El complejo conflicto en Oriente Medio, cómo entenderlo?
El conflicto en Oriente Medio es extremadamente complejo y multifacético, con múltiples actores, intereses y motivaciones. En el caso específico de los más recientes sucesos en la zona, es importante considerar que el Estado Islámico (EI) ha llevado a cabo numerosos ataques en la región, buscando fomentar el caos, desestabilizar gobiernos y promover su propia agenda radical.
El ataque suicida en Irán durante el aniversario de la muerte del general Soleimani puede interpretarse como parte de la estrategia del Estado Islámico para generar conflictos internos en Irán, causar miedo y tensión en la población y, en última instancia, debilitar al gobierno y a la estabilidad del país.
El general Soleimani fue un líder militar prominente de Irán, asesinado en un ataque estadounidense en enero de 2020. Su muerte provocó indignación en Irán y aumentó las tensiones entre Irán y Estados Unidos. El Estado Islámico, como organización extremista, busca explotar estas tensiones y aprovechar cualquier oportunidad para sembrar el caos y promover su ideología radical.
Es importante recordar que las motivaciones detrás de los ataques y las dinámicas en juego en el Medio Oriente son complejas y a menudo están influenciadas por una combinación de factores políticos, religiosos, étnicos e históricos.
Si bien el Estado Islámico ha sido un actor en los conflictos de la región, existen otros grupos y factores clave que también juegan un papel significativo en el panorama geopolítico del Medio Oriente.
Por ejemplo, Hamas, en la zona de Gaza y Hezbollah, en el Líbano, reciben apoyo de Irán debido a sus objetivos compartidos en contra de Israel y su alineación con los intereses estratégicos de Teheran en la región del Medio Oriente. Irán proporciona respaldo financiero, militar y político a estos grupos como parte de su estrategia para influir en la región y contrarrestar las influencias contrarias a sus intereses.
Los hutíes, también conocidos como Ansar Allah, están involucrados en un conflicto en Yemen. Se enfrentan a las fuerzas gubernamentales y a una coalición liderada por Arabia Saudita que interviene militarmente en apoyo al gobierno reconocido internacionalmente.
Los hutíes controlan partes significativas del norte de Yemen, incluida la capital, Saná. Su objetivo principal es obtener un mayor control político en Yemen y eliminar la influencia de actores externos, como Arabia Saudita, que ven como una interferencia en los asuntos internos del país.
En relación con los ataques a barcos petroleros en el Mar Rojo y en el estrecho de Bab el-Mandeb, los hutíes han llevado a cabo este tipo de acciones como parte de sus tácticas para presionar y mostrar su capacidad para interrumpir las rutas comerciales y desafiar a la coalición liderada por Arabia Saudita. Estos ataques buscan aumentar la presión sobre sus oponentes y destacar su capacidad para causar interferencias en la región. Además, los hutíes también han utilizado estos ataques como una forma de mostrar su descontento por el bloqueo marítimo impuesto por la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen, lo que ha dificultado la importación de alimentos, combustible y otros suministros vitales para la población yemení.
Manuel Jiménez