EE.UU. avisa que la investigación sobre gasoductos Nord Stream llevará un tiempo
Washington, 28 sep (EFE).- La Casa Blanca advirtió este miércoles que la investigación sobre lo ocurrido en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 «llevará un tiempo», pese a que ya se puso en marcha.
La portavoz del Gobierno estadounidense, Karine Jean-Pierre, dijo en su rueda de prensa diaria que su país está en contacto con sus aliados europeos para averiguar qué paso en esas tuberías.
Reiteró que EE.UU. está apoyando «los esfuerzos europeos» para investigar las fugas en esos gasoductos, que ocurrieron en aguas internacionales.
«Como saben, los gasoductos no estaban bombeando gas hacia Europa, Nord Stream 2 nunca estuvo operativo y el Nord Stream 1 llevaba cerrado desde hacía semanas», indicó la portavoz estadounidense, quien acusó a Rusia de usar la energía como arma.
Jean-Pierre insistió, además, en que «los ataques contra infraestructura crucial» para los socios europeos y aliados de la OTAN son un asunto que preocupa a EE.UU.
La operadora del gasoducto Nord Stream afirmó hoy que todo sugiere que se han producido «daños físicos» en la infraestructura energética, y aseguró que comenzó a movilizar todos los recursos necesarios para estudiar las causas del incidente.
Suecia, Dinamarca, Alemania, la Unión Europea (UE) y la OTAN creen que las fugas son causa de un «acto intencionado» y de un «sabotaje», mientras que EE.UU. se ha mostrado cauto y habla de «sabotaje aparente».
El Kremlin calificó por su parte de «tontas y absurdas» las acusaciones europeas de que Rusia podría estar detrás de los daños detectados en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico.
De hecho, Rusia abrió este miércoles un caso penal por terrorismo internacional debido a las fugas detectadas.
El primer Nord Stream, con una capacidad de bombeo de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, está detenido tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún estaba en funcionamiento.
El Nord Stream 2 nunca llegó a operar debido al bloqueo por parte de Alemania de la infraestructura incluso antes del inicio en febrero de la invasión rusa a Ucrania.
No obstante, ambos gasoductos están llenos de gas y deben por tanto mantener una presión estable.