El colapso del centrismo
J.C. Malone[email protected]Nueva York
Iniciando el 2011, un vendedor callejero protestó la opresión gubernamental prendiéndose fuego frente a una alcaldía en Túnez.
Ese fósforo encendió la Primavera Árabe, los Indignados de Madrid, Grecia, y Occupy Wall Street, esos “izquierdistas inconformes”, no se sienten “representados” por sus políticos, tomaron las calles.
Los ultraderechistas que asaltaron el Congreso estadounidense hace un año, tampoco creían que sus “representantes políticos” los representaban adecuadamente.
Una protesta de camioneros canadienses contra la vacuna obligatoria, paralizó el comercio entre Canadá y los Estados Unidos; ahora también protestan contra el multiculturalismo y la inmigración. Ese movimiento ultraderechista se esparce por el mundo; ultraderechistas estadounidenses, franceses, austriacos, alemanes, australianos y neozelandeses también protestan. La democracia “representativa” permitió que “representantes” políticos, sindicales, y corporativos, monopolicen plata y poder, por eso, izquierdistas y derechistas tomaron las calles contra “el enemigo”, sus “representantes” centristas.
Con izquierdistas y derechistas indignados, asistimos al colapso del centrismo.