CREES: Reforma fiscal debe priorizar sostenibilidad y evitar enfoque meramente recaudatorio

Santo Domingo, 10 enero. – El inicio del año 2025 plantea una serie de desafíos para la economía dominicana, con reformas estructurales como prioridad para garantizar la sostenibilidad fiscal y el crecimiento económico. Según el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), una de las áreas clave es la reforma al sistema impositivo, que debe diseñarse como un mecanismo para reducir la informalidad, la evasión y la elusión fiscal, evitando ser simplemente una medida recaudatoria.

La implementación de una reforma tributaria debe evitar convertirse en una carga pesada para hogares y empresas formales. «Si esta reforma es solo recaudatoria, se perderá la oportunidad de mejorar el clima de inversión y construir un sistema tributario sostenible», advirtió el CREES.

Además, alertan que una reforma mal diseñada podría desgastarse rápidamente, erosionando las bases de recaudación y perjudicando las finanzas públicas a mediano plazo.

El CREES también sugiere eliminar el párrafo II del artículo 5 de la Ley 35-24 de Responsabilidad Fiscal, que actualmente permite flexibilizar el control del gasto público, debilitando la única regla fiscal que busca limitar el gasto primario. Este ajuste sería un paso clave para consolidar la disciplina fiscal del país.

Para 2025, el enfoque fiscal debería centrarse en romper el círculo vicioso del aumento simultáneo de ingresos y gastos, que perpetúa déficits financiados con mayor endeudamiento. «El ajuste fiscal debe reducir la deuda y estabilizar las finanzas públicas, un objetivo crítico considerando los déficits persistentes que superan el 3% del PIB en años recientes», sostuvo el CREES.

El organismo enfatiza que el compromiso con una consolidación fiscal efectiva será crucial, ya que los intereses de la deuda representan una carga creciente para el presupuesto público.

El aumento en los rendimientos de los bonos soberanos a nivel internacional es una señal de advertencia para la economía dominicana. Según datos del CREES, los bonos del país con vencimiento en 2036 incrementaron su rendimiento de 5.73% en septiembre de 2024 a 6.68% en enero de 2025. Este comportamiento refleja las mayores exigencias de los inversores internacionales debido a la persistencia de la inflación global.

«Los bancos centrales enfrentan un dilema complejo: controlar la inflación sin frenar el crecimiento económico. Este panorama presiona las tasas de interés y encarece el endeudamiento soberano», explicó el CREES.

La inflación continúa siendo un desafío tanto a nivel local como internacional. En 2024, la inflación subyacente en República Dominicana se mantuvo entre 3.9% y 4%, una métrica clave para evaluar el impacto de la política monetaria. Sin embargo, de acuerdo al CREES, la expansión de los agregados monetarios en el último trimestre de 2024, combinada con la liberalización del encaje legal, ha generado preocupación por posibles presiones inflacionarias adicionales en 2025.

«Es probable que el peso dominicano continúe depreciándose, con estimaciones oficiales de un 5.5% durante este año. Este comportamiento estará influido por las políticas monetarias tanto locales como internacionales», indicó el CREES.

Además, las reservas internacionales cerraron en 2024 con una disminución de US$2,075 millones en comparación con 2023, un factor que podría limitar la capacidad del Banco Central para intervenir en el mercado cambiario.

Reformas estructurales y crecimiento económico

El crecimiento sostenido en 2025 dependerá de reformas que reduzcan los costos estructurales en sectores clave como el mercado laboral, transporte, combustibles y distribución eléctrica. Según el CREES, estas reformas son fundamentales para aumentar la productividad y reducir la dependencia del país de factores externos.

«En 2024, la economía creció un 5%, pero tras un débil desempeño de 2.2% en 2023. Mantener un ritmo de crecimiento similar en 2025 requerirá un enfoque en reformas estructurales, no en estímulos monetarios ni mayor gasto público», advirtió el organismo.

A nivel global, la economía estadounidense podría crecer entre 2.3% y 2.5%, dependiendo de políticas de desregulación y reformas fiscales, según analistas citados por el CREES. En cuanto al precio del petróleo, se anticipa una tendencia a la baja debido a una mayor oferta y menor riesgo geopolítico, lo que podría beneficiar al mercado energético dominicano.

Por otro lado, el oro mantendrá su rol como refugio de valor, con precios elevados debido a la expansión monetaria internacional. «Las condiciones internacionales del oro representan una oportunidad para el país, considerando la estabilidad de su valor en un entorno inflacionario global», señaló el CREES.

El CREES concluye que el éxito económico de 2025 dependerá de la capacidad de las autoridades para implementar reformas fiscales y estructurales que fortalezcan la sostenibilidad financiera, reduzcan la deuda y promuevan el crecimiento.

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