El adiós a “El Genuino”: entre lágrimas, fe y recuerdos, despiden a Octavio Dotel

Santo Domingo, 11 de abril. – Su apodo en el béisbol fue “El Genuino”, y así, con esas mismas palabras grabadas en su lápida, fue despedido Octavio Dotel, exlanzador de Grandes Ligas y leyenda del béisbol dominicano, quien falleció la madrugada del martes durante el colapso del techo de la discoteca Jet Set, una tragedia que ha dejado al país de luto con 224 víctimas fatales.

Tras lo que muchos llamaron “el último baile”, el ambiente en su sepelio se transformó en un espacio de recogimiento, donde las lágrimas se mezclaron con las anécdotas, y el dolor dio paso a discursos cargados de amor y gratitud.

Gabriel Dotel, su hermano mayor, expresó conmovido que no existen palabras suficientes ni hojas que alcancen para describir al gran ser humano que fue Octavio. “Era mi hermano, pero también mi amigo, y aunque yo soy el mayor, él me trataba como a un hijo.

Siempre lo recordaré feliz, riendo, cantando, como a él le gustaba”, compartió ante decenas de personas que acudieron a acompañar a la familia en su momento más doloroso.

Su hija, aún una niña, lo recordó con dulzura y admiración: “Yo lo tendré en mi memoria como un hombre feliz, siempre con una sonrisa. Era humilde, no era rencoroso… una buena persona. Y yo lo voy a honrar siendo feliz, por él”.

Massiel Dotel instó a los familiares presentes a estar conforme a pesar del deceso de su reciente occiso esposo, Octavio Dotel.

Massiel Javier, su esposa, pidió a los presentes y a todos los seres queridos que encuentren consuelo en la fe, asegurando que Octavio había entregado su vida al Señor antes de partir. “Sé que no es fácil, pero estoy en paz con Dios, porque él esperó que Octavio estuviera listo para llamarlo. Estoy segura de que lo volveremos a ver”, expresó entre llantos.

El béisbol dominicano también lloró su partida. José Miguel Bonetti, ejecutivo de los Leones del Escogido, equipo al que Dotel seguía apasionadamente tras su retiro como jugador, expresó su pesar. “Es una pérdida muy grande. Octavio estaba siempre con nosotros, todos los años.

Su familia, especialmente sus hijos, pueden contar con nosotros. Su legado vivirá en nosotros siempre”, afirmó, recordando también la pérdida de Julio Lugo, otro jugador escarlata y amigo cercano de Dotel, fallecido en 2021.

El comunicador Aquiles Correa, fanático del Licey, rememoró con humor uno de sus últimos encuentros con Dotel, en el que al verlo, le gritó “¡Dime Dotel!”. A lo que el exlanzador respondió con orgullo: “Dotel no… campeón nacional y del Caribe”.

Hoy, la pelota dominicana despide a uno de sus grandes, y el país entero se inclina ante la memoria de un hombre que, más allá del montículo, fue genuinamente querido.

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