El Gobierno a medio camino
Por Rosario Espinal
El tiempo vuela! Ya se cumplieron dos años del ascenso del PRM al poder. Aunque el inicio tiende a ser más fácil, no en este caso. El Gobierno ha estado administrando una crisis por la pandemia, y luego la guerra en Ucrania, que han generado muertes, inseguridad e inflación en el mundo.
En este contexto adverso, el PRM ha tenido algunos percances propios notorios: renuncia del ministro de la Presidencia, asesinato del ministro de Medio Ambiente, destitución del ministro de Educación. Pero los dominicanos se caracterizan por otorgar largos períodos de gracia a sus presidentes, igual a Luis Abinader.
El Ministerio Público sigue concitando gran apoyo en la población por los expedientes de corrupción a figuras vinculadas a la pasada administración. Ese es el pilar de la aprobación gubernamental. El combate a la corrupción fue la principal oferta electoral del PRM.
En lo económico, la República Dominicana se ha beneficiado de su estrecho vínculo con los Estados Unidos. Los subsidios allá por la pandemia derramaron muchas divisas acá vía remesas, turismo y exportaciones. De ahí, en parte, la estabilidad cambiaria.
Ahora comienza la segunda mitad del Gobierno, un período complejo por varias razones, entre ellas:
1) La gente espera resultados más que anuncios.
2) El poder adquisitivo ha mermado por la inflación y las medidas monetarias para enfrentarla frenan el crecimiento económico.
3) Las finanzas públicas son precarias para cubrir subsidios y programas de desarrollo y no hay espacio político para aumentar impuestos (la reforma fiscal fue cancelada para evitar rechazo al Gobierno).
4) Los partidos de oposición se activarán con más críticas porque hay elecciones en menos de dos años.
Los temas que han dominado la preocupación de la ciudadanía son la inflación y la delincuencia. Sobre la inflación hay que esperar para saber si las medidas monetarias antiinflacionarias surtirán su efecto sin causar recesión. Por suerte ha bajado el precio del petróleo.
La delincuencia es un problema que fluctúa en la percepción de la ciudadanía dependiendo de cuánto suben y bajan los robos y asaltos más sonados. No es fácil enfrentarla porque ahí subyace la falta de oportunidades socioeconómicas juveniles, el narco y el microtráfico, y la corrupción policial-militar.
Cuando comience con fuerza la campaña reeleccionista, el Gobierno enfrentará otro desafío: cómo presentarle a la clase media una administración austera, honesta y eficiente que prometió, y a la vez, reeditar el clientelismo propio del Estado dominicano en tiempos de elecciones.
Un asunto que va y viene es que, por la composición social de la cúpula gubernamental, las alianzas público-privadas y los fideicomisos con empresarios para administrar bienes públicos, se ha ido sedimentando la idea de que el Gobierno es de ricos para ricos. Este tema podría resurgir con fuerzas más adelante.
Finalmente, es inaceptable que, de 24 ministerios, solo en dos haya ministras. ¡Qué discriminación!
Hacia el 2024, el PRM tiene a su favor que la oposición está debilitada por los escándalos de corrupción y dividida. No obstante, enfrenta el desafío de concretizar las expectativas de cambio que lo llevó al poder.
Publicado orighinalmente en Hoy