Diplomacia preventiva
Para definir la diplomacia preventiva es necesario tomar la fuente dada por el informe del programa de paz de las Naciones Unidas cuyo autor es Boutros-Ghali (1992, pág. 21), cito: ‘“Se entiende por diplomacia preventiva las medidas destinadas a evitar que surjan controversias entre dos o más partes, y que esas controversias en conflictos se extiendan’’.
La misma consiste en garantizar la paz y evitar que desencadenen conflictos armados. La diplomacia preventiva se considera como la opción privilegiada para preservar la paz y la seguridad internacional. En ese contexto se distinguen tres actividades principales: prevención de conflictos, mantenimiento de la paz y la prevención de conflicto a largo plazo.
Si nos preguntamos qué ocasionó el conflicto entre Rusia y Ucrania, este comenzó en abril del 2014 cuando los rusos tomaron el control de Crimea, acrecentando la enemistad de ambas naciones. Además desde ese año, Putin apoyó a las fuerzas separatistas de las regiones del este de Ucrania: Donetsk y Lugansk, las cuales reconoció como independientes.
Ahora bien, el trasfondo de esta crisis es la negativa rusa a aceptar el acercamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de la Unión Europea a la antigua República Soviética a la que Moscú considera parte de su identidad y de su espacio de influencia. La expansión de la OTAN y el desarrollo militar del territorio de Ucrania por parte de la Alianza es inaceptable para Rusia.
¿Es la diplomacia preventiva un instrumento útil? Y, si es así, ¿cómo puede fomentar el desarrollo? Su objetivo radica en la alerta temprana, la negociación y la consolidación de la paz.
Desde la Segunda Guerra Mundial los conflictos, sean internos o internacionales, afectan a todos en mayor o menor medida, de ahí que los Estados y las instituciones juegan un papel clave en la prevención.
La preocupación de este conflicto radica en que existen nuevos y modernos medios de destrucción. Por eso acordaron a principio de mes un alto al fuego temporal para evacuar civiles y no ha dado resultado, y las acciones que se ven pueden en un futuro, lamentarse, pues los elementos de mayor impacto de un conflicto son las pérdidas de vidas, migración, el desplazamiento forzado y la trata de seres humanos.
Estos conflictos armados antes de que escalen a una violencia generalizada, son objetos de un intenso debate en el seno de la ONU, donde se encuentran a menudo con grandes obstáculos para lograr acordar nuevas formas de actuación, pues deben enfrentarse continuamente a cuestiones que ralentizan su desarrollo.
Para terminar, la diplomacia preventiva es un mecanismo de largo alcance, para abordar las causas profundas de los conflictos a través de acciones como el fortalecimiento de la democracia, el imperio de la ley, la construcción de una sociedad civil más fuerte, y el monitoreo de los derechos humanos fundamentales.