Crisis en Haití pone a Leonel y Danilo en armonía con Abinader

Guarionex Rosa

La necesidad de enfrentar el problema que representa actualmente Haití, con su grave crisis política y social y a punto de que colapse el gobierno provisional, está haciendo que los ex presidentes Fernández y Medina, por primera vez, caminen juntos con Luis Abinader.

La última demostración, el jueves en la Fundación Global, que preside el doctor Fernández, mandó un mensaje de que los dos ven ahora el problema con mayor sintonía que en el pasado cuando el líder opositor se opuso al cierre de la frontera y otras medidas.

Estos hechos dominicanos ocurren cuando se recuerda el próximo lunes 7 el magnicidio del entonces presidente Jovenel Moïse, quien fuera asesinado en horas de la madrugada en su residencia donde estaba con su esposa e hijos, quienes salieron ilesos del percance.

Para el público, la imagen de los líderes políticos juntos, como la anterior en la cual participaron los ex presidentes Hipólito Mejía y Danilo Medina, muestran civilidad y también una clara conciencia de los daños que acarrearía para el país el colapso total en Haití.

Sin embargo, el doctor Fernández separa las cosas. Su imagen diplomática y de consenso con Abinader y otros ex presidentes, no lo libera de autorizar el ruidoso tema de la supuesta quiebra de Senasa, denunciado por el ex senador de su partido, Yván Lorenzo, un ruido nacional.

En Naciones Unidas, el Departamento de Estado y la Organizaciones de Estados Americanos, OEA, existe la creencia de que, con casi el 90 por ciento del país controlado por las bandas armadas, la posibilidad de que el Consejo Provisional caiga es más que posible.

Para la República Dominicana y para el presidente Abinader, quien ha tocado todas las puertas posibles de gobernantes de países amigos y de organizaciones internacionales, la caída del país vecino en manos de las bandas armadas dañaría el comercio y la relación bilateral.

El doctor Fernández es un sabio de la política, pero su rechazo a las decisiones del gobierno de Abinader en el pasado, como su presencia en las últimas elecciones de Venezuela que legitimaron al presidente Maduro en el palacio de Miraflores, no fueron gatas en RD.

Fernández, de quien se cree que aspira a la Presidencia en las elecciones del 2028, está tratando de convertir a su agrupación Fuerza del Pueblo en el principal partido opositor, para de aquí a dentro de tres años, si las circunstancias lo permiten, buscar la Presidencia por cuarta vez.

Todavía tiene la posibilidad de acudir a su carismático hijo, Omar Fernández, quien a diferencia, tiene tasa cero de rechazo, experiencia legislativa y frescura facial. Actualmente es el senador de la capital. Le ganó ampliamente a Guillermo Moreno, un político de experiencia.

Al corregir esos pasos, el ex gobernante posiblemente piensa en las ventajas que tendría para su causa una relación más suave con el presidente Abinader, quien ha dicho y reiterado que no concurrirá a una segunda reelección en el 2028. Eso sabe a miel para Fernández.

Fernández, quien sufrió en carne propia la acrimonia de un sector haitiano cuando visitó ese país en el 2025, ataque armado que se le atribuyó al ex oficial de la Policía Guy Philippe, alentó algunas obras para beneficio de los haitianos como fue la Universidad de Cabo Haitiano.

Es posible que ante la gravedad de la situación haitiana, los tres ex presidentes le hayan dado la razón a Abinader en el sentido de que los problemas del vecino país no son la incumbencia de la RD para solucionarlos, además de que solamente una fuerza multinacional podría encararlos.

Las grandes potencias del mundo que dominan el Consejo de Seguridad de la ONU han evitado comprometerse en apoyo de una fuerza multinacional. Otros países se han decantado por ayuda tangencial, como enviar policías o entrenar en sus territorios a policías y militares de Haití.

Listín Diario

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