EE. UU. reporta más de 25 ataques y 100 muertos en operación “Lanza Azul” contra presuntas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico
Washington, D.C., 19 de diciembre de 2025 — La operación militar “Lanza Azul”, desplegada por Estados Unidos desde septiembre de este año para combatir el narcotráfico en rutas marítimas del Caribe y el océano Pacífico, ha dejado como resultado más de 25 ataques a embarcaciones y al menos 100 personas muertas, según datos recopilados por medios internacionales y organizaciones independientes.
La ofensiva, oficialmente denominada Operation Southern Spear, fue lanzada con el objetivo de interceptar lanchas rápidas utilizadas por redes criminales para el transporte de drogas desde Venezuela, Colombia y otras naciones de América Latina hacia EE. UU. y Centroamérica. Los ataques han sido llevados a cabo principalmente con drones armados, helicópteros y naves de la Marina estadounidense.
Entre los resultados confirmados, se reportan más de 20 embarcaciones destruidas o inutilizadas, con un saldo de decenas de personas fallecidas, entre ellas presuntos narcotraficantes y, según denuncias de gobiernos locales, también civiles sin vínculos probados con el crimen organizado.
Desde el Pentágono, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, defendió la operación como parte de una política de “interrupción directa de las rutas del narcotráfico”, argumentando que se trata de una medida necesaria ante el aumento de flujos ilegales por mar. No obstante, en el Congreso estadounidense ha surgido un fuerte debate sobre la legalidad y supervisión de estas acciones.
Senadores y representantes de ambos partidos han expresado preocupaciones sobre la falta de autorización legislativa para una campaña militar sostenida, recordando que la Constitución y la Ley de Poderes de Guerra requieren aprobación congresual para intervenciones armadas fuera del territorio nacional. Algunos legisladores han solicitado audiencias e informes detallados sobre la operación, así como una auditoría de inteligencia sobre los objetivos atacados.
La operación también ha provocado tensiones diplomáticas con Venezuela y Colombia. Caracas ha acusado a EE. UU. de violar el derecho internacional y ha denunciado que varias víctimas eran pescadores locales. Por su parte, Bogotá calificó algunos incidentes como “acciones letales injustificadas” y pidió explicaciones formales a Washington.
Organismos de derechos humanos, como Human Rights Watch, han advertido sobre el riesgo de “ejecuciones extrajudiciales en alta mar” y han exigido mayor transparencia y pruebas de que las embarcaciones atacadas estaban realmente vinculadas al narcotráfico.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense sostiene que la operación ha tenido un efecto disuasorio significativo sobre las rutas marítimas del narcotráfico. Sin embargo, el impacto humanitario, legal y geopolítico de “Lanza Azul” continúa generando controversia tanto a nivel interno como internacional.

