Deportan a parturienta haitiana tras dar a luz en maternidad de Santo Domingo
Santo Domingo, 27 de abril.– Una ciudadana haitiana que había dado a luz en el Hospital Docente Universitario Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia fue deportada la mañana de este domingo, junto a su bebé recién nacido, en medio de escenas de angustia y conmoción.
La mujer, visiblemente debilitada, caminaba con dificultad mientras dos agentes de la Dirección General de Migración (DGM) la sostenían con delicadeza. En sus brazos, la madre cargaba a su pequeña hija, envuelta en un manto de color rosa, mientras se dirigía hacia el autobús amarillo de Migración estacionado en las afueras del centro médico.
Las agentes llevaban las pertenencias de la parturienta mientras una vecina, que la acompañaba, sostenía dos recetas médicas con una larga lista de medicamentos que los doctores habían prescrito para ella y el bebé. «No te preocupes, todo estará bien», intentaba consolarla la mujer ante la evidente angustia.
Además de la joven madre, otras mujeres extranjeras se encontraban en el hospital en situación de incertidumbre, temiendo también ser deportadas, según relató Joel Parra, acompañante de la parturienta.
El drama se agravó cuando familiares y vecinos que visitaban a la mujer informaron que su cuñado, Erony Auguste, fue detenido en el lugar por presunta falta de documentos.
Auguste, ya dentro del autobús de Migración, explicó que su cuñada llevaba cuatro días ingresada en la maternidad y que temía ser deportada tras el parto, a pesar de tener su pasaporte en regla. Sin embargo, señaló que la joven no había podido renovar su visa debido al cierre del centro de pasaportes.
«Estaban esperando que diera a luz para deportarla», denunció Auguste, quien había estado visitando a su familiar y llevándole pertenencias durante su hospitalización.
Parra, indignado, detalló que Auguste contaba con un documento de pérdida de carnet firmado por la Policía Nacional, el cual le permitía transitar mientras tramitaba la renovación de su pasaporte. No obstante, los agentes migratorios ignoraron la validez de este documento provisional y lo obligaron a abordar el autobús.
Según explicó Parra, el pasaporte de Auguste está vencido desde 2024, y no había podido renovarlo por falta de recursos económicos. «Renovar cuesta US$200, y ese dinero no lo tiene», aseguró.