El papa recibe a su secretario de Estado, dice que comparte el sufrimiento de todos los enfermos

ROMA, 2 marzo — El papa Francisco, que se encuentra hospitalizado pero estable, recibió el domingo la visita del secretario de Estado del Vaticano mientras continuaba su recuperación de una neumonía bilateral, dijo el Vaticano, aunque volvió a faltar a su bendición semanal al mediodía para evitar incluso una breve aparición pública desde el hospital.

En su lugar, el Vaticano distribuyó un mensaje del papa en el que dio las gracias a sus médicos por sus cuidados y a quienes le enviaron buenos deseos por sus oraciones, y volvió a rezar por la paz en Ucrania y en otros lugares.

“Desde aquí la guerra parece aún más absurda”, dijo Francisco en el mensaje, que redactó en los últimos días desde el hospital Gemelli, según el Vaticano.

Francisco dijo que vivía su hospitalización como una experiencia de profunda solidaridad con las personas enfermas y que sufren en todas partes.

“Siento en mi corazón la ‘bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos, cuando la enfermedad nos convierte más vulnerables, es que aprendemos aún más a confiar en el Señor”, dijo Francisco en el texto. “Al mismo tiempo, doy gracias a Dios por darme la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren”.

Por tercer fin de semana consecutivo, Francisco canceló la cita para la oración del Angelus. Si se hubiera encontrado lo bastante bien podría haberla ofrecido desde su suite en el décimo piso del hospital Gemelli.

El cardenal Pietro Parolin y su jefe de personal, el arzobispo Edgar Peña Parra, visitaron al papa el domingo por la mañana, su segunda visita desde la hospitalización de Francisco el 14 de febrero, según el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. No se dieron detalles de lo que se discutió, pero la mera visita sugería que la condición de Francisco se estaba estabilizando.

A pesar de la ausencia, muchos indicios apuntaban a que estaba recuperándose y mejorando.

“La noche fue tranquila, el papa sigue descansando”, dijo el Vaticano en su reporte del domingo por la mañana.

A pesar de la ausencia, muchos signos indicaban que estaba recuperándose y mejorando. El pontífice no tenía fiebre ni signos de un aumento en los glóbulos blancos, lo que indicaría que su cuerpo aún estaba combatiendo una infección.

Los médicos informaron el sábado que Francisco estaba en condición estable, sin mencionar que estuviera en estado crítico, y señalaron una vez más una mejora continua. Su evaluación optimista llegó un día después de una crisis respiratoria que resultó en que se le colocara en ventilación mecánica no invasiva.

El papa de 88 años, sin embargo, tuvo una “buena respuesta” en sus niveles de respiración incluso durante los “largos períodos” en que estuvo sin la máscara del respirador y solo utilizó oxígeno suplementario de alto flujo, según informó el Vaticano.

El hecho de que Francisco pudiera utilizar solo oxígeno de alto flujo durante largos períodos, sin ningún efecto significativo en los niveles de oxígeno en su sangre, era una señal de que su función respiratoria estaba mejorando.

Sin embargo, los médicos fueron cautos y mantuvieron su pronóstico reservado, lo que significa que no estaba fuera de peligro. Francisco está comiendo y bebiendo, continúa con su fisioterapia respiratoria y el sábado pasó 20 minutos en su capilla privada al final del pasillo, según informó el Vaticano.

El papa, al que se extirpó parte de un pulmón cuando era joven, padece enfermedad pulmonar crónica y fue admitido en el Gemelli el 14 de febrero después de que un episodio de bronquitis se agravara y se convirtiera en una neumonía compleja en ambos pulmones.

Las oraciones continúan

La hospitalización de Francisco se produce durante el Año Santo del Vaticano, que atrae a peregrinos de todas partes. Los fieles pasan por la Puerta Santa en la basílica de San Pedro y también realizan peregrinaciones a la ciudad de Asís, en la cima de una colina, para orar en la casa de su homónimo, San Francisco.

“Todos los días estamos orando por el papa”, dijo el reverendo Jacinto Bento, un sacerdote que visitó Asís el sábado con un grupo de 30 peregrinos jubilares de las Islas Azores. “Estamos muy tristes por su situación”.

En una extraña coincidencia, Francisco debía haber presidido el sábado una audiencia del Año Santo en el auditorio del Vaticano para el personal del hospital Gemelli y otros trabajadores de la salud. Ellos llegaron como estaba planeado y completaron la peregrinación, mientras Francisco continuaba su recuperación en el hospital.

“Pensamos que podríamos encontrarnos con él esta mañana en la Sala Pablo VI para la catequesis jubilar, pero nos sorprendió al venir a nosotros”, dijo el monseñor Claudio Giuliodori, guía espiritual de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, de la que forma parte el Gemelli.

Giovanni Frisullo, un neurólogo de Gemelli, dijo que el ambiente en el hospital era de tensión y oración. “Hay una situación de espera pero también de esperanza”, afirmó. AP

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