Diplomacia y Responsabilidad Social
Gissel E. Reyes
Maestría en Diplomacia y Servicios Consulares
A propósito que en el pasado diciembre se conmemoraron dos fechas notables declaradas por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nos referimos al ¨Día Internacional de las Personas con Discapacidad (término que para algunas sociedades aún podría sonar en cuestión, a pesar del hecho que es el aceptado hasta ahora por la ONU y por el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS) de la República Dominicana, entre otras entidades), día declarado en el 1992, y el Día Internacional de la Solidaridad Humana que se celebra cada 20 de diciembre, declarado en el 2005, como un día para encomiar la ¨unidad en la diversidad¨, el ¨respeto de los países a sus compromisos con los acuerdos internacionales¨ así como como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, etc.; quisiera aprovechar los mismos para poder tratar acerca de la responsabilidad que tienen los países con respecto a la inclusión y también en relación con el medio ambiente los cuales son causas preocupantes en especial para las nuevas generaciones, que están cada día interesadas en las problemáticas sociales de una manera superlativa si lo comparamos con generaciones anteriores y son temas que, además, se encuentran en la palestra pública.
Bajo este contexto he de enfatizar la relación y papel que tiene la diplomacia (término según el exsecretario de Estado y Politólogo, Henry Kissinger, es “el arte de relacionarse entre Estados por acuerdo en lugar de a través de la fuerza”) con la Responsabilidad Social (RS), que según el ISO 26000:2010 lo define en resumen como ¨aquella responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la comunidad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que contribuya al desarrollo sostenible (salud y bienestar de la sociedad), cumpla con la normativa internacional de comportamiento, entre otras vertientes¨. 1 2
Es a través de estas relaciones-vínculos entre los Estados, que se han de perseguir las normativas internacionales que los rigen, por ejemplo, La carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que expresa en su art. 55, el respeto a los derechos humanos sin distinciones, a la solución de problemas internacionales en temas sociales; así como también la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que expresa en su art. 45, debemos de incorporar y dar participación a los sectores marginales, que todos sin distinción de su condición social, tienen derecho al bienestar material e igualdad de oportunidades, así como su artículo 95 que cita el desarrollo económico y social incluyendo el medio ambiente.
Pero no muy lejos también tenemos la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, donde se promueve la participación e inclusión plena de las personas con discapacidad en la sociedad con derechos de igualdad y protección para los mismos por parte de los Estados. (art. 39 y 58);
De igual forma encontramos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, de la ONU, compromiso de los Estados en tratar de cumplir estos objetivos, por la paz mundial y prosperidad del planeta en diversas esferas, motivando a que “nadie se quede atrás” ; esto apoya la inclusión social. Ver objetivo No. 10 sobre reducción de las desigualdades y el No. 16, de promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. Así mismo sobre el medio ambiente, podemos visualizar el objetivo No.15 sobre la vida de Ecosistemas terrestres, el No. 6 sobre el agua limpia y saneamiento, entre otros relacionados.
Este último componente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dado que los Estados deben ejecutar acciones en pro de todas estas normativas, existe un factor al que debemos de prestar atención, que a la luz de estudios de La Unión de Responsabilidad Social Universitaria Latinoamericana (URSULA), se conservan temas que podrían encontrarse haciendo falta, para que se acelere el cumplimiento de estos objetivos en el mundo, en el marco de la Responsabilidad Social. 3
Este estudio de URSULA, manifestaba que vivimos en un denominado “Titanic Planetario”, ya que no falta ver en las noticias tópicos de cambio climático, y datos de la ONU por ejemplo en materia del ¨Estrés hídrico¨ con respecto a la escasez de agua en un gran número de países, que para el 2030, aproximadamente la mitad de la población mundial vivirá en áreas con este patrón de Estrés, que se origina cuando el suministro anual de agua cae por debajo de 1.700 m3 por persona (Nota: por debajo de 1.000 m3 p/p se considera zona en “escasez de agua” y por debajo 500 m3 p/p en “escasez absoluta de agua” según las Naciones Unidas) 4 Además, el percatarnos de que la República Dominicana se halla entre los países de alto riesgo climático, y más aún por su vecino Haití que se ubica entre los tres países de mayor alto riesgo climático en los últimos tiempos en el mundo, entre el 2000 al 2019, según el Global Climate Risk Index 2021, es causa para tomarse en consideración. 5
Maestros del URSULA aluden que un gran número de estos impactos son provocado por la tecnociencia, que no es más que ¨el conjunto de las labores de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) en las cuales la tecnología y la ciencia se potencian entre sí para lograr beneficios¨.6 La preparación respecto a valores transversales es perentoria de las sociedades modernas, y deben ser inculcados en las aulas por maestros profesionales para alumnos de distintas áreas, porque no sabemos la riqueza intelectual que podamos obtener de las nuevas generaciones; grandes profesionales en el área de la salud o del área de la política, podrían surgir futuros transformadores de la humanidad.
A pesar del hecho, albergamos esperanza a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que abogan por acaparar estos temas sociales y mundiales. El estudio de URSULA, hace mención de la falta de un último objetivo para que efectivamente se concreticen a cabalidad.
Se estimula a que la Responsabilidad Social no sea un proyecto solo voluntario sino un deber incluso con alguna responsabilidad comunitaria de tipo jurídico, que motive e incite a los compromisos para con la Patria, con el sistema ecológico, que tanto afecta el mundo, y así ciertamente logre ser eficaz; de este modo debería ser en cada país, y con mayor motivación los que pertenecemos a la ONU, que ratificamos el Protocolo de Montreal, y hemos ratificado varios temas de esta índole.
Debe alertarse más a la población de la realidad ambiental sin tanto sigilo, para contribuir en la conciencia del responsable y de aquellos que van creciendo en las aulas que corresponderán a los futuros gestores de la política internacional y nacional en todos los aspectos y en todos los ámbitos, en búsqueda de soluciones al planeta. Pero si estos, no tienen conciencia moral no lo van a defender o importantizar.
Retomando el tema de los ODS, conforme a estudios sobre la Responsabilidad Social de URSULA, se expresa que a pesar del hecho de que haya ventajas que convidan estos objetivos tienen una desventaja: no promueven el amor hacia ellos mismos. Debería crearse un décimo octavo ODS, acerca de la “empatía activa por la vida”. Es un factor muy relevante de hacer vehemencia, pues si no concebimos conciencia, cómo logramos lo que nos falta, si los individuos no se sienten estimulados o poseen empatía por la vida. Se ha perdido, en parte, el valor que tiene la vida y el sentido de pertenencia con nuestro mundo donde vivimos; mentes un poco robóticas e impersonales, cortoplacistas en lugar de proyectarse a largo plazo, es decir, no debemos dejar de prestarle atención al presente pero que a la vez se persiga un futuro mejor.
Otro factor relevante es la coherencia en el accionar. Me cautivó mucho la frase en el mismo estudio de URSULA que expresaba el autor “No me digas qué haces afuera con estudiantes voluntarios, dime cómo los formas adentro, con qué conocimientos y cómo te administras”. 7 Esto debe ser en varias vertientes, así como individuo, o como empresa/entidad y lo citaría como: “No me digas qué haces afuera con “tus hijos, empleados, servidores públicos etc”, sino cuéntame cómo los formas adentro, y cómo los administras.
Se hace un primer llamado a todos nuestros diplomáticos y representantes a adherir aún más la Responsabilidad Social, e incrementar los esfuerzos y gestiones para sus países, ¿Cómo exactamente? Pues, por ejemplo, todas aquellas buenas prácticas, que muchos de esos Estados, donde se encuentran, que lo aplican con excelencia a sus propios ciudadanos, puedan ser traspasados a través de las modalidades propias del campo diplomático hacia beneficio de la República Dominicana, o tomar referencias y proponer la creación en el país de acciones con un valor agregado dominicano. Se aboga a que las misiones tengan esto como eje transversal en sus políticas internacionales y gestión con estos países en materia de inclusión social, climático y temas relativos de interés nacional.
Esto a su vez, incentivaría a la cooperación internacional y apoyo hacia el desarrollo, en el caso que nos compete, hacia la Republica Dominicana; pero así mismo, es capaz de hacerlo cada país, de acuerdo con las necesidades propias que tengan en este tema.
Debemos promover que sea de una manera integral, pues, si no, sería como el maestro que está enseñando que un desecho plástico está perjudicando el planeta, y cuando sale del aula, arroja este desecho al suelo; o es como aquella empresa o jefe que manifiesta que los árboles se encuentran en fase de extinción e incluso hace actos sociales de siembra de árboles, pero en su empresa de manera interna, usan un sin número de papeles burocráticos sin control. Todos ellos deben recordar que sus pasillos comunican y transmiten tanto a sus empleados o clientes, que a la vez se contagian con lo que observan. Así mismo, puede pasar con el padre de un hogar que compra masivamente botellas plásticas de agua de uso diario en su casa, pero instruye a su hijo que debe cuidar el medio ambiente, entonces, a todo esto, no basta con que prediquemos o ejecutemos buenas obras fuera de nuestras instituciones, cuando nosotros mismos estamos originando acciones en perjuicio de lo que profesamos que no están siendo socialmente responsables. Debemos ser coherentes.
Si cada actor participa podría influir y quizás hasta crearse o aumentar un efecto cadena positivo. Pero no podemos procurar ocultar nuestras funestas acciones con causas sociales, pues a la larga contribuimos en una parte pero afectamos otra. Podemos hacer ambas cosas, incluso empezando por nuestras propias casas y tu/usted que está leyendo esto ahora mismo, porque no inicia(s) hoy?
Otra frase impactante del mismo estudio fue que “Una universidad que se compromete a transformar la sociedad sin transformarse a sí misma, no conseguirá nada” (y agrego por igual esto aplica a cualquier entidad). Antes de comprometerse hay que ser responsable.
Hago un segundo llamado a todas las instituciones del Estado, en especial nueva vez a las Embajadas, Consulados y Misiones, que tienen el deber de apoyar a cumplir la agenda de su nación y contribuir a las metas mundiales que se persiguen; todas deben ser las primeras en profesar y contribuir en los intereses del Estado y dentro de ellas no dejar de lado los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 que abogan por la RS. Hoy día tenemos nuevos liderazgos que proyectan nuevos proyectos y avances, solo hacemos mención para continuemos aunando aún más los esfuerzos en estas materias y temas, que en ocasiones han sido marginados.
Debería de formularse algún standard mínimo de RS y que todas las instituciones del Estado tengan que cumplir de manera regulada por un decreto, digamos, por ejemplo, tipos de administración (Un % digital para ahorrar papel), tipo de energía que sean usadas otras alternativas como la solar u otros tipos, que sean inclusivos en su infraestructura. Es decir, todo aquello que quiere que sea logrado y que esté en agenda, empecemos por la casa (El Estado), así con mayor validez podremos solicitar al sector privado y sus empresas lo que se requiere, siendo el ejemplo. Tiene el potencial de ser un proyecto continuo, que se cumpla en un tiempo determinado, pongamos el ejemplo de tres años, un primer año todas las instituciones hacen ahorro de papel, el 2do año el tipo de energía y así sucesivamente, o con aquellas directrices que el Ministerio de Medio Ambiente de la República Dominicana recomiende que es lo más apropiado y deban las empresas colaborar. Pero que esto sea solicitado como requisito mínimo.
No podemos ni dentro de la empresa privada ni a nivel de las instituciones públicas, ni las comunidades, trabajar solos, porque soluciones aisladas retrasan el proceso macro.
Nuestros diplomáticos en países tan avanzados en temas de inclusividad y Responsabilidad Social, por ejemplo, propongo que el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) comparta los resultados del autodiagnóstico nacional sobre Responsabilidad Social realizado a las Instituciones de Educación Superior (IES) en el presente año 2021, en el Diplomado virtual en Responsabilidad Social Universitaria ¨Construye País¨ de Rep. Dom. a todos los diplomáticos, a fin de que puedan visualizar las fortalezas y las debilidades que debemos optimizar, y estos a su vez puedan gestionar en los países de mayor avance en estos temas, aportaciones y cooperaciones para la República Dominicana, en materia de la RS que incluye la inclusividad.
Esto último, es otro componente aparte de riesgos climáticos que la Rep. Dom. necesita, así lo expresa el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en un Estudio del 2020, sobre las consecuencias sociales y económicas de la exclusión laboral de la población con discapacidad en la Rep. Dom., que indica que el origen de la discapacidad de la Población Económicamente Activa es mayormente de discapacidad visual y la tasa de desempleo en el 2010 se evidencia una mayor exclusión del empleo en las personas con discapacidad, con una tasa de 10 puntos porcentuales menor en la población general (7.2%) que en la población con discapacidad (17.1%) y este informe es tomado del Censo Nacional de Población y Vivienda de ese año, que además, en este sentido, existe la necesidad de realizarse un censo con cifras más precisas y actualizadas para poder analizar la evolución del desempleo en la población con discapacidad con mayor exactitud. 8
En conclusión, como se indicaba al inicio, desde las Naciones Unidas se promueven días especiales con el fin de concientizar sobre temas importantes, a nivel prácticamente mundial, en este particular, sobre medio ambiente y la inclusión en materia de personas con discapacidad, dándoles la relevancia que ameritan. Por ello las Misiones Diplomáticas de los países, deben negociar y gestionar proyectos de aportes en este tema, pero basados en desafíos reales, que tomando como referente estos autodiagnósticos (ejemplo como el citado previamente) puedan buscar oportunidades para el mejoramiento del país; Quizás que por lo menos siempre se integren en las agendas de las misiones, anualmente, algún proyecto en tema de Responsabilidad Social, y que nuestras misiones sean promotores de la transformación social del país, gracias a sus alianzas estratégicas; así crear sinergias entre el Estado y otros sectores, para incrementar las oportunidades de crecimiento y desarrollo.
En resumen, algunas de las recomendaciones generales citadas previamente hacia países y hacia la República Dominicana se encuentran:
- Que la Responsabilidad Social no sea un proyecto en los países solo voluntario, sino un deber incluso con alguna responsabilidad comunitaria de tipo jurídico, que motive e incite a los compromisos para con la Patria.
- Informar y compartir estadísticas a la población de la realidad ambiental, y sobre la inclusión de personas con discapacidad, tanto a nivel mundial y local, para sensibilizar a los actuales y futuros gestores de la sociedad en estas diversas áreas.
- Crear ¨Empatía activa por la vida¨ en la conciencia de los ciudadanos, para el mejor cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 que tenemos por delante.
- Que nuestros diplomáticos y representantes inserten aún más el tema de responsabilidad social en temas de medio ambiente e inclusión para personas con discapacidad en sus agendas, que lo posean como eje transversal en sus políticas internacionales, al menos un (1) proyecto por año y gestionen buenas prácticas de otros países para ser insertadas o adaptadas a la República Dominicana, en estas materias que no siempre son tomadas en cuenta y son parte de las ODS.
- Que el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT), comparta a las Embajadas, Consulados y Misiones de la República Dominicana, los resultados del autodiagnóstico nacional sobre Responsabilidad Social, realizado a las instituciones de Educación Superior (IES) en el presente año 2021 para ver fortalezas, debilidades y oportunidades de crecimiento.
- Que las entidades públicas de la República Dominicana, de una manera regulada, tengan un estándar mínimo que cumplir en materia de Responsabilidad Social (tipo de administración de papeles, energía, entre otros citados previamente), empezar estas mejoras desde la casa (El Estado).
- Ser integrales y coherentes en lo que profesamos y hacemos.
Luego de analizar estudios en materia de Responsabilidad Social, es propio reformulemos nuestro ‘mindset’ (mentalidad) en cada accionar, incluso hasta de manera personal como individuos, y promover el perseguir la unión de nuestra cosmovisión, lo cual contribuye a una mayor apertura de fuerzas, en pro de estas causas.
Finalmente, es menester que se continúen haciendo esfuerzos de cada uno de los sectores para cumplir con la cuota de Responsabilidad Social que tenemos con el mundo. Tenemos una agenda por delante y aún somos parte del planeta. ¿Qué estamos esperando? No perdamos tiempo en bagatelas. Debemos de tomar la iniciativa, ser entes de cambio, aprovechar el tiempo a fin de que los resultados nos llenen de satisfacción y podamos decir, hemos hecho el trabajo que necesitaba hacerse.
Concluido, 28 diciembre 2021
Preparado por:
Gissel E. Reyes
Egresada 2da Promoción de Maestría en Diplomacia y Servicio Consular, Encargada División de Extensión
Instituto de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular (INESDYC)
Ministerio de Relaciones Exteriores
Santo Domingo, República Dominicana
Referencias:
1 ISO 26000:2010(es), Guía de responsabilidad social (https://www.iso.org/obp/ui#iso:std:iso:26000:ed-1:v1:es)
2 ‘Diplomatic Theory from Machiavelli to Kissinger.pdf
3 2021-Manual-RSU-Modelo-URSULA-Esp.pdf (secureservercdn.net)
4 Escasez de agua | Decenio Internacional para la Acción “El agua, fuente de vida” 2005-2015 (un.org)
5 https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/Global%20Climate%20Risk%20Index%202021_1_0.pdf
6 https://definicion.de/tecnociencia/
7 2021-Manual-RSU-Modelo-URSULA-Esp.pdf (secureservercdn.net)
8Estudio-Consecuencias-sociales-y-económicas-de-la-exclusión-laboral-de-la-población-con-discapacidad-en-República-Dominicana.pdf (conadis.gob.do)