Economistas coinciden: la reforma fiscal es necesaria pero insuficiente
Santo Domingo, 10 de octubre – Los economistas Jaime Aristy Escuder e Isidoro Santana coincidieron en la necesidad de una reforma fiscal en la República Dominicana, pero señalaron que el proyecto de Modernización Fiscal presentado por el Gobierno es menos ambicioso de lo que el país requiere para enfrentar sus desafíos económicos.
Isidoro Santana, exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, expresó que la propuesta gubernamental, que busca recaudar 122,000 millones de pesos adicionales, equivalentes al 1.5 % del Producto Interno Bruto (PIB), es insuficiente frente a las verdaderas necesidades fiscales del país.
«En general, lo conocido hasta ahora me parece acorde con lo que se esperaba. Sin embargo, es mucho menos de lo que se necesita, porque la realidad es que el Gobierno debería haber planteado una reforma más ambiciosa», señaló Santana. A pesar de que reconoce el costo político de las reformas fiscales, dado que suelen ser impopulares, enfatizó que es positivo que finalmente se haya tomado la decisión de someterla al Congreso. «Ojalá que se apruebe, porque el país verdaderamente necesita esta reforma», agregó.
Santana destacó que el déficit fiscal actual del país se encuentra en un 3.1 % del PIB, lo que significa que los 122,000 millones de pesos adicionales que se prevén recaudar no serán suficientes para cubrir el déficit, ni para resolver los problemas financieros estructurales del país.
Por su parte, Jaime Aristy Escuder aseguró que la reforma planteada afectará principalmente a los sectores más ricos de la sociedad. Escuder señaló que es la primera vez desde la reforma fiscal de 1992, durante el mandato de Joaquín Balaguer, que el impacto de una reforma recae principalmente sobre los segmentos más acomodados de la población.
«El ramalazo lo reciben los ricos. Vamos a poner las cosas claras. Es la primera vez que yo veo, desde Balaguer en 1992, que los más beneficiados con los incentivos fiscales serán los que más paguen», afirmó Escuder.
Con amplia experiencia en la participación de reformas fiscales anteriores, Escuder recordó su involucramiento en las reformas de 1992, 1996 (bajo el gobierno de Leonel Fernández), y la del 2000 (durante la administración de Hipólito Mejía).
Según su análisis, la actual modernización fiscal será una carga principalmente para los que tienen mayores ingresos. «La descomposición de los RD$122,000 millones en ingresos adicionales muestra claramente que la mayor parte será pagada por los sectores más ricos, quienes son los que más consumen y se benefician de los incentivos», detalló.
Escuder también subrayó que la reforma es necesaria debido a que las finanzas públicas han mostrado un déficit persistente durante los últimos 20 años, lo que ha generado un aumento constante de la deuda pública. Actualmente, la deuda representa una carga significativa para una economía en desarrollo como la de República Dominicana.
Ambos economistas coinciden en que, aunque la propuesta del Gobierno es un paso en la dirección correcta, su alcance es limitado. «El Gobierno está siendo conservador en términos de la magnitud de la modernización fiscal, buscando solo el 1.5% del PIB. Es, en definitiva, una reforma pequeña», concluyó Escuder.