Crisis Haití representa peligro para seguridad RD
Ramón Núñez Ramírez
Afortunadamente fue el presidente Luis Abinader, que no pueden tacharlo de racista o anti-haitiano, quien en su discurso ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, destacó el impacto de la crisis haitiana en el país: “quiero repetirlo para que se grabe en la memoria de esta solemne sesión en el Salón de las Américas: la crisis que desborda las fronteras de Haití es una amenaza para la seguridad nacional de República Dominicana” y efectivamente lo es por la situación actual, pero antes de las bandas armadas y las protestas, Haití ya representaba un peligro para la seguridad del país.
Desde que ciertos sectores económicos descubrieron esa mano de obra relativamente barata y productiva, desde el momento que los llamados a custodiar la frontera, los militares, encontraron una formidable fuente de ingreso dejando entrar a los indocumentados, la inmigración masiva se constituyó en un peligro para el mercado laboral y hoy vemos cómo en la construcción, la agricultura y hasta las actividades informales los haitianos han sustituido a los dominicanos y gracias a ello los salarios no suben en términos reales y se ha retrasado la modernización de la agricultura y la industrialización de la construcción.
En la medida que esa inmigración crece y se reproduce amenaza con incrementar los actos delictivos y constituirse, hoy, en una minoría importante, que representa un lastre para el desarrollo, y en pocas décadas una mayoría que amenazaría nuestra cultura, idiosincrasia, los recursos naturales y la paz social.
Obviamente que el problema se ha agravado desde que Haití pasó de ser un Estado fallido a uno moribundo, donde las bandas armadas controlan prácticamente todo el territorio y el hambre ha lanzado a las calles a masas violentas que asaltan y están destruyendo propiedades; en esa medida el peligro aumenta pues las bandas pueden establecer en nuestro territorio una “cabeza de playa” o se puede producir una estampida de miles de haitianos huyendo del caos y nuestros militares no están preparados parta afrontar una situación de esa naturaleza..
La comunidad internacional ha mostrado insensibilidad y baste la celebración de la 77ª Asamblea General de las Naciones Unidas donde el tema de Haití estuvo ausentes del discurso del Presidente Francés Emmanuel Macron, nación con una gran deuda frente Haití, tampoco hicieron mención los más destacados mandatarios Latinoamericanos y el Presidente norteamericano Joseph Biden se limitó a una escueta mención: “seguimos firmes junto a nuestro vecino Haití que enfrenta la violencia política atizada por las pandillas y una enorme crisis alimentaria”, pero no concluyó con alguna propuesta,
Esta semana el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió para conocer la crisis de Haití, la exposición del ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, estuvo enmarcada en la posición que ha sostenido el Presidente Luis Abinader en diferentes foros; no parece que la comunidad internacional este presta a una intervención militar, eso no quita que el Gobierno siga insistiendo o incluso hacer lobísmo con los países amigos del Consejo, pero entretanto no distraer el tema fronterizo, fortaleciendo la presencia militar pesada, acelerar la construcción del muro y aplicar la Ley de Migración para enviar un mensaje contundente a los países que pueden contribuir a la pacificación y la reconstrucción de Haití.
Fuente el Hoy