El 72% de los votantes cree que Biden no debería presentarse a la reelección

Washington, 1 de julio – Los votantes estadounidenses ya veían a su presidente, Joe Biden, como una figura demasiado mayor para el cargo. Sin embargo, su desempeño en el reciente debate del pasado jueves contra Donald Trump, marcado por lapsus y frases incompletas, ha acentuado esa percepción.

Mientras la familia del presidente, especialmente la primera dama Jill Biden, lo arropa y él busca cómo controlar los daños, una encuesta publicada este domingo refleja el estado de ánimo de la opinión pública: un 72% de los votantes considera que Biden no debería presentarse a la reelección, aunque la mayoría de los demócratas todavía desea que continúe en la carrera.

La encuesta, realizada por YouGov por encargo de CBS, revela que el 72% de los votantes opina que Biden no tiene la salud mental y cognitiva necesaria para ejercer como presidente. Este mismo porcentaje piensa que el mandatario no debería presentarse a la reelección, lo cual representa un aumento de nueve puntos respecto a la anterior encuesta de YouGov, realizada en febrero. El trabajo de campo de la nueva encuesta se llevó a cabo en los dos días posteriores al debate de la CNN en Atlanta, con el recuerdo fresco de la mala actuación de Biden esa noche.

Al preguntar a quienes consideran que Biden no debería presentarse por los motivos de su opinión, el 86% señaló la edad, un 71% las decisiones que podría tomar en el cargo, un 66% su historial como presidente y un 56% dudó de su capacidad para hacer campaña de manera efectiva.

El candidato demócrata es elegido por las bases del partido de forma indirecta: votando en las primarias a los delegados que proclaman al candidato en la convención.

Biden se aseguró con facilidad la inmensa mayoría de los delegados que se reunirán en Chicago del 19 al 22 de agosto. Tras el debate, surgieron dudas sobre si él es la mejor opción disponible para el Partido Demócrata para enfrentarse a Donald Trump. La encuesta de CBS/YouGov muestra que un 55% de los demócratas considera que Biden debe ser el nominado y un 45% cree que debería dar un paso al costado.

La encuesta también concluye que Trump presentó sus ideas con más claridad, pareció más presidencial, inspiró más confianza y explicó mejor sus políticas durante el debate organizado por la CNN en Atlanta. Pese al bombardeo de bulos de Trump, la diferencia entre quienes consideran que Biden dijo la verdad (40%) y quienes creen que Trump lo hizo (32%) no es tan grande.

Desde el primer sondeo realizado por la CNN hasta los que han seguido, hay unanimidad en que Trump ganó el debate. La esperanza demócrata es que eso no tenga demasiado impacto en los votantes y que, poco a poco, las mentiras de Trump, su defensa de los asaltantes del Capitolio el 6 de enero de 2021 y los mensajes xenófobos del expresidente sirvan para movilizar a los votantes progresistas.

«Entiendo la preocupación tras el debate», dijo Biden este sábado en un acto de recaudación de fondos en Red Bank, Nueva Jersey. «Lo entiendo. No tuve una gran noche. Pero voy a luchar más y os necesito conmigo para conseguirlo. Y esto es lo que nos informan: los votantes tuvieron una reacción muy diferente a la de los expertos si nos fijamos en los datos de las encuestas. Desde el debate, las encuestas muestran poco movimiento e incluso me han hecho subir un par de puntos», aseguró.

«La investigación durante el debate nos muestra convirtiendo a más votantes indecisos que Trump, en gran parte debido a su conducta el 6 de enero, así como luchando por la clase trabajadora, lo que él no hace. De hecho, lo más importante son las mentiras de Trump», añadió.

La tesis de Biden es que, aunque él haya tenido una mala noche, Trump tampoco tuvo una gran actuación y que, cuando los votantes se plantean elegir entre ambos, se inclinan por él en lugar del republicano.

«Se burlan de mí por decir: ‘No me compares con el Todopoderoso; compárame con la alternativa’. Bueno, esa no es una pelea difícil. No es una lucha dura», dijo en otro acto el sábado, dentro de una gira de recaudación de fondos que había previsto para sacar partido del debate y que ha tenido que utilizar para tratar de calmar las preocupaciones de los donantes.

El sábado por la noche, Biden volvió a Camp David con su familia, y se especulaba que en la intimidad podría hablar con sus seres queridos sobre la posibilidad de retirarse. Por ahora, sin embargo, ha recibido el apoyo cerrado de la primera dama, Jill Biden, así como del aparato y las principales personalidades del Partido Demócrata, que han cerrado filas en torno al candidato.

Las encuestas independientes no muestran por ahora ese efecto que señala Biden, sino el contrario. En el agregador de FiveThirtyEight, Trump ha recuperado toda la ventaja que había perdido desde que fue declarado culpable de 34 delitos a finales de mayo.

Biden había logrado situarse por delante en la intención de voto nacional, pero este domingo ya está 1,3 puntos por detrás. Obviamente, es difícil saber cuál es el efecto directo del debate, pero los indicios son claros. Y, aunque parezca un impacto pequeño, en una elección tan reñida que se decidirá por un margen ajustado en seis estados clave (Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Arizona, Nevada), un movimiento de más de un punto puede decidir la presidencia.

FiveThirtyEight también encargó a Ipsos su propia encuesta sobre el debate, que también concluye que para una amplia mayoría lo ganó Trump. Esa encuesta también refleja una pérdida de apoyo para Biden, pero hay que tener cuidado al interpretarla porque no mide la intención de voto, sino a qué candidatos consideran votar los ciudadanos, pudiendo incluir en su respuesta a más de uno.

Antes del debate, se planteaban la posibilidad de votar a Biden un 48,2% y tras él, un 46,7%. Es una pérdida de 1,5 puntos con este criterio. Trump avanza y amplía al 43,9% sus potenciales votantes y Robert F. Kennedy pasa del 17,3% al 18,4%, pero nótese que el total supera el 100% porque no es una encuesta de intención de voto.

En este escenario complejo, Biden y su equipo enfrentan el desafío de revertir las percepciones negativas generadas por su desempeño en el debate y convencer a los votantes de que él sigue siendo la mejor opción para liderar el país. Los próximos meses serán cruciales para definir el rumbo de su campaña y, en última instancia, el resultado de la elección presidencial.

El apoyo dentro del Partido Demócrata será fundamental, pero también lo será la capacidad de Biden para conectar con los votantes indecisos y movilizar a la base progresista. Mientras tanto, Trump continúa consolidando su posición, aprovechando cada oportunidad para atacar a su oponente y presentar su caso ante el electorado. La batalla por la presidencia de Estados Unidos promete ser una de las más reñidas y polarizadas de la historia reciente, con cada movimiento y cada declaración desempeñando un papel crucial en el desenlace final.

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