Demolido por completo el sector Monte Verde (Mata Mosquito) en Bávaro: un desalojo masivo deja a cientos sin hogar
Por la Redacción
Bávaro, Punta Cana | 24 de abril de 2025. – En medio del estruendo de maquinaria pesada y el dolor de cientos de familias desplazadas, el sector Monte Verde, conocido popularmente como Mata Mosquito, ha sido prácticamente borrado del mapa.
El lugar, ubicado en el litoral de Bávaro, Punta Cana, fue escenario de un desalojo masivo que culminó con la demolición de más de 300 edificaciones en apenas dos días, desde la mañana del pasado martes.
Casas improvisadas, colmados y construcciones de hasta tres niveles fueron reducidas a escombros en un operativo que dejó una estampa de desolación y desamparo. Entre los restos: ajuares personales, electrodomésticos y prendas de vestir aplastadas bajo piedras, mientras los afectados expresaban su frustración e incertidumbre.
Las acciones, ejecutadas con el respaldo de militares del Ejército, agentes de la Fuerza de Defensa y de la Policía Nacional, militarizaron la zona, restringiendo incluso el acceso a la prensa. Camiones y camionetas cargados con lo que pudo rescatarse transitaban constantemente por las improvisadas salidas del barrio, mientras maquinaria pesada continuaba los derrumbes.
“Esto es el fin de Mata Mosquito”, expresaba un residente con impotencia al ver su hogar hecho polvo. Muchos de los desplazados aseguran haber vivido en el área durante cinco, diez y hasta quince años, sin que hasta el momento se sepa con certeza quién ordenó la intervención ni bajo qué base legal se ejecutó.
El regidor Dionicio López, quien ha seguido de cerca la situación desde antes de la marcha del 30 de marzo, sugiere que se trata de la continuación de un plan mayor. “Es evidente que no hay papeles de propiedad aquí, pero también hay gente que invirtió mucho en sus viviendas. Hoy todo ha desaparecido sin previo aviso”, comentó.
La confusión crece entre los moradores, muchos de los cuales son inmigrantes haitianos indocumentados, pero también hay dominicanos perjudicados. Se mencionan posibles reclamantes de las tierras con apellidos como Botello, Rufino Santana y Eliezer, aunque no se ha confirmado la autenticidad de esos reclamos ni la existencia de documentos legales que los respalden.
Las labores de demolición continúan con taladros, buldóceres, palas mecánicas y retroexcavadoras, mientras los operativos de deportación paralelos pasan a segundo plano ante el drama humano que se vive. Las autoridades han hecho sentir su presencia, evitando que la zona se convierta en una “tierra de nadie”.