El desmoronamiento de Lava Jato: la investigación anticorrupción que marcó a América Latina llega a su fin
Por la Redacción
Un emblema contra la corrupción en declive
Santo Domingo, 24 Nov. – La Operación Lava Jato, que durante años fue un ícono en la lucha contra la corrupción en América Latina, enfrenta un desmantelamiento progresivo. Según una investigación publicada por The New York Times, decisiones recientes del Supremo Tribunal Federal de Brasil han desestimado pruebas clave, anulado condenas emblemáticas y suspendido multas multimillonarias.
Este giro pone en entredicho los logros de una década de esfuerzos por desentrañar una de las redes de sobornos más grandes de la historia, que involucró a al menos 12 países, destaca el reportaje del diario newyorkino firmado por los periodistas Jack Nicas y Ana Ionova.
Desde el año pasado, las decisiones del tribunal han invalidado casos contra altos funcionarios y ejecutivos, anulando al menos 115 condenas en Brasil, según grupos anticorrupción. Estas decisiones también afectan investigaciones relacionadas en países como Perú, Argentina, Ecuador y Panamá, socavando el impacto de Lava Jato más allá de las fronteras brasileñas, cita la investigación del diario.
Un esquema de sobornos que sacudió la región
José Antonio Dias Toffoli, juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, ha anulado importantes condenas derivadas de la Operación Lava Jato.Credit…Dado Galdieri para The New York Times
Recuerda que la Operación Lava Jato comenzó en 2014 tras el descubrimiento de una red de lavado de dinero vinculada a un autolavado en Brasilia. A medida que las investigaciones avanzaron, se reveló un esquema de sobornos multimillonarios en el que empresas como Petrobras, Odebrecht y JBS pagaban a funcionarios para asegurar contratos gubernamentales.
Según reporta The New York Times, estos sobornos ascendieron a más de 3,000 millones de dólares, y los efectos alcanzaron a gobiernos de América Latina y África.
Lava Jato resultó en el encarcelamiento de cientos de funcionarios y empresarios, incluyendo a expresidentes como Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, y Alejandro Toledo, en Perú. Asimismo, empresas multinacionales enfrentaron sanciones financieras que llevaron a algunas al borde de la quiebra.
Sin embargo, como señala el artículo firmado por los periodistas Jack Nicas y Ana Ionova, los métodos cuestionables utilizados por fiscales y jueces comenzaron a erosionar la credibilidad de la operación, abriendo la puerta a su actual desmantelamiento.
El papel del Supremo Tribunal y su impacto
Una línea de metro en Caracas, Venezuela, en construcción en 2022 por Odebrecht, una firma brasileña gigante y un actor clave en la Operación Lava Jato, según las autoridades brasileñas.Credit…Federico Parra/Agence France-Presse — Getty Images
En el centro de las recientes decisiones judiciales se encuentra José Antonio Dias Toffoli, magistrado del Supremo Tribunal Federal de Brasil. Según The New York Times, Toffoli ha emitido sentencias basadas en fallos previos que declararon inválidas las pruebas recopiladas por fiscales de Lava Jato debido a irregularidades, como escuchas ilegales y confesiones obtenidas bajo coerción.
“El uso de pruebas obtenidas de manera ilegal no puede justificar condenas”, afirmó Toffoli en una reciente audiencia. Pese a considerar este proceso como algo “doloroso”, el juez argumentó que las irregularidades empañaron toda la investigación, haciendo inevitable la anulación de muchas condenas.
Críticos han señalado posibles conflictos de interés, ya que Toffoli fue abogado del Partido de los Trabajadores (PT) y asesor de Lula, uno de los principales objetivos de Lava Jato. Además, su nombre fue vinculado a la trama de corrupción de Odebrecht en una declaración policial, aunque nunca se presentaron cargos en su contra, destaca la investigación periodística.
Efectos en toda América Latina
Sergio Moro, juez federal de un pequeño estado del sur de Brasil, supervisó en gran medida la Operación Lava Jato y, al principio, se convirtió en un héroe nacional.Credit…Dado Galdieri para The New York Times
Las decisiones del tribunal brasileño han tenido un efecto dominó en países como Perú, donde el expresidente Alejandro Toledo fue condenado a 20 años de prisión en 2023 por aceptar sobornos de Odebrecht.
Según The New York Times, los abogados de Toledo podrían argumentar que las pruebas utilizadas en su caso son inválidas, basándose en los precedentes del Supremo Tribunal de Brasil.
El diario estadounidense destaca el hecho de que en Ecuador, Panamá y Argentina, casos relacionados con Lava Jato también están bajo revisión, debilitando el impacto de las investigaciones anticorrupción en toda la región. Este fenómeno, como lo describen Nicas e Ionova en su reportaje, subraya la fragilidad de los sistemas judiciales en la región para sostener investigaciones de esta magnitud.
El ascenso y la caída de Lava Jato
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a la izquierda, y su esposa, Janja, saludando a Ricardo Lewandowski, ministro de Justicia, en febrero.Credit…Andre Borges/EPA, vía Shutterstock
El influyente diario resalta que la operación alcanzó su cúspide en 2017 con la condena de Lula, quien recibió una sentencia de 12 años de prisión por aceptar renovaciones en propiedades a cambio de favores políticos. Esta condena lo inhabilitó para postularse en las elecciones presidenciales de 2018, que ganó Jair Bolsonaro con un discurso fuertemente anticorrupción.
Sin embargo, las revelaciones de prácticas irregulares por parte del juez Sergio Moro, figura central de Lava Jato, empezaron a desmoronar el caso. En 2019, grabaciones filtradas por The Intercept Brasil mostraron que Moro había dirigido a los fiscales sobre cómo construir los casos, incluyendo tácticas como escuchar ilegalmente a los abogados de los acusados.
En 2021, el Supremo Tribunal anuló las condenas de Lula, señalando la parcialidad de Moro, y Lula volvió al escenario político para ganar las elecciones presidenciales de 2022. Según el análisis de The New York Times, este fue un punto de inflexión que marcó el declive de Lava Jato.
Las críticas al manejo de las condenas
En 2023, Toffoli anuló una multa de 2,500 millones de dólares contra Odebrecht y suspendió condenas penales contra ejecutivos de la compañía, aunque algunos magistrados del tribunal rechazaron ciertas medidas extremas.
También suspendió una multa de 3,200 millones de dólares contra la empresa matriz de JBS, decisión que levantó sospechas de favoritismo debido a los vínculos laborales de su esposa con la compañía, como destaca The New York Times.
Organizaciones como Transparencia Internacional han condenado estas acciones, calificándolas como un retroceso en la lucha contra la corrupción. En respuesta, Toffoli ordenó una investigación penal contra la organización, intensificando las tensiones entre el tribunal y los defensores de la transparencia, informa el diario.
El vacío que deja Lava Jato
A pesar de su colapso, Lava Jato expuso un nivel de corrupción pocas veces visto en la región. No obstante, como señala Rafael Mafei, profesor de derecho en la Universidad de São Paulo, el impacto de la operación fue limitado. “Desde el punto de vista de los resultados, Lava Jato fue un completo fracaso”, afirmó en declaraciones citadas por The New York Times.
El desmantelamiento de Lava Jato deja un vacío peligroso en países donde la corrupción ha sido endémica. Para muchos, la anulación de sentencias representa un regreso a una era de impunidad en la que los poderosos rara vez enfrentan consecuencias por sus acciones, concluye The New YorkTimes en el reportaje.
El caso de República Dominicana: un final sin condenas
Aunque el reportaje de The New York Times no cita a República Dominicana, el escándalo de Odebrecht reveló una red de sobornos que involucraba obras públicas de gran envergadura, como plantas eléctricas, carreteras y presas. A pesar del esfuerzo inicial por judicializar el caso, incluyendo la investigación a figuras políticas prominentes, el proceso concluyó sin que se dictaran condenas, dejando profundas dudas sobre la capacidad del sistema judicial para enfrentar casos de corrupción de alto perfil.
El escándalo de Odebrecht se convirtió en un símbolo de la frustración ciudadana ante la impunidad, llevando a manifestaciones masivas como las organizadas por el movimiento Marcha Verde, que exigía justicia y transparencia. Sin embargo, los resultados judiciales no lograron satisfacer estas demandas, alimentando un sentimiento de desencanto en la población.