Crisis en Haití: Falta de seguridad fronteriza impide el control del tráfico de armas hacia el país

Santo Domingo, 7 de marzo – La fragilidad de las fronteras haitianas sigue siendo un factor determinante en la crisis de seguridad que afecta al país caribeño. Un reciente artículo publicado por el diario haitiano The Nouvelliste, titulado «Haití: Fronteras entregadas a traficantes de armas y millones en vehículos blindados», pone de manifiesto la incapacidad del Estado haitiano para controlar el tráfico de armas y la escasez de recursos para hacer frente a la violencia de las bandas armadas.

La publicación hace referencia a la reciente incautación de un importante cargamento de armas en el puerto de Haina, en República Dominicana, que tenía como destino final Haití.

La Dirección General de Aduanas (DGA) de República Dominicana interceptó un alijo de armamento que incluía 36,000 cartuchos, 18 cargadores para fusil, 13 cargadores calibre 9 mm, un cargador para fusil calibre 50, un silenciador, una caja de pistola y 23 armas de fuego, entre ellas rifles de alto calibre y una ametralladora Uzi.

Este hallazgo pone en evidencia la permeabilidad de la frontera entre República Dominicana y Haití, que sigue siendo utilizada por traficantes para el contrabando de armas, municiones y mercancías ilegales.

Inversión millonaria sin resultados efectivos

El artículo de The Nouvelliste destaca que, a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional y el gobierno haitiano, los resultados en materia de seguridad son prácticamente nulos.

Organismos internacionales han destinado cientos de millones de dólares para reforzar la seguridad en Haití, especialmente a través de la creación de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS). También se han invertido recursos en el fortalecimiento de las capacidades operativas de la Policía Nacional Haitiana (PNH) y de las Fuerzas Armadas de Haití (FAD’H).

Sin embargo, la realidad es que estas inversiones no han logrado frenar el crecimiento de las bandas criminales que controlan alrededor del 80% de Puerto Príncipe y otras zonas estratégicas del país.

Según cifras del artículo, más de 8,000 personas han muerto en Haití entre 2023 y 2024 a causa de la violencia, y más de un millón de ciudadanos han sido desplazados internamente debido a la inseguridad.

El problema del control fronterizo y la falta de tecnología

Uno de los puntos clave en el artículo de The Nouvelliste es la comparación entre los recursos disponibles en República Dominicana y Haití para la detección de tráfico ilícito.

Destaca que la Aduana dominicana logró incautar el reciente cargamento de armas gracias al uso del escáner RAPISCAN Eagle P60-S, una avanzada tecnología fabricada en Estados Unidos que permite inspeccionar hasta 1,000 contenedores en 24 horas.

El costo de este escáner oscila entre 2.5 y 3 millones de dólares, una inversión que, según el diario haitiano, Haití no ha podido realizar debido a la falta de recursos y a la crisis estructural del país.

Aunque países como Francia han intentado cooperar en la mejora de la seguridad portuaria, la realidad es que los puertos haitianos carecen de tecnología avanzada para la inspección de cargamentos, lo que facilita el tráfico de armas.

En la capital, Puerto Príncipe, la falta de control es aún más grave debido al dominio de las bandas armadas sobre la zona costera, lo que hace inviable la instalación de escáneres o equipos de control.

Por otro lado, el puerto de Cabo Haitiano podría ser una alternativa viable para el control de mercancías, pero la seguridad en la región también es precaria, lo que lo convierte en un punto vulnerable para el tráfico de armas y el fortalecimiento de las pandillas.

Banda criminal «Viv Ansanm» y el dominio de Barbecue

El artículo también menciona a Jimmy Cherizier, alias «Barbecue», un ex policía convertido en líder de una de las pandillas más poderosas de Haití. Se recuerda que el 1 de marzo de 2025, Cherizier sobrevivió a un ataque con drones kamikaze y, tras el atentado, declaró que había adquirido un nuevo grupo armado llamado «Viv Ansanm».

Las declaraciones de Barbecue reflejan el estado actual del crimen organizado en Haití, donde las pandillas han desarrollado redes sofisticadas de tráfico de armas y cuentan con financiación suficiente para adquirir equipamiento militar avanzado. Según The Nouvelliste, las rutas de tráfico de armas hacia Haití pasan en gran medida por República Dominicana, donde el contrabando se mezcla con el comercio regular, lo que dificulta su detección.

Corrupción en las fuerzas del orden y participación de agentes policiales

Una de las revelaciones más impactantes del artículo es la complicidad de algunos agentes de seguridad en el tráfico de armas. Se menciona que en muchos casos, las armas y municiones que llegan en tránsito a República Dominicana son transferidas a camiones que se dirigen a Haití, y que en algunos de estos transportes los conductores y escoltas son policías haitianos.

Según fuentes anónimas citadas por The Nouvelliste, algunos policías reciben pagos de miles de dólares para facilitar el tránsito de armas ilegales, lo que pone en peligro la seguridad de sus propios compañeros y agrava la crisis de violencia en el país.

Además, la relación entre la Policía Nacional Haitiana (PNH) y las autoridades aduaneras no es la mejor. Se reportan casos de contrabandistas que han atacado y maltratado a agentes aduaneros sin que la policía intervenga para protegerlos.

Frontera vulnerable: Falta de personal y control

Haití cuenta con 392 kilómetros de frontera terrestre con República Dominicana, pero la cantidad de efectivos asignados a su resguardo es mínima. Según el informe de The Nouvelliste, la Policía Fronteriza Haitiana (Polifront) tiene menos de 400 miembros, mientras que si se suman otros destacamentos como la BLTS y la UDMO, la cantidad total de agentes no supera los 600 efectivos.

Esta cifra resulta irrisoria considerando el tamaño de la frontera y el nivel de actividad del contrabando. En comparación, República Dominicana cuenta con el Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT), el cual tiene miles de agentes patrullando la zona y cuenta con recursos adicionales como drones y vigilancia tecnológica.

El papel de la ONU y el futuro de la seguridad en Haití

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha manifestado su preocupación por la situación en Haití y ha solicitado 908 millones de dólares para operaciones humanitarias en el país. Sin embargo, la viabilidad de estas ayudas depende en gran medida de la capacidad del gobierno haitiano para gestionar los fondos y garantizar que los recursos sean utilizados de manera efectiva.

Por su parte, el gobierno haitiano ha destinado 285.4 millones de dólares a la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas para mejorar la seguridad. No obstante, esta cifra sigue siendo insuficiente frente a la magnitud del problema y la creciente influencia de las pandillas en el país.

Conclusión: Un problema que trasciende fronteras

El tráfico de armas hacia Haití no es solo un problema haitiano, sino una cuestión regional que afecta directamente a República Dominicana y a otros países del Caribe. La falta de control fronterizo, la corrupción interna y la debilidad institucional han convertido a Haití en un terreno fértil para el crimen organizado.

Mientras la comunidad internacional intenta encontrar soluciones a la crisis haitiana, el tráfico de armas sigue siendo un factor clave en la expansión de las bandas criminales. Sin un esfuerzo conjunto para reforzar la seguridad en la frontera y en los puertos, la inestabilidad en Haití continuará representando una amenaza para la región.

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