El caso costarricense frente al modelo dominicano

Juan Temístocles Montás

Entre 2007 y 2009, los economistas Ricardo Hausmann y César Hidalgo desarrollaron el Índice de Complejidad Económica (ICE) como una medida que evalúa la sofisticación productiva de un país, basada en la diversidad de sus exportaciones y la ubicuidad de los productos que exporta. Se trata de un enfoque que mide el desarrollo económico basado no solo en factores tradicionales como capital o recursos naturales, sino en el conocimiento productivo implícito en la estructura exportadora de los países.

En el ICE los valores se mueven en una escala que va de -2.5 a +2.5, aunque no hay un máximo teórico fijo. Japón, Alemania o Corea del Sur tienen ICE elevados porque exportan bienes complejos (semiconductores, maquinaria avanzada, productos químicos especializados) producidos por pocos países. En cambio, países con exportaciones concentradas en materias primas o productos agrícolas simples, como oro, petróleo o banano, tienden a tener un ICE bajo.

Los datos que aporta el ICE para el año 2023 permiten comparar la situación de países con PIB per cápita en PPA casi iguales como son los casos de Costa Rica y República Dominicana. Según el FMI, en 2023 el PIB per cápita para ambos países fue de 25,433 dólares para Costa Rica y 24,645 para República Dominicana. Costa Rica tiene una población de 5.3 millones de personas y la de República Dominicana es de 10.7 millones.

Aun siendo más pequeña, Costa Rica supera ampliamente a la República Dominicana en el valor de sus exportaciones de bienes.

Costa Rica ocupa en el ICE la posición 48 entre 132 países, con un índice de 0.34, mientras que la República Dominicana ocupa la posición 62 con un índice de 0.04.

¿Qué razones explican esa diferencia en el posicionamiento de ambos países en el ICE?

Primeramente, Costa Rica exporta productos de mayor complejidad tecnológica, como instrumentos médicos, circuitos integrados y aparatos ortopédicos, que representaron ese año alrededor el 53% de las exportaciones totales de Costa Rica. En cambio, la República Dominicana, que exportó un 23% de instrumentos médicos y máquinas y aparatos eléctricos, tiene una estructura exportadora más concentrada en productos de baja y mediana complejidad, como oro, tabaco y confecciones textiles.

Costa Rica ha sido más exitosa que República Dominicana en atraer inversión extranjera directa (IED) orientada a tecnología y servicios avanzados, como Intel, Boston Scientific, Pfizer, Equifaz y otras multinacionales. Esto ha permitido el desarrollo de encadenamientos productivos y know-how local. En el caso de Dominicana, si bien ha logrado atraer IED en turismo y zonas francas, concentra esa inversión en sectores tradicionales o de ensamblaje, con menos transferencia tecnológica y menor integración local.

Costa Rica invierte más del 6% del PIB en educación, con énfasis en formación técnica y universidades públicas de calidad. Los esfuerzos desarrollados en educación por Costa Rica le han permitido crear una fuerza laboral bilingüe y tecnificada, lo que facilita su inserción en sectores complejos. En cambio, República Dominicana ha tenido históricamente rezagos en calidad educativa, con bajos resultados en pruebas internacionales y poca vinculación entre la educación técnica y las necesidades del mercado. Existe, por tanto, una brecha importante de talentos especializados.

Costa Rica invierte en investigación y desarrollo (I+D) 0.34% del PIB, lo que le ha permitido desarrollar centros tecnológicos y promover alianzas universidad-empresa para la innovación. En cambio, República Dominicana invierte entre 0.01% y 0.03% del PIB y no cuenta con un sistema de innovación desarrollado, y la vinculación entre academia y empresas es aún muy limitada.

Adicionalmente, Costa Rica ha tenido una política industrial consistente basada en sostenibilidad, innovación y especialización, mientras que la República aún carece de una estrategia industrial y tecnológica robusta y sostenida, lo que conduce a la fragmentación de los esfuerzos.

Resumiendo, Costa Rica supera a República Dominicana en el ICE debido a que: 1) exporta productos más sofisticados y con mayor valor agregado; 2) ha invertido más en educación técnica, innovación y capital humano; 3) ha desarrollado instituciones sólidas y una política industrial consistente y estable que ha servido de soporte al desarrollo productivo y; 4) sobre estas bases, ha atraído IED orientada a sectores intensivos en conocimiento.

Cerrar la brecha productiva con Costa Rica pasa por una estrategia nacional de desarrollo exportador enfocada en diversificación, innovación, talento técnico y una institucionalidad más cohesionada.

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