Dos décadas gasto de capital y construcción
Ramón Núñez Ramírez
El análisis de dos décadas de ejecución presupuestaria del gasto, el comportamiento del Producto Interno Bruto y del crecimiento del sector construcción, durante gran parte de ese periodo, una de las locomotoras del crecimiento, revela algo conocido por los economistas y el ciudadano común sobre el impacto del gasto de capital como estímulo a la demanda agregada.
En el caso del sector construcción, especialmente las edificaciones, emplea abundante mano de obra por cada millón de pesos invertidos (lamentablemente ocupa mayoritariamente obreros indocumentados), también presenta un eslabonamiento vertical con industrias del cemento, asfalto, varillas, pinturas, agregados etc., y con el comercio en base a los insumos importados.
En el periodo 2005-2012 (excluyendo el 2004 por la crisis bancaria) el PIB creció a un promedio anual de 6.71% y el sector construcción 5.16%.
En el periodo 2013-2019 (excluyendo el 2020 por la pandemia) la economía creció en promedio anual 6.07% y la construcción 10.79%.
En parte de esos periodos el aporte del sector construcción al PIB fue relevante.
En la actual administración del presidente Luis Abinader, si se excluye el 2021 por el “rebote estadístico” en el crecimiento del PIB y la construcción, resulta que en 2022-2024 el producto aumentó en promedio 4.10% y la construcción 1.2%, mientras, en el primer trimestre 2025 la economía creció 2.7% y la construcción decreció en -1.2%.
Los economistas sienten predilección por presentar las variables en término del PIB; así el gasto de capital revela cómo ha disminuido la relación hasta llegar en la actualidad apenas a 2.1% del PIB, pero también es interesante analizar que porcentaje del gasto total representa el gasto de capital pues revela la preferencia por tipo de gasto, las limitaciones presupuestarias o la rigidez del gasto corriente.
En el periodo 2005-2012 (segunda etapa de la administración del Dr. Leonel Fernández) el gasto de capital representó en promedio el 26% del gasto total.
En el periodo 2013-2019 (administración del Lic. Danilo Medina) el gasto de capital fue equivalente al 17.0% del gasto total.
En el actual gobierno, en el periodo 2021-2024, el gasto de capital fue el 13.0%; para el presupuesto vigente de 2025 también 13.0% y en el primer trimestre 2025 se subejecutó el gasto de capital representando apenas 8.0% del gasto total.
Ese nivel de inversión pública no estimula a la economía y explica el bajo crecimiento del sector y el comportamiento con resultados negativos el último trimestre de 2024 y en el primer trimestre de 2025.
En el caso de la construcción privada de torres y proyectos habitacionales se ha visto impactado por las altas tasas de interés, la interina para el promotor y la hipotecaria para el adquiriente, el aumento de los precios de los insumos, sin embargo, en 2023 los permisos de construcción habían aumentado en 9% en relación a 2019.
Con una política fiscal sin estímulos (el gasto corriente no tiene el impacto multiplicador del gasto de capital) y la monetaria restringida por factores externos, como la tasa de política de la Reserva Federal, e interna por una política monetaria cuyo principal objetivo es la estabilidad del tipo de cambio, va a ser muy difícil lograr un crecimiento mayor a 3.5% este año, salvo que haya un cambio a corto plazo y favorable en las condiciones externas.
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