El Gobierno en una semana equivocada
Las iniciativas del Fideicomiso para la administración de Punta Catalina y de convocatoria a una cumbre de partidos que publicaron un documento, en el que se hace una llamado a la comunidad nacional e internacional para que asuman la ayuda al pueblo haitiano, en su forma y contenido, contribuyen a la profundización del paulatino, pero sostenido desencuentro entre el Gobierno e importantes sectores sociales y políticos que hicieron posible su ascenso al poder.
En su concepción del fideicomiso, de nuevo se hace ostensible la influencia del gran capital dominicano en esta administración y con el documento de los partidos, reafirma una posición esencialmente coincidente con la ultraderecha nacionalista sobre el tema haitiano.
En torno a la cuestión de la figura escogida para administrar Punta Catalina, existen elementos de discusión y confusión que han debido aclararse. Podría ser razonable que el Gobierno se decante por una forma de administración para esa esa entidad basada en el sector privado, no es sostenible sustentar, desde el punto de vista jurídico, que se ha vendido ese activo público.
No se puede afirmar que se ha vendido un bien, si a quien se le dice comprador no lo puede vender. En este caso, nadie compra algo sin valor de cambio, pero no poder vender un bien no quita que, de hecho, sea propietario del mismo. Pero es injustificable que el Gobierno, aunque de manera condicional, ponga en el contrato del fideicomiso un monto, si se está haciendo un auditoría para establecer su valor real.
Lo es, también integrar un comité ejecutivo del fideicomiso con personas cuyos perfiles arrojan justificadas dudas sobre su imparcialidad en el manejo de ese bien público, que ya han manejado empresas estales del ramo con resultados altamente cuestionable desde todo punto de vista.
Es innegable que el Gobierno ha manejado mal el tema y no es por casualidad, la toma de decisiones políticas, en general, están condicionada por una clara intencionalidad.
¿Por qué el Gobierno integra personas de esos perfiles, habiendo otras realmente independientes, profesionalmente solventes y por encima de toda sospecha?, está claro que de esa opción no están ajenas las omnipresentes y non santas manos del gran capital.
El otro tema que contribuye a que el Gobierno se enajena parte de los sectores que con sus esfuerzos lo hicieron poder es el haitiano. La derecha xenófoba/ultranacionalista mantiene la fábula del plan de algunas potencias extranjeras para “fusionar” las dos naciones de esta isla, dejándola caer en el penúltimo párrafo del documento que el partido oficialista y otras organizaciones suscriben.