El Bacho: Luchador incansable, impenitente…de causas justas
Guillermo Caram
Ha partido Raul Perez Peña, El Bacho. Al concurrir a su funeral, los medios me abordaron para conocer mi reacción sobre el suceso. Mi respuesta a este sorpresivo abordaje fue calificarlo como “luchador incansable”. Obviamente los reporteros aprovecharon para recabar mi opinión sobre otros temas; particularmente Intrant.
Al ingresar a donde velaban sus restos y darles el pésame a sus dolientes me impresionaron la compunción de sus tres hijos, con los que no había compartido para comprenderlo.
Quizás ellos se sorprendieron por mi presencia dado que, al no compartir ideología y praxis política con él, nunca me inscribí en la presencia de sus actividades cotidianas.
Comprendí entonces que además de haber sido un luchador incansable, había sido un padre ejemplar.
Por eso al salir de la funeraria con esta percepción, rumiando con mis palabras a la prensa y las preguntas ajenas a la ocasión; comprendí que había quedado corto al calificarlo como “luchador incansable”. Debí haberle agregado “impenitente” y por “causas justas”
No recuerdo como nos conocimos. Si en la facultad de ingeniería donde probablemente le llevaba un par de años o si en los fragores de la lucha ideología universitaria; él en activismo del grupo marxista FRAGUA y yo, ya en retirada, por haber terminado mi carrera, brindándole apoyo a mi grupo socialcristiano: BRUC.
O si fue en mi pueblo natal, San Pedro de Macorís, en alguna de sus visitas con relación a quien fuera su mentor para incorporarlo a la guerrilla, Pipe Faxas. O tal vez evoco la imagen confusa asociada a amigos de infancia.
Pero lo cierto que durante las mas de seis décadas de encuentros personales, algunas veces marcados con desencuentros ideológicos, nunca abandonó ni me mostró, desafecciones. Al contrario, siempre estuvieron acompañados de sonrisas afectuosas que estigmatizaron en mi su personalidad; mas allá del temperamento casi rabioso de sus convicciones radicales y revolucionarias.
Visitaba frecuentemente mi amigo y vecino Ing. Ezequiel Garcia Tatis. Ahí nos saludábamos y comentábamos fugazmente los acontecimientos, sus trabajos periodísticos y literarios. Me criticaba, obviamente, mis planteamientos. Pero siempre en forma amble y respetuosa, no obstante su comportamiento visceral.
Me alegré mucho cuando, al transcurrir los años, su praxis política derivó hacia el sistema democrático después de años de lucha rebelde, revolucionaria y guerrillera, al postularse como candidato presidencial.
Internalizó que la revolución socialista avanzaba mas al insertarse en la democracia en lugar de apostar a procederes anti-sistemas que han hundido los movimientos políticos ideológicos de la autollamada izquierda.
Su programa televisado Nocturnal constituía una cita obligada así como su original ocurrencia de denominarlo Nocturnet cuando nació el INTERNET; explicación que tuvo que repetir varias veces mientras se mantuvo el programa.
Durante los últimos años nos encontrábamos frecuentemente en el centro histórico de Santo Domingo. Mientras me ejercitaba en caminatas matutinas, el acudía a instalarse, o provenía de, las oficinas de unos de los movimientos derivados de su añorado 1J4. Llegué a percibir el dolor y sufrimiento que le proporcionaban de las luchas intestinas de los movimientos ideológicos que frustraron las esperanzas de nuestros pueblos en ellos.
Pensando en la pregunta del periodista que me abordara al asistir a la funeraria sobre el caso de INTRANT, no tuve reparos en poner de ejemplo la vida de El Bacho como luchador incansable, e impenitente, por causas justas como la idoneidad en el manejo de la cosa pública.
Y pensando en sus hijos, y en esas generaciones que labrarán el futuro dominicano, quiero rendir el testimonio de un luchador que jamás se cansó de procurar las causas justas por los caminos, equivocados o no, que consideraba pertinentes.
Ojalá que su ejemplo viva presente en nuestra juventud. Que sean incansables en procurar causas justas. Y que jamás se dobleguen ante las tentaciones derivadas del afán de lucro que están corroyendo lass sociedades contemporáneas.