Elizabeth Silverio sentenciada a siete años de prisión por ejercicio ilegal de la medicina
Santo Domingo, 21 de octubre – El Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó a Elizabeth Silverio a siete años de prisión, luego de que el Ministerio Público la acusara de ejercer ilegalmente la medicina y otras profesiones relacionadas, enfocadas en el tratamiento de menores de edad. Además de la pena de cárcel, Silverio deberá pagar una indemnización de dos millones de pesos a favor de las familias afectadas.
El Ministerio Público había solicitado una condena de 10 años de prisión y el pago de 50 salarios mínimos, además de las costas penales del proceso. También se pidió la destrucción de todos los títulos falsos, el sello y los instrumentos utilizados para cometer los delitos.
La acusación se sustentaba en la violación de los artículos 92, 93 y 156 numeral 7 de la Ley General de Salud (42-01), que regula el ejercicio de la medicina y profesiones afines, así como del artículo 12 de la Ley 163-03, que establece el sistema de protección de los derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes.
El caso de Elizabeth Silverio salió a la luz pública en junio de 2023, tras un reportaje de la periodista Nuria Piera, quien denunció que Silverio, también conocida como pastora, se hacía pasar por una eminencia en neurociencias con títulos falsos.
Silverio afirmaba públicamente tener un doctorado en Neurociencias, especializado en intervención cognitivo-cerebral en áreas clínicas y pedagógicas, supuestamente otorgado por la Universidad de Cambridge, en Inglaterra. Además, mencionaba haber completado un máster en Administración de Gestión Académica en West Indies University.
Sin embargo, la investigación de Piera reveló que ninguna de estas credenciales era auténtica. Universidades de renombre como Harvard y Cambridge negaron tener cualquier registro de estudios a nombre de Silverio.
La información publicada en el programa de Nuria Piera generó gran conmoción, especialmente porque Silverio había estado tratando a menores de edad bajo la falsa pretensión de ser una neurocientífica y psicóloga.
El proceso judicial que siguió a las revelaciones culminó en la sentencia de este lunes, cuando el tribunal consideró probada la acusación del Ministerio Público. Silverio fue enviada a juicio por el juez del Séptimo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Deiby Timoteo Peguero, y, tras su juicio, se dictaminó la pena de siete años de prisión.
Reacción de Elizabeth Silverio tras su condena
«De rodillas ante Dios y de pie ante los hombres» fue la frase que Elizabeth Silverio pronunció tras ser condenada a siete años de prisión por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
Silverio, quien deberá pagar además dos millones de pesos en indemnización a las familias afectadas por sus tratamientos en el centro Kogland, se mostró desafiante y declaró que no bajará la cabeza, sugiriendo que esta condena marca solo el inicio de su lucha.
«Estamos frente a un tema de poderes, es importante que la gente lo comprenda y lo sepa. Yo creo que esto apenas está comenzando», expresó Silverio, reafirmando su postura con la frase que repitió varias veces: «De rodillas ante Dios y de pie ante los hombres, esto apenas comienza».
Silverio negó rotundamente haber causado daño a los niños que atendía en su centro Kogland, y acusó a los padres de mentir en el tribunal. «Esos padres, mintiendo, le hacen creer al tribunal o a la nación que sus hijos fueron dañados», comentó, y se preguntó sarcásticamente por qué estos mismos padres no denunciaron problemas antes del 17 de mayo, fecha en la que estalló el escándalo que la llevó a juicio.
Además de la condena a prisión, Silverio deberá pagar dos millones de pesos a las nueve familias cuyos hijos recibieron tratamientos en Kogland, su centro especializado en neurociencias, donde ejercía sin los títulos académicos que alegaba tener.
Silverio afirmó que apelará la sentencia tan pronto sea leída íntegramente el próximo 12 de noviembre. Mientras tanto, deberá cumplir su condena en el Centro Correccional Najayo Mujeres, en San Cristóbal.
