Democracia, guitarra y violín
Pablo McKinney
Es asunto de guitarra y violín, cosa de estar en la oposición o estar en el gobierno. El PRM y los dos PLD, por ejemplo. Claro que podríamos citar aquí, aquello de que “quien a hierro mata a hierro muere”, pero no sería correcto, además de injusto, pues el asunto es más grave que la destrucción del buen nombre de un funcionario público, comunicador o comunicadora, ya que trasciende la individualidad para llegar a la colectividad, a la democracia.
Para echar en falta la democracia, nada tan didáctico como una dictadura -con o sin respaldo electoral-, y hacia ella marchamos en la Rusia de Putin, la Turquía de Erdogan, la Hungría de Orbán, la Polonia de Kaczynski, y en América los Bolsonaro, Maduro, Ortega, Milei… todos electos voto a voto.
Hacía allá marchamos los dominicanos para 2028 o 2032, y quien lo dude, que pregunte a sus hijos/ sobrinos/vecinos qué opinan de la democracia, y confirmará que se sienten ahijados de Bukele, “nostalgian” por Trujillo. Para ellos, Balaguer, -el más ilustrado delfín de la satrapía trujillista-, fue un abuelito bueno, que “vivía en un parteatrá” y detenía la corrupción “en la puerta de su despacho”, aunque hubiese enriquecido a unos “patriotas” (-el estilo permanece aún-) que se encargaban de todo lo que tenía que ver con sus gastos personales y campañas políticas. No tenía nada y lo tenía todo.
La sociedad digital horizontalizó la información (¡aplausos!) pero a cambio entregó a cada ciudadano la posibilidad de crear gratuitamente sus medios y canales, y utilizarlos para lo que considere su mejor provecho, que incluye la información, pero también la manipulación, la extorsión, el sicariato o, en su mejor versión, la estrategia de condicionar la opinión pública y convencerla de que el partido de gobierno (antes del PLD y ahora el PRM, por ejemplo) es una banda de delincuentes con excepciones, pero delincuentes, por acción u omisión.
Mirando a la historia dominicana de los últimos 50 años, descubrimos que el gobierno más corrupto de todos… es el que pasó, el más reciente. Desde los 500 millonarios de los Doce Años de Balaguer, hasta los ocho del PRD, y sus millonarios con chaqueta y chalina ancha. Hagan memoria, y recuerden cómo terminó el gobierno de Mejía, o esos últimos cuatro años de los gobierno de Fernández (2008-2012) o Medina (2016-2020). En fin, que es la democracia, estúpidos, es la democracia.
Listín Diario