Economistas sugieren retomar la reforma fiscal para reducir gasto y evasión en República Dominicana
Santo Domingo, 23 de octubre – Varios economistas han sugerido al gobierno dominicano reconsiderar la propuesta de reforma fiscal, enfocándose en una reducción del gasto público y en el combate contra la evasión tributaria.
Esta postura surge tras el reciente retiro del proyecto de reforma fiscal por parte del presidente Luis Abinader, quien enfrentó un rechazo considerable en las vistas públicas realizadas en la Cámara de Diputados.
Propuesta de reforma fiscal: Obligación legal y necesidad económica
El economista Rolando Guzmán, exrector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), enfatizó que el retiro de la propuesta de reforma no debe ser visto como un simple acto de voluntad política del gobierno, sino como una obligación legal, enmarcada en el mandato de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END). Guzmán sostiene que el país necesita una estrategia para abordar el problema fiscal de manera estructurada, señalando que, lamentablemente, los gobiernos anteriores no han cumplido con esta obligación.
Guzmán sugiere que una reforma del gasto público debería incluir la creación de una Junta Fiscal, similar a la Junta Monetaria, que tenga la responsabilidad de supervisar y garantizar la calidad del gasto del gobierno.
Además, insistió en que es fundamental profundizar en las medidas para mejorar la eficiencia del gasto público, señalando que las medidas de control de la evasión fiscal, aunque necesarias, difícilmente podrán sustituir una reforma tributaria estructural.
Uno de los aspectos clave que subraya Guzmán es la necesidad de que el gobierno presente una agenda clara en sectores estratégicos como el eléctrico, el sistema de protección social, y la reducción de la informalidad laboral.
También abogó por una complementación entre la administración tributaria y la posible reforma del código laboral, que permita aumentar la eficiencia en la recaudación sin imponer más cargas a los contribuyentes.
Un momento clave para una transformación profunda
Por su parte, el economista Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), señaló que, aunque el gobierno gastó innecesariamente capital político en su intento de reforma, este sigue siendo un momento ideal para realizar una transformación profunda del sistema tributario.
Según Collado, sería una oportunidad desperdiciada si las autoridades no aprovechan la situación para proponer un plan que promueva el desarrollo económico y aumente las recaudaciones sin afectar negativamente a la economía.
Collado alertó que la complacencia con el actual estado de las cosas no es conveniente para el país. A su juicio, el crecimiento económico a corto y mediano plazo está respaldado por factores externos, como el turismo, las zonas francas, las remesas y la deuda pública, pero estas fuentes no son sostenibles en el largo plazo. Subrayó que es urgente que el gobierno tome medidas para aumentar la productividad y la competitividad del país mediante reformas estructurales.
Además, destacó la dependencia de la economía dominicana de factores externos, como los ingresos de sectores claves y la deuda pública, lo que podría tener consecuencias negativas en caso de un «shock» externo derivado de tensiones geopolíticas o inestabilidad en las principales economías mundiales. Ante esta situación, advirtió que es necesario prepararse para posibles escenarios adversos.
Impacto en la confianza de inversores y calificadoras de riesgo
El retiro de la propuesta de reforma fiscal también podría generar preocupación entre los inversores y las agencias calificadoras de riesgo. Collado subrayó que, tras cuatro años de preparación, el hecho de que el gobierno no haya logrado impulsar una transformación tributaria necesaria para garantizar el crecimiento y mejorar la posición del país podría afectar su capacidad para alcanzar el grado de inversión en el futuro.
Collado reiteró la importancia de llevar a cabo una reforma fiscal que no penalice el ahorro ni la inversión, y que permita aumentar el potencial de crecimiento económico. Esta transformación, además de mejorar la recaudación, ayudaría a simplificar los esfuerzos fiscalizadores de la administración tributaria, lo que haría el sistema más eficiente y menos complejo.
Complementar la reducción del gasto con el combate a la evasión
Para la economista Ellen Pérez Ducy, el presidente Luis Abinader tomó una decisión acertada al escuchar las voces que cuestionaron la propuesta de reforma fiscal. Pérez señaló que, aunque es esencial buscar formas de reducir el gasto público, también es necesario complementar estos esfuerzos con medidas para aumentar los ingresos mediante una lucha efectiva contra la evasión fiscal. La economista considera que este enfoque es un acto de equidad, ya que quienes pagan adecuadamente sus impuestos no deberían cargar con el peso de quienes no lo hacen.
Pérez insistió en que el combate a la evasión debe ser uno de los pilares fundamentales de los esfuerzos fiscalizadores del gobierno, y que este enfoque podría ayudar a mejorar la recaudación sin la necesidad de aumentar las tasas impositivas sobre la clase media o los sectores productivos.
La evasión fiscal como una solución viable
El economista y profesor de la Universidad de Harvard, Juan Ariel Jiménez, destacó que la evasión fiscal es un problema significativo que debe ser abordado antes de imponer nuevas cargas a la clase media. Según Jiménez, reducir la evasión podría aumentar considerablemente las recaudaciones del Estado sin necesidad de una reforma tributaria agresiva.
Jiménez ejemplificó con el caso de Costa Rica, donde una mayor eficiencia en la recaudación del Impuesto sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) ha permitido aumentar los ingresos en un 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Si República Dominicana lograra un nivel similar de eficiencia, el aumento en las recaudaciones sería superior a lo que se pretendía obtener con la reforma fiscal retirada.
Para lograr esto, Jiménez sugirió una combinación de tecnología, mejoras en la administración tributaria y creatividad en las estrategias de recaudación. Además, mencionó el ejemplo de Perú, que en 2002 fusionó su autoridad tributaria con la de aduanas, lo que resultó en un aumento de 1% del PIB en las recaudaciones y una reducción significativa del contrabando.