¿Dónde están los votantes que podrían decidir la elección presidencial de Estados Unidos?

WASHINGTON, 11 octubre— Cuando escucha el término “bellwether” (indicador), quizás piense en los estados que en las elecciones presidenciales de Estados Unidos siempre votan al ganador de la Casa Blanca. Pero el verdadero significado de un “indicador” es que marca una tendencia. Y para eso, debe pensar en los condados.

En una elección presidencial muy disputada —como muchos creen que será la de este año— es probable que los resultados en algunos condados considerados “indicador”, y que están en los estados más reñidos, sean los que decidan el resultado final, tal como sucedió en las últimas dos elecciones generales.

A continuación, un vistazo a los lugares que podrían ser cruciales el día de las elecciones.

Comience con las ciudades

Muchos de esos estados en donde la competencia se anticipa reñida tienen ciudades grandes con tendencia demócrata. Estas ciudades y sus suburbios interiores son una fuente importante de votos demócratas en las elecciones estatales. Estas áreas votan constantemente por los candidatos demócratas, lo que significa que la participación en estos lugares puede tener un efecto descomunal en el margen final de los estados.

Este año observe el condado de Wayne (Detroit), en Michigan; el condado de Mecklenburg (Charlotte), en Carolina del Norte, y el condado de Fulton (Atlanta), en Georgia.

Los candidatos republicanos han tendido a obtener buenos resultados en las áreas más rurales de estos estados, lo que significa que la demócrata Kamala Harris necesitará lograr grandes márgenes en estos lugares para compensar la ventaja del republicano Donald Trump en otras regiones.

Detroit, Charlotte y Atlanta son particularmente grandes —y aproximadamente con el doble de habitantes que el siguiente municipio más grande de su estado respectivo. En 2020, los votantes de esos tres condados emitieron más de dos tercios de sus votos para el demócrata Joe Biden.

Los suburbios importan

La participación y el margen en los condados alrededor de Milwaukee y Filadelfia serán importantes para los resultados en Wisconsin y Pensilvania, respectivamente.

En Wisconsin los condados clave que rodean Milwaukee son Washington, Ozaukee y Waukesha —conocidos coloquialmente como condados “WOW”. Estas comunidades, históricamente de tendencia republicana, se han movido lentamente hacia la izquierda: los candidatos presidenciales republicanos han ganado en ellas en las últimas elecciones, pero por márgenes cada vez menores.

Esto obliga a los candidatos republicanos a tratar de aumentar la participación en más áreas rurales del estado en lugar de depender de esos condados para compensar las pérdidas en los condados urbanos de Milwaukee y en Dane, donde se ubican Madison, la capital del estado, y el campus principal de la Universidad de Wisconsin. Será una buena noche para Trump si la alta participación y los márgenes en los condados “WOW” se parecen más a los de principios de la década de 2000 que a 2020.

Bucks, Montgomery, Chester y Delaware, condados circundantes de Filadelfia, se encuentran entre los más ricos del estado. También son bastiones republicanos históricos que se han desplazado hacia la izquierda durante décadas. Los candidatos presidenciales demócratas han ganado en tres de ellos desde la elección de 1992; Chester cambió de partido a lo largo de la década de 2000.

Los condados gigantes

Arizona y Nevada son únicos porque en cada uno de ellos un condado alberga a gran parte de la población del estado. Más del 60% de los votos emitidos en las elecciones presidenciales de 2020 en Arizona provinieron de Maricopa, que incluye a Phoenix, mientras que más de dos tercios de los votos de Nevada procedieron de Clark, donde se encuentra Las Vegas.

En estados donde los votantes están tan abrumadoramente concentrados en un solo condado, hasta una victoria por un estrecho margen puede producir grandes cambios en las cifras estatales. Biden ganó el 50,3% de los votos en Maricopa en 2020, con lo que superó a Trump por unos 45.000 votos, y eso fue suficiente para ganar el estado por poco más de 10.000 votos. En Nevada, Biden perdió 14 de los 15 condados del estado, pero su margen de 91.000 votos sobre Trump en Clark fue suficiente para asegurar su victoria estatal por 34.000 votos.

Las secuelas de Helene

El margen de victoria de Trump en Carolina del Norte fue de apenas 74.481 votos en 2020, un poco más de un punto porcentual y el más apretado de todos los estados en los que ganó ese año frente a Biden. Todavía no está claro —y puede que no lo esté para el día de las elecciones el 5 de noviembre— cómo afectará el huracán Helene a los comicios en Carolina del Norte.

El impacto de la tormenta fue severo en el condado de Buncombe y en el área de Asheville, uno de los dos condados del oeste de Carolina del Norte que ganó Biden hace cuatro años. Los demás condados de la región son de tendencia republicana y sufrieron junto con Buncombe un nivel de destrucción descrito por el gobernador del estado, el demócrata Roy Cooper, como “distinto a todo lo que nuestro estado haya experimentado jamás”.

“Hemos luchado contra huracanes y tormentas tropicales y aun así hemos llevado a cabo elecciones seguras y protegidas, y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para hacerlo de nuevo”, dijo Karen Brinson Bell, directora ejecutiva de la junta electoral del estado unos días después de que Helene lo azotara. “Los habitantes de las montañas son fuertes y los funcionarios electorales que los atienden también son resilientes y firmes”.

Los condados indecisos

En los siete estados principales que decidirán la elección en 2024, hay 10 condados —de entre más de 500— que votaron por Trump en 2016 y después eligieron a Biden en 2020. La mayoría son pequeños y albergan a relativamente pocos votantes, aunque Maricopa, en Arizona, es una notable excepción. Así que no es probable que influyan en todo un estado por sí solos.

Lo que podría pasar en estos condados es que ofrezcan una indicación temprana de qué candidato se desempeña mejor entre los votantes indecisos que probablemente decidirán una carrera muy reñida. No se necesita mucho para que haya un giro de 180 grados. Por ejemplo, la diferencia en Wisconsin, tanto en 2016 como en 2020, fue de escasos 20.000 votos.

Es probable que los dos condados de Trump y Biden en Carolina del Norte —New Hanover, en la costa atlántica, y Nash, al noreste de Raleigh— sean los primeros de los 10 que terminen de contar sus votos la noche de las elecciones. Las urnas cierran a continuación en los condados de Kent, Saginaw y Leelanau, en Michigan, y en los condados de Erie y Northampton, en Pensillvania, seguidos por Sauk y Door, en Wisconsin. Maricopa es el último.

AP

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