El éxodo más grande en la historia de Cuba: Más de 850,000 cubanos han emigrado a Estados Unidos desde 2022

Habana, Cuba, 24 de septiembre – Desde 2022, más de 850,000 cubanos han emigrado a Estados Unidos, en lo que ya se considera el mayor éxodo migratorio en la historia de Cuba. Las cifras publicadas recientemente por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) han confirmado lo que muchos analistas llaman un “vaciamiento demográfico”, con una pérdida poblacional cercana al 18%.

La situación económica, social y política en la isla ha empujado a cientos de miles de cubanos a buscar una vida mejor en el extranjero, con 2024 perfilándose como uno de los años con mayor afluencia de migrantes.

El éxodo masivo, que comenzó a intensificarse en 2021, no muestra señales de detenerse. La profunda crisis económica que atraviesa Cuba, marcada por la escasez de alimentos, medicamentos, cortes de electricidad y represión política, ha generado una sensación de desesperanza entre los ciudadanos, quienes ahora ven la emigración como su única salida.

Un vaciamiento demográfico en marcha

El economista y demógrafo cubano Juan Carlos Albizu-Campos ha estudiado el fenómeno migratorio en Cuba y asegura que el país está en medio de un proceso de despoblación alarmante. Albizu-Campos, en un estudio reciente, sostiene que la cifra oficial del Gobierno cubano, que indica que la isla tiene más de 11 millones de habitantes, es inexacta.

Según su análisis, Cuba tendría en realidad solo 8.62 millones de personas. “Con toda seguridad, estamos asistiendo a un proceso que yo he dado en llamar vaciamiento demográfico”, afirma Albizu-Campos. Este proceso no solo se debe al éxodo migratorio, sino también a una caída significativa en el número de nacimientos y al aumento de la mortalidad.

Las estadísticas de la CBP son claras: 533,000 cubanos llegaron a Estados Unidos desde el 1 de octubre de 2021 hasta el cierre del año fiscal 2023. A esta cifra se suman otros 208,000 migrantes cubanos que solicitaron asilo entre octubre de 2023 y agosto de este año.

El total de migrantes cubanos sería aún mayor si se incluyeran los 110,000 beneficiados por el parole humanitario desde 2023, así como aquellos que han emigrado a través de otros tipos de visado.

“En términos del año fiscal que finalizó en agosto, el número de ‘encuentros’ de cubanos en las fronteras de Estados Unidos ya ha superado la cifra registrada en el año fiscal 2023″, explica Albizu-Campos. “Faltando aún el último cuatrimestre del año calendario, es probable que el número total de emigrantes cubanos hacia Estados Unidos supere los 260,000 en 2024, consolidando una tendencia migratoria que, desde 2022, parece haberse estabilizado en una meseta”.

Un éxodo Sin precedentes

El mes de diciembre de 2023 se registró como el de mayor afluencia de cubanos en la frontera sur de Estados Unidos, con 25,048 migrantes cubanos interceptados. En total, casi 66,000 cubanos han sido detenidos en el mar por la Guardia Costera estadounidense, mientras intentaban cruzar el peligroso Estrecho de la Florida en frágiles embarcaciones caseras. Esta es una de las rutas más arriesgadas para los migrantes cubanos, quienes enfrentan el riesgo de naufragio y la muerte en alta mar.

La magnitud del éxodo ha superado todos los flujos migratorios previos en la historia de Cuba, incluyendo las conocidas olas migratorias como el Éxodo del Mariel en 1980 y la Crisis de los Balseros en 1994. Las autoridades estadounidenses han descrito la situación actual como la mayor ola migratoria en la historia cubana.

Las proyecciones de Naciones Unidas prevén que para el año 2100 la población de Cuba caerá por debajo de los seis millones, pero Albizu-Campos es más pesimista y cree que esa disminución ocurrirá mucho antes. “Es una posibilidad real que ya está a las puertas, en el futuro próximo. No creo que haya que esperar hasta 2100 para presenciar ese descenso”, asegura el demógrafo.

Las causas de la migración

La situación económica en Cuba ha sido catastrófica desde 2021, lo que ha intensificado el éxodo. Los cortes de electricidad, la falta de acceso a servicios básicos como agua potable, la escasez de alimentos y medicamentos, y una represión política que se ha endurecido desde las protestas masivas del 11 de julio de 2021 han dejado a muchos cubanos sin esperanzas de cambio dentro del país. La pandemia de COVID-19 también tuvo un impacto devastador en la economía cubana, afectando al sector turístico, una de las principales fuentes de ingresos de la isla.

Además, las sanciones impuestas por Estados Unidos, junto con la disminución del apoyo de aliados tradicionales como Venezuela y México, han agravado aún más la situación económica.

Muchos cubanos ya no esperan un cambio dentro de la isla, y en su lugar, buscan oportunidades en el extranjero. Algunos cruzan Nicaragua y atraviesan la peligrosa Selva del Darién, mientras otros esperan en México su cita con CBP One para solicitar asilo en la frontera estadounidense. Otros optan por destinos como España, Italia, Canadá o cualquier país que permita la entrada de cubanos sin necesidad de visado.

Un éxodo sin aparente solución

El éxodo cubano está dejando un vacío no solo en términos demográficos, sino también en la fuerza laboral de la isla. “Las personas se van porque existe un conjunto de factores de rechazo que las empujan a abandonar su lugar de origen”, explica Albizu-Campos. “Mientras esos mecanismos de rechazo —la crisis económica, la represión política y las dificultades cotidianas— sigan presentes, el éxodo no se detendrá”.

El economista también señala que el silencio del Gobierno cubano ante estas cifras es indicativo de la falta de una estrategia para revertir el fenómeno migratorio. “Revertir el éxodo o detenerlo parece imposible mientras no se produzcan cambios profundos dentro del país. Con la represión sofocando cualquier intento de voz disidente, y con la ausencia de restricciones de viaje como en el pasado, salir del país se percibe como la única solución”.

Un futuro desafiante

El éxodo masivo que vive Cuba no solo tiene repercusiones para quienes emigran, sino también para quienes permanecen en la isla. El envejecimiento de la población, la falta de jóvenes y de trabajadores calificados, y la constante fuga de talentos amenazan con profundizar la crisis que ya enfrenta el país. Mientras las condiciones económicas y políticas no cambien, el éxodo continuará siendo una constante en la realidad cubana.

Con un futuro incierto y pocas señales de mejora, el “vaciamiento demográfico” de Cuba es una tragedia silenciosa que afecta no solo a los que se van, sino también a los que se quedan, atrapados en un ciclo de pobreza y desesperanza.

Con datos de El País, de España

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