El PLD y el aspirante Francisco Javier

Francisco S. Cruz

El partido de la Liberación Dominicana (PLD) es el único partido, en nuestra opinión, que aún le queda al sistema con algún visos de partido político a la vieja usanza -ideología, doctrina, método de trabajo y liderazgos en cierne- herencia histórica de lo que fue la escuela política que legara el profesor Juan Bosch a la sociedad dominicana una vez abandonara -1973- al PRD que fundara junto a otros líderes anti-trujillistas en la Habana (1939), Cuba.

Ese partido -el PLD- gobernó el país por 20 años, con un intervalo:2000-2004-, y ese ejercicio del poder tuvo más luces que sombras, pues hizo avanzar al país a través de cinco períodos de gobierno en los que le cambió el rostro socioeconómico, estructural, institucional y geopolítico al poner al país en el mapamundi y dejar atrás el feudo-país aislado en que lo mantuvo Joaquín Balaguer.

No obstante el PLD, en la oposición y diferente a sus años fundacionales, no ha sabido, desde que salió de poder 2020, hacer oposición política aguerrida y frontal, ni siquiera con el antecedente de la dura y radical que le hizo el PRM; y esa postura o política pública frente al partido de gobierno actual, más lo resultados de las pasadas elecciones -2024-, lo ha llevado a la posición terciaria en las preferencia electoral, realidad está que lo obliga a replantear y revisar esa práctica. Por ello, he sostenido que el PLD está obligado a arreciar su accionar oposicionista y fijar, como prioridad, forjar una gran alianza o coalición oposicionista teniendo claro que parte de su nicho electoral se mudó a la FP y es recuperable a través de una alianza o de posicionar, electoralmente, a un aspirante o candidato que exhiba vocación de poder y manejo adecuado -y en esta coyuntura ese aspirante peledeísta es Francisco Javier García-.

Lógicamente, el PLD debe prepararse, también, para otros escenarios; pero siempre desde la perspectiva de sacar al PRM del poder. Y en esa línea de análisis, más que la urgencia de un candidato -que ya lo tiene aunque falte el protocolo de ley-, necesita hacer oposición agresiva y sistemática para retomar ser cabeza de oposición…(y voy más lejos estratégicamente: nadie que esté orgánicamente comprometido con ese partido le luce abrir querellas o ruidos, en cualquier ámbito público, que pongan en juego la unidad interna, y más si sabemos que tanto ahora como en el 2024 estamos en una coyuntura de excepción).

De no entenderlo así, al PLD le será sumamente difícil posicionar un aspirante y retomar ser cabeza de oposición; y más aun: volver al poder !Piénsenlo!

El Caribe

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