Crímenes horrendos, aún impunes
Por Juan López
Conocí a Manolo Plata desde muy temprano de su presencia en la base del MPD, zona norte del Distrito Nacional. Fue un personaje que surgió desde las entrañas de la pobreza urbana, mostrando un comportamiento típico de esos que los Sociólogos Marxistas definieron siempre como Lumpen Proletario. Marx llegó a definir ese personaje social como alguien capaz de acometer acciones heroínas con la misma facilidad que traiciones y crímenes extremos. Así lo percibí en sus múltiples incursiones en la UASD, lugar donde su accionar provocaba muchas y rápidas simpatías, en algunos, por su heroísmo al frente de las estructuras barriales denominadas CRC (Comandos Revolucionarios Clandestinos)
Pronto adquirió gran liderazgo entre los integrantes de estos Comandos y como resultante de ese tipo de crecimiento, también en las estructuras de cuadros del Partido, llegando a formar en tiempo récord, parte de sus mecanismos dirigentes en dicha Zona Norte Distrital
Maximiliano Gómez se convirtió en un objetivo de EU a partir de que sus estrategas en nuestro País lo identificaran como alguien que habiendo surgido desde :abajo, fue capaz de hacer crecer su liderazgo conjugando el análisis de la realidad concreta de la época con una visión científica de nuestra historia y a partir de esa conjugación política-social, mostrarse decidido a luchar por alcanzar el poder y ejercer con igual sentido la capacidad de acercar a todos quienes coincidían plenamente en acometer sus próximos objetivos. Como los pasajeros de un Tren en marcha, en el cuál todos los ocupantes que viajan hasta una misma Estación, corren iguales riesgos durante y hasta completar ese trayecto. El perfil mostrado por Maximiliano Gómez era inaceptable para el Imperio.
Mirian Pinedo, viuda de Otto Morales, segundo dirigente del Partido, era una mujer muy atractiva y amistosa. Generaba mucha simpatía entre los hombres del Partido, a pesar de ser la esposa de uno de los dirigentes más respetados y admirados en los medios revolucionarios de la época. Fallecido Otto y ella en el exilio su status de mujer admirada creció, tal vez por el rol que le tocó desempeñar entonces. La conocí y traté muy de cerca, porque yo compartí muy íntimamente con Otto y además éramos concuñados por ser entonces el novio consentido de Xiomara, la hermana menor de Mirian. Cultivé una relación muy cercana con ambos. El Moreno, por ser yo uno de los responsables de su logística de seguridad (mi condición de dirigente estudiantil de la UASD, amigo de varios profesores, colaboradores del Partido me brindaba ese espacio) Muchas veces compartíamos ellos y yo dormitorios, en los lugares de seguridad que a ambos le buscaba y eso me permitió conocerle más y profundizar algunos temas.
A Manolo lo traté de cerca porque siempre lo percibí como un verdadero Lumpen y como tal, un factor de riesgo para el crecimiento cualitativo y prestigio del Partido en el ámbito universitario (Estudiantes, empleados y Profesores). Políticamente yo odiaba el mensaje que inducía en esa Institución con su presencia. También lo conocí en el trajinar militar, actividades éstas propias de la táctica y accionar de un partido en guerra y siempre creí que su conducta no era compatible con la de un militante social interesado en gestar cambios positivos para las mayorías.
Por todo lo antes expuesto sobre ellos y sus circunstancias, concluyo pensando que Maximiliano Gómez y Mirian Pinedo fueron víctimas de los servicios de espionaje y represión internacionales, dirigidos por el poder de EU, usando para llevar a cabo semejante actos criminales entre sus implementos de acción a Manolo Plata y sus acólitos, estos últimos, conscientes o no.
En cuanto a Mirian, pudo haber sido una víctima fatal por partida doble : Ser testigo del crimen de Maximiliano y pretendida como amante por un decepcionado Lumpen, cuyo pseudónimo era Manolo Plata. La historia aún parece nueva, pero madurará.
El autor fue secretario general de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) y del Frente Estudiantil Flavio Suero, vocero del MPD en el Bloque de la Dignidad Nacional y en el Acuerdo de Santiago junto a Carmen Mazara