El triunfo de Gustavo Petro y los interrogantes que se abren en Colombia
Comienza una nueva etapa, con más dudas que certezas. Hay, al menos, cuatro cuestiones que aparecen dentro y fuera de Colombia.
Sergio Berensztein
20 de junio 2022, 08:24hs
Ayer se realizó la segunda vuelta en Colombia y por primera vez gobernará la izquierda en ese país. El líder de Pacto Histórico, el exguerrillero Gustavo Petro, obtuvo el 50,4% de los votos y se impuso sobre Rodolfo Hernández, que alcanzó el 47,3%.
Fue una elección reñida, con un resultado abierto hasta el final, tal como lo habían pronosticado los sondeos previos. “A partir de hoy Colombia cambia, es otra, un cambio real”, dijo Petro en su discurso de victoria. Se abre una nueva etapa, con más dudas que certezas. Hay, al menos, cuatro interrogantes que aparecen a partir del triunfo de Petro, dentro y fuera de Colombia.
Verónica Alcocer besa a su esposo, el presidente electo colombiano Gustavo Petro, ante la mirada de sus hijas Antonella, a la izquierda, y Sofía.
Verónica Alcocer besa a su esposo, el presidente electo colombiano Gustavo Petro, ante la mirada de sus hijas Antonella, a la izquierda, y Sofía.
La gobernabilidad
En primer lugar, está la cuestión de la gobernabilidad. ¿Hasta qué punto podrá el flamante presidente conformar un esquema de gobierno que garantice la estabilidad política? Hace décadas que Colombia está atravesada por la violencia armada de organizaciones guerrilleras y grupos vinculados al narcotráfico.
Los acuerdos de paz entre el gobierno y las FARC que se cerraron en 2016 (bajo la presidencia de Juan Manuel Santos., que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz) generaron mucha expectativa, pero seis años después ha quedado claro que no fueron suficientes para erradicarla por completo.
Petro es un exguerrillero del M-19 por lo que, mientras para algunos genera preocupación por una eventual política indulgente hacia estos grupos, para otros hay expectativas de que pueda tender puentes que, de una vez por todas, permitan resolver esta cuestión.
Voto “anti”
En segundo lugar, la sociedad colombiana acaba de votar en contra del sistema político y los partidos tradicionales. Votó un cambio, en un sentido ambiguo y amplio de la palabra, y satisfacer esa demanda no será sencillo, sobre todo en un contexto global como el actual, que acota el margen de maniobra.
En este sentido, Petro deberá moverse en un desfiladero muy estrecho, en el marco de una sociedad exasperada. Basta ver lo que sucedió con Iván Duque: en un intento por ordenar la macroeconomía, el presidente saliente intentó impulsar una serie de reformas (en especial el proyecto de reforma tributaria) que dispararon las masivas protestas sociales que en 2021 terminaron por hundir su popularidad.
A su vez, durante la campaña, especialmente enfocada en la cuestión ambiental, Petro prometió eliminar gradualmente la producción de petróleo y carbón, lo que privaría al país de aproximadamente la mitad de sus ingresos por exportaciones. Esto en un mundo que demanda más energía, no menos. Cómo hará para satisfacer a todos a la vez, cumpliendo con sus promesas de campaña, e impulsado el mentado “cambio”, es toda una incógnita.
Estilo de liderazgo
En tercer lugar, ¿cuál será el estilo de liderazgo de Gustavo Petro? Quizás se parezca a Gabriel Boric que ha mostrado un alto nivel de pragmatismo al condenar la violación de derechos humanos en Venezuela o militarizar el sur de Chile ante el incremento de la violencia de los grupos mapuches; o, por el contrario, puede que se parezca más a Evo Morales o Rafael Correa, provenientes de una izquierda ideológicamente más intransigente.
Ayer, en el discurso que dio tras conocerse su victoria Petro intentó disipar algunos fantasmas. “Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia”, dijo, luego de referirse a quienes lo acusan de querer expropiar empresas. De todas formas, su estilo de liderazgo se terminará de dar a conocer conforme avance su gestión. Con propuestas y discursos contradictorios, es difícil comprender de antemano cuál será la dirección de su gobierno.
Política internacional
Por último, habrá que ver cuales son sus alineamientos a nivel regional y global. Colombia fue, durante las últimas décadas, el principal aliado de los Estados Unidos en la región (con el antecedente crucial del “Plan Colombia”, concebido en 1999 por la administración de Bill Clinton).
El secretario de Estado, Antony Blinken, felicitó este domingo a los colombianos por las elecciones presidenciales y deseó “estrechar” la relación con el futuro gobierno. Sin embargo, muchos esperan un realineamiento de Colombia, lo cual sería toda una novedad para Latinoamérica. De concretarse, puede que sea para la Casa Blanca el puntapié para un mayor distanciamiento respecto a la región.
Reuters