EE.UU. prevé problemas en la cadena de suministro «hasta que acabe» la pandemia
Washington, 8 nov (EFE).- Los problemas en la cadena de suministro en Estados Unidos continuarán «hasta que la pandemia se haya acabado verdaderamente», aunque se esperan «mejoras en los próximos meses», dijo este lunes el secretario de Transporte estadounidense, Pete Buttigieg.
En una entrevista con Efe, Buttigieg habló además sobre el deseo del Gobierno del presidente Joe Biden de invertir en infraestructuras verdes en América Latina y de la necesidad de que Estados Unidos modernice su propia red de transportes para poder competir con China.
Preguntado sobre los cuellos de botella en la cadena de suministro global, el titular de Transporte estadounidense recordó que las empresas de este país prevén un «récord sin precedentes» en el «nivel de ventas» durante la temporada navideña y festiva en el país.
POCO OPTIMISMO SOBRE LA CRISIS DE SUMINISTROS
«Hay una demanda enorme, lo que significa que, a pesar de que nuestros puertos y cadenas de suministro están moviendo más productos que nunca, van a tener problemas para seguir el ritmo», recalcó Buttigieg en su conversación con Efe frente al ala oeste de la Casa Blanca.
«Si añadimos a eso la complejidad y las perturbaciones que ha provocado la pandemia, creo que seguiremos viendo desafíos (en la cadena de suministro) hasta que la pandemia se haya acabado verdaderamente», añadió.
El secretario de Transporte opinó, sin embargo, que ha habido «avances buenos en los puertos» del país, como los de Los Ángeles y Long Beach (California), que son los dos más importantes de Estados Unidos y han empezado a operar las 24 horas del día.
«Hemos visto muchos compromisos importantes por parte de algunas de las empresas implicadas (en la cadena de suministros), y creemos que eso se reflejará en mejoras en las próximas semanas y meses», subrayó.
EL DESARROLLO VERDE DE LATINOAMÉRICA
Buttigieg también habló sobre el plan de la Casa Blanca de presentar el año que viene una iniciativa para invertir en infraestructuras en países en desarrollo de Latinoamérica, el Caribe, África y el Indopacífico, y que se llamará «Build back better for the world» (Reconstruir mejor para el mundo).
Preguntado por las posibles inversiones futuras que puede esperar Latinoamérica de ese plan, que tiene el respaldo del G7, el miembro del gabinete de Biden dijo que los detalles están todavía por definir, pero que para Washington es importante ser «un buen aliado para sus vecinos» americanos.
«Cuando miramos a este continente y vemos el desarrollo que está ocurriendo, tenemos que asegurarnos de que respaldamos con dinero lo que decimos en nuestros discursos, y que apoyamos a nuestros vecinos y conseguimos que se haga un buen trabajo, sobre todo en lo relativo a las infraestructuras verdes», señaló.
«El mundo entero se beneficia cuando un país se desarrolla en términos más verdes, y buena parte de eso tiene que ver, por supuesto, con el transporte», agregó.
Además, Buttigieg se refirió a la ley de infraestructuras valorada en 1,2 billones de dólares que acaba de aprobar el Congreso de Estados Unidos, y que Biden tiene previsto firmar pronto.
«Esto va a ser un motor económico para el crecimiento» de Estados Unidos, garantizó.
EL PULSO CON CHINA
El secretario de Transporte, que habla un poco de español, quiso reiterar para Efe en ese idioma que las inversiones contenidas en la ley de infraestructura «son esenciales» Estados Unidos, porque «van a crear millones de trabajos buenos, millones de oportunidades para negocios grandes y pequeños».
Buttigieg también describió el contenido de la ley como una «inversión en competitividad» que puede ayudar a Estados Unidos a ganar el pulso con China.
«Vemos a países como China que invierten de forma masiva en su infraestructura, mientras Estados Unidos está tratando de arreglárselas con infraestructuras que son de hace décadas, y eso nos pone en desventaja competitiva», aseveró.
Lamentó que Estados Unidos «no tenga ni un aeropuerto en el ‘top 25′» de aeródromos del mundo, o que tenga tantos «puentes y carreteras en malas condiciones».
LA APUESTA POR LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
El plan de 1,2 billones solo contempla unos 550.000 millones de dólares en gasto nuevo, pero aun así es la mayor inversión en obras públicas de Estados Unidos en más de una década, y contempla más de 110.000 millones de dólares para reparar carreteras, puentes y autopistas.
Además, dedica fondos a mejorar la red de ferrocarriles, reformar puertos y expandir el acceso a la banda ancha, así como abordar los problemas en el suministro de agua y aumentar la resiliencia frente a la crisis climática.
También dedica 7.500 millones de dólares para crear una red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos en EE.UU., y Buttigieg pronosticó que ese proyecto estará «muy avanzado» dentro de cinco años.
«El rango de vehículos eléctricos es cada vez más impresionante, pero mucha gente, especialmente los que viven en zonas rurales, o los que dependen de su automóvil para trabajar, necesitan realmente más garantías de que toda la red está en pie (antes de comprar un auto de ese tipo)», explicó.
«No podemos permitir que tener un vehículo eléctrico siga siendo un lujo», señaló, al subrayar que quienes más pueden beneficiarse de esa iniciativa son las personas «de ingresos más bajos», siempre que el Gobierno se asegure de que «los cargadores están más accesibles y son asequibles».
Ahora que el plan de infraestructuras es una realidad, Buttigieg consideró «importante» que el Congreso apruebe también un plan de gasto social valorado en 1,75 billones, y que contiene inversiones de más de 550.000 millones de dólares en la lucha contra la crisis climática.
Lucía Leal