El gobierno de Perú niega que evento de Evo Morales amenace soberanía nacional
Lima, 12 dic (EFE).- El ministerio de Relaciones Exteriores de Perú negó este domingo que la reunión que celebrará en Cusco el bloque de movimientos sociales latinoamericanos promovido por el expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) sea una amenaza a la soberanía, independencia y seguridad del país.
Así, la Cancillería desmintió categóricamente la versión de un grupo de diplomáticos que el último viernes emitió un pronunciamiento en el que rechazaba la reunión de Runasur prevista de celebrarse en la capital de los incas los días 20 y 21 de diciembre y señalaban que se estaría preparando un plan para brindarle soberanía marítima a Bolivia.
Al respecto, la cartera aseguró que el mecanismo de integración regional de organizaciones indígenas, sindicales y civiles de Sudamérica que impulsa Morales «no involucra ni vincula al Estado peruano» y que el evento en Cusco no significa «alguna amenaza para la soberanía, independencia y seguridad nacional vinculada a la integridad territorial del Estado o un supuesto peligro de desmembramiento de alguna de sus regiones, provincias, distritos o localidades».
Además, subrayó que el Gobierno del izquierdista Pedro Castillo no «promueve ni tolera iniciativa alguna que pueda poner en peligro la dignidad del país, el sistema democrático o la plena vigencia de los derechos humanos y libertades fundamentales».
En ese sentido, la Cancillería rechazó «toda afirmación que ponga en duda los sentimientos de pertenencia y lealtad con la patria de los peruanos que residen en el interior del país y en especial de quienes habitan en zonas de frontera».
Ese pronunciamiento llega dos días después de que varios excancilleres y viceministros afirmaran en un comunicado que la convocatoria a la reunión del Cusco «constituye una intromisión e injerencia inaceptables y que viola las normas fundamentales de las cartas de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos».
El documento, firmado por los exministros de Relaciones Exteriores Allan Wagner, José Antonio García Belaunde y Ricardo Luna, así como por ocho exviceministros de la misma cartera, exigía a las autoridades peruanas adoptar inequívocas medidas que impidan esa «ofensiva, no autorizada y perniciosa» reunión y advertía de la supuesta intención del exmandatario boliviano de «desmembrar al Perú otorgando a Bolivia una salida soberana al Pacífico y así conformar una nación aymara como extensión territorial boliviana».
El pronunciamiento sostenía que se trata de un proyecto geopolítico transnacional «para dejar de lado a los Estados, su respectiva soberanía e independencia y, desde luego, los regímenes democráticos existentes».
En el marco de esta segunda cumbre de Runasur, que reunirá a sindicatos, organizaciones sociales y colectivos civiles de Latinoamérica, la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú declaró hace dos semanas persona no grata a Morales «por su negativo activismo político en Perú y su evidente injerencia e intromisión en la agenda del Gobierno».
Esta declaración, de carácter simbólico, exhorta a los ministerios del Interior y de Defensa a cumplir con el pronunciamiento e impedir el ingreso de Morales en Perú, país que ha visitado en reiteradas ocasiones desde que asumió la Presidencia el izquierdista Pedro Castillo, con quien guarda amistad.
Una moción similar para declarar persona no grata al exmandatario boliviano fue rechazada por el pleno del Congreso peruano en agosto pasado.