” se logra cuando las personas pueden trabajar, producir e intercambiar sin obstáculos artificiales creados por normativas ineficaces.
En ese sentido, advierte que las leyes que generan distorsiones no solo afectan la economía, sino que también frenan el avance hacia la prosperidad colectiva.


