De la tiniebla de Marranzini al faro luminoso de Ho Chi Minh
Miguel Mejía
Hanoi, Vietnam. No podía faltar a la honrosa invitación del Partido Comunista de Vietnam para acompañar al heroico pueblo vietnamita en la celebración del 80 aniversario de su independencia. Este desplazamiento a un lugar tan lejano en distancia geográfica y cercano en amistad no me desvincula ni por un segundo de los temas nacionales de mi Patria, sobre todo el tema de la profunda crisis del sistema eléctrico que atraviesa la República Dominicana como consecuencia, fundamentalmente, de la incapacidad mostrada y las limitaciones obvias de Celso Marranzini, administrador general de la Central Termoeléctrica Punta Catalina y presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED).
Varios factores se conjugan en esta crisis: técnico, económico, y, sobre todo gerencial, y como resultado largas tandas de apagones que originan diversas protestas de sectores populares del país. En estos factores se inscriben las salidas de las plantas 1 y 2 de la termoeléctrica por supuesto mantenimiento; y decimos supuesto porque se alude a pinches en las tuberías de calderas, pero estas tuberías no son reemplazadas por nuevas sino tapadas con revestimiento, lo que mantiene el riesgo de afectación. La entrada de sargazo es otra de las señaladas razones, sin embargo, esta situación indica que las mallas protectoras están en mal estado o no existen; el aumento de la demanda que es una realidad, debe encontrar respuesta en una real planificación, en fin, a ninguna de las causales que se señalan como generadora de la profunda crisis eléctrica ha habido ni habrá respuesta adecuada, porque, reitero, el asunto de fondo es la demostrada incapacidad del señor Marranzini. Mientras ese señor esté al frente del sistema eléctrico nacional, el pueblo vivirá en tinieblas.
Metafóricamente, me animo a expresar que, en mi cuarto del hotel al escribir este artículo no tengo el sobre salto de la interrupción del servicio eléctrico, porque lo hago de la tiniebla de Marranzini al faro luminoso de Ho Chi Minh, concluyendo que cuando los ideales políticos e ideológicos, éticos y morales, el amor por la patria y el interés colectivo mueven la acción, no hay interés individual o grupal que pueda estar por encima.
Pese a la lamentable tiniebla en mi país, reconozco el esfuerzo del señor presidente Luis Abinader que, preocupado por la situación, ha priorizado la salud mental declarándola de interés nacional, por el alto índice de homicidios, suicidios, feminicidios y felicidios que están ocurriendo. Toda esta desgracia tiene mucho que ver con la calidad de los servicios públicos y el desmejoramiento de la calidad de vida del dominicano, sobre todo lo que respecta al servicio energético que está ocasionando un impacto negativo desesperante en la dinámica diaria de nuestros conciudadanos, principalmente en su estado psicoemocional.
Nos preguntamos: ¿Cómo puede pensar bien una persona que en las noches no puede conciliar el sueño para su necesario descanso, por falta de la energía eléctrica? ¿Cómo puede alimentarse o curarse de determinada enfermedad un ciudadano o ciudadana que se le descomponen las provisiones y medicamentos en el refrigerador por falta de la energía eléctrica? ¿Cómo están siendo afectadas las pequeñas y medianas empresas por falta de la energía eléctrica? ¿Cómo puede el aparato productivo nacional alcanzar niveles de desarrollo, cuando el tema energético es fundamental para lograrlo?
Como podemos ver, el asunto es de alta prioridad. Y como tal, demanda soluciones de elevada decisión política. Ante la reincidente incapacidad del incumbente frente al sistema energético dominicano, el señor presidente debe asumir su elevada decisión para que el pueblo dominicano no siga padeciendo la tiniebla de Marranzini.
El faro luminoso de Ho Chi Minh
El líder de la independencia de Vietnam marcó con su ejemplo de vida y de lucha revolucionaria un hito en la historia heroica del pueblo vietnamita que ha irradiado la historia universal.
El 2 de septiembre de 1945 el presidente Ho Chi Minh proclamó la independencia de la República Democrática de Vietnam, hoy República Socialista de Vietnam, y dio a conocer al mundo el nacimiento de una nación independiente, libre y soberana, donde el Partido Comunista de Vietnam -PCV- conduce su desarrollo sobre los grandes valores históricos y prácticos de la visión política de su líder, ejecutando su política de renovación, definida en el “Doi Moi”, avances en la economía, fortaleciendo la unidad y reestructuración partidaria, la lucha contra la corrupción y ampliando su diplomacia de paz, ejemplo para el mundo.
Debemos aprender del heroico pueblo vietnamita que demostró en esa histórica ocasión, y avanza con firmeza y determinación, que no hay imperialismo invencible cuando se pone en alto la voluntad política, inteligencia humana, firmeza ideológica y capacidad de unidad, todo lo cual le permitió en ardua batalla lograr la victoria frente al entonces ejército más poderoso del mundo.
Este faro de luz es para Latinoamérica, el Caribe y el mundo, ejemplo histórico, político, ideológico; de firmeza y sacrificio, ética y moral revolucionaria. Nos irradia hoy más que nunca como guía frente a los retos y desafíos que nos presenta el mundo y los signos de los nuevos tiempos.
Con nuestra presencia en la capital política de Vietnam en la ocasión de esta importante celebración de su fiesta nacional, reafirmamos nuestros tradicionales lazos de amistad con el Partido, el gobierno y su heroico pueblo, contribuyendo desde nuestro espacio político al fortalecimiento de las relaciones entre los pueblos vietnamita y dominicano.
El Caribe