El arranque del PRM en la contienda municipal
Por Manuel Jiménez
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), liderado por el actual Presidente Luis Abinader, ha dado un paso adelante en la batalla electoral rumbo a las elecciones municipales del 18 de febrero. Sus recientes demostraciones de fuerza, como el acto de inicio de la campaña municipal en el Palacio de los Deportes y una vistosa caravana en los municipios de Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte, han marcado el tono de una campaña que se anticipa intensa y agresiva.
El discurso enérgico del Presidente y candidato a la reelección refleja una estrategia clara del gobierno: llevar a cabo una campaña vigorosa, mostrando los éxitos alcanzados hasta el momento y proyectando un futuro prometedor. Abinader mencionó que si lograron crecer en tiempos complicados, ahora, con una situación más favorable, según sus palabras, las expectativas apuntan a un mayor respaldo electoral.
Desde la perspectiva oficial, se evidencia la convicción de que la oposición no supera el 24% de apoyo, una cifra que, de ser verídica, marcaría un posicionamiento débil antes de un evento tan crucial como las elecciones municipales, donde el vencedor puede allanar el terreno para un triunfo en las presidenciales de mayo.
Es innegable que la oposición, en especial la coalición RD Avanza, conformada por el PLD, la Fuerza del Pueblo y el Partido Revolucionario Dominicano, ha realizados pocas manifestaciones masivas, sobre todo en la capital, lo que dificulta medir su aceptación y respaldo electoral de cara al futuro inmediato.
Esta contienda electoral se caracteriza por la influencia del liderazgo, la capacidad de persuasión, la conexión con la ciudadanía y el impacto de las propuestas de los candidatos, así como su histórica influencia en cada comunidad. Por ende, descartar posibilidades basándose únicamente en encuestas nacionales resulta algo temerario.
A medida que la campaña avanza, es natural que su intensidad aumente. Sin embargo, el accionar de los partidos a nivel nacional también influye en la percepción del votante, generando una tendencia hacia una determinada corriente política el día de las elecciones.
La clave radica en cómo los partidos continuarán movilizando a sus seguidores, cómo conectarán con el electorado y cómo presentarán sus propuestas. A medida que nos acerquemos al día de las votaciones, la percepción de victoria hacia una corriente u otra influirá en la decisión del electorado el 18 de febrero.
