El sector construcción sufre uno de sus peores años en la última década con un crecimiento de apenas 2.1 % en 2024

Santo Domingo, 30 de enero. El sector construcción registró en 2024 uno de sus desempeños más bajos en la última década, alcanzando un crecimiento de solo 2.1 % en su valor agregado, un resultado que lo coloca al nivel de los años más críticos como 2020, cuando la pandemia golpeó la economía mundial, y 2022, otro año de escaso crecimiento.

De acuerdo con el Banco Central, este sector, que históricamente ha sido un pilar del desarrollo económico dominicano, se vio afectado por varios factores que redujeron su dinamismo y capacidad de expansión.

Uno de los principales obstáculos fue el elevado costo del crédito. La tasa promedio de los préstamos hipotecarios aumentó en 3.2 % durante el último año, pasando de 10.8 % en septiembre de 2023 a 11.2 % en septiembre de 2024, según datos de la Superintendencia de Bancos.

Durante el último trimestre del año, las tasas bancarias se movieron aún más al alza, situándose en un rango entre 18 % y 21 %, dependiendo del perfil del cliente y la entidad financiera. Aunque en los primeros meses de 2025 han mostrado una leve disminución, ubicándose entre 15.75 % y 17 %, las tasas de interés del año anterior limitaron significativamente el acceso al financiamiento para la construcción y adquisición de viviendas.

A esta situación se sumó una ejecución del gasto de capital del Gobierno por debajo del promedio histórico, lo que redujo la inversión pública en infraestructura. Además, las expectativas generadas en torno a una posible reforma fiscal, que finalmente fue descartada debido a la presión social, contribuyeron a la incertidumbre en el sector.

La falta de claridad en las políticas económicas llevó a muchos inversionistas a adoptar una postura de cautela, retrasando proyectos y reduciendo la actividad en el sector.

Medidas monetarias y su impacto en la construcción

El Banco Central ha tomado diversas medidas para estimular la economía y facilitar el acceso al crédito. La tasa de política monetaria (TPM) ha sido reducida en 275 puntos básicos desde mayo de 2023, y en diciembre de 2024, la Junta Monetaria liberó RD$35,355 millones de encaje legal para préstamos destinados a la construcción y adquisición de viviendas.

Adicionalmente, se redimieron títulos por RD$140 mil millones en el último trimestre del año, sumando una inyección total de RD$175 mil millones en liquidez al sistema financiero.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los bancos comerciales han mantenido tasas de interés elevadas, limitando el efecto positivo de las medidas del Banco Central.

Según el gobernador de la institución, Héctor Valdez Albizu, se espera que en los próximos meses las tasas de interés bancarias sigan disminuyendo gradualmente, pero el proceso de transmisión de la política monetaria aún enfrenta rezagos.

Comparación con el desempeño del sector en la última década

El comportamiento de la construcción en 2024 contrasta fuertemente con el de años anteriores, cuando este sector lideraba el crecimiento económico del país. En 2014, por ejemplo, la construcción creció un 11.4 %, superando a sectores como comercio (4.7 %), hoteles, bares y restaurantes (7.9 %), servicios financieros (8.6 %), enseñanza (8.4 %) y salud (7.6 %). Ese año, el crecimiento económico de República Dominicana fue del 7.1 %, el más alto de América Latina, impulsado en gran parte por la inversión en infraestructura pública y privada.

En 2015, la construcción experimentó un crecimiento del 18.2 %, consolidándose como uno de los motores de la economía nacional. En 2016, la economía creció un 6.6 %, con un aporte de la construcción del 8.8 %.

En 2017, el sector registró un crecimiento de 3.7 %, mientras que la economía en su conjunto creció un 4.6 %. En 2018, la construcción volvió a expandirse significativamente, alcanzando un crecimiento del 10.6 %, superando el crecimiento general de la economía, que fue del 7 %.

Este crecimiento fue impulsado por proyectos inmobiliarios de viviendas de bajo y mediano costo, el desarrollo del sector turístico con nuevas unidades hoteleras y la diversificación de la matriz energética.

Durante 2019, el sector construcción se incrementó en un 10.5 %, encabezando la lista de actividades con mayor crecimiento relativo en términos de valor agregado, seguido por los servicios financieros (9 %), energía y agua (7.4 %), transporte y almacenamiento (5.3 %), salud (4.3 %), agropecuario (4.1 %) y comercio (3.8 %). Sin embargo, en 2020, la llegada de la pandemia provocó una contracción del -4 % en el primer trimestre y una caída del 6.7 % en la economía nacional.

En 2021, el sector tuvo una fuerte recuperación con un crecimiento del 23.4 %, mientras que la economía en su conjunto creció un 12.3 %. Sin embargo, en 2022, el crecimiento de la construcción fue de apenas 0.6 %, uno de los más bajos en los últimos años, mientras que la economía creció un 4.9 %. En 2023, el sector mostró señales de recuperación con un crecimiento del 9.7 %, mientras que la economía en su conjunto creció un 2.4 %.

Impacto del declive de la construcción en la economía

El estancamiento del sector construcción en 2024 ha tenido un efecto dominó en otros sectores de la economía. La demanda de materiales de construcción como cemento, acero, pintura y estructuras metálicas ha disminuido, afectando a proveedores y distribuidores. Asimismo, la reducción de proyectos ha impactado el empleo en el sector, que es una de las principales fuentes de trabajo en el país.

El desempeño del sector también influye en la dinámica del mercado inmobiliario. La menor disponibilidad de proyectos nuevos ha generado un aumento en los precios de las viviendas, dificultando el acceso a la vivienda propia para muchas familias. Además, el freno en la construcción ha reducido las oportunidades de inversión en desarrollos comerciales e industriales, afectando el crecimiento económico en general.

Perspectivas para el 2025

A pesar del panorama desalentador de 2024, las perspectivas para 2025 podrían ser más alentadoras si se concretan las reducciones en las tasas de interés y se reactivan los proyectos de inversión. El Banco Central ha reiterado su compromiso con la estabilidad macroeconómica y ha enfatizado la importancia de mejorar las condiciones de financiamiento para estimular el crecimiento del sector.

Por otro lado, el Gobierno ha anunciado que continuará impulsando proyectos de infraestructura pública, lo que podría generar un efecto positivo en la construcción. Sin embargo, será clave que el sector privado recupere la confianza y reactive la inversión en nuevos proyectos inmobiliarios.

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